[NOTA: Para ilustrar este capítulo sobre nuestro Divino Maestro Jesús, hemos usado las magníficas ilustraciones del gran dibujante francés del siglo XIX Gustavé Doré, tomadas del sitio http://www.creationism.org/images/DoreBibleIllus/ a quienes entregamos el crédito y los agradecimientos correspondientes.]
El Divino Maestro Jesús nació el 27 de Diciembre, “al levantar el alba”, en el pesebre de Belén de Judea, en el 2° a 3er año del reinado de Tiberio, Emperador de Roma, durante el reinado de Herodes el Grande.
María tenía 32 años cuando alumbró al Divino Maestro Jesús. José tenía entonces 34 años.
Cuando José desposó a María, era viudo y tenía 2 hijos de su matrimonio anterior y en su unión carnal con María, tuvieron al Divino Maestro y tres hijos más. De modo que en su matrimonio con María, tuvieron en total 6 hijos.
Es entonces falso que María tuvo un solo hijo y que José no fuera el padre biológico del Divino Maestro Jesús
Después de su nacimiento en Belén e inmediatamente después de la visita de los Reyes Magos, José con María y el niño, huyeron a Egipto. Allí José trabajó en el oficio de carpintero en la comunidad judía y el niño recibió sus primeras lecciones a eso de los 7 u 8 años, de los Rabinos de Egipto.
Con su gran inteligencia asimiló y comprendió las Sagradas Escrituras desde la más tierna edad. Además, Él había sido protagonista de ellas, reencarnando como Rey y Profeta, varias veces a través de los siglos.
Por mandato divino José y María con su familia no regresaron a Palestina, hasta después de 23 años, porque Herodes el Grande falleció, mucho tiempo después de lo que dicen los entendidos, porque él fingió su muerte, como una trampa para atraer de regreso al Mesías a Palestina. Porque el rey supo que se había escapado a la matanza de niños, por un adivino que tenía a su servicio.
En Egipto, en una sinagoga, ocurrió el episodio que relatan los evangelios. Cuando el niño Jesús, de 10 años de edad, asombró a los Doctores de la Ley con su sabiduría.
Cuando Jesús tenía 11 años, desencarnó su madre María, más o menos de 44 años de edad. Esta fue sepultada en Egipto, pero cuando José volvió con su familia a Galilea, llevó consigo los restos de María.
José no se casó en terceras nupcias con otra hija de Israel.
Cuando José retornó a galilea, llevaba 6 hijos: cuatro de su unión carnal con María y dos de su primer matrimonio.
José desencarnó a los 65 años de edad. Cuando desencarnó el Divino Maestro, hacía ya dos años que había fallecido José.
La identificación de las cajas de osarios encontradas en Jerusalén, en la tumba de Talpiot, es la siguiente:
a) “Jesús hijo de José”: el Divino Maestro Jesús.
b) “María” : La madre carnal del Maestro
c) “Mariamene e Mara”: María Magdalena
d) “Mateo”: Hermano carnal del Maestro y autor del evangelio homónimo.
e) “José”: El padre carnal del Maestro
f) “Judas hijo de Jesús”: El hijo del Maestro y de María Magdalena, su esposa.
Durante su adolescencia y juventud, el Maestro ayudaba a su padre en el oficio de carpintero. No fue carpintero y herrero, como dijo un entendido, pues esas profesiones son especializadas e incompatibles.
Era aficionado a hacer retiros en el desierto para meditar, alejado del mundo. Tuvo allí videncias físicas de las naves intergalácticas y contactos físicos con los Maestros de la Cosmogonía Universal, los Ángeles y Arcángeles.
Ya en su juventud visitó los templos egipcios y estudió la Ciencia de los Iniciados.
A los 23 años regresó a Palestina con su familia y se establecieron en Nazareth.
En el lapso de 10 años, desde su regreso a Palestina, hasta los 33 años de edad en que dio inicio a su misión profética como el Mesías, viajó por distintas regiones para aprender la Ciencia y filosofía de su tiempo. Pero todo lo aprendía y asimilaba de acuerdo a las revelaciones recibidas de los Maestros de la Cosmogonía, por sus condiciones mediúmnicas como profeta de Dios y Mesías.
Viajó visitando los principales templos de Egipto, Grecia, Siria, Asia Menor e India. El Divino Maestro hablaba varios idiomas: Arameo, Hebreo, Griego, Egipcíaco, Siríaco y Latín.
Antes de dar comienzo a su ministerio Profético, el Divino Maestro contrajo matrimonio en Caná, con María Magdalena, de la cual tuvo un hijo de nombre Judas, no el Iscariote.
El espíritu de Homero, el gran poeta griego autor del inmortal poema la Iliada, que narra la guerra de Troya, reencarnó en este hijo del Divino Maestro Jesús. Otras reencarnaciones de este espíritu selecto fueron Shakespeare y Dickens y en la antigüedad: Pitágoras y Sócrates entre otras.
Aunque María Magdalena tenía avanzadas condiciones mediúmnicas, todas las profecías y enseñanzas del Maestro, fueron más por el contacto de Él con los Maestros de la Cosmogonía.
María Magdalena fue una de las reencarnaciones de Madrecita Laura Antonia.
María Magdalena fue una de las reencarnaciones de Madrecita Laura Antonia.
El Divino Maestro Jesús dejó escritos de su Evangelio, que se perdieron por persecuciones, guerras etcétera.
Después que María Magdalena desencarnó, el hijo de ambos: Judas fue criado por otra tribu. Ella desencarnó alrededor de 6 a 7 años después del Divino Maestro Jesús.
Durante su Ministerio Profético, el Divino Maestro dijo a sus Apóstoles: “Debéis bautizar en el nombre de mi Padre que está en los cielos”.
El Divino Maestro Jesús no decía: “Tus pecados te son perdonados” como señalan los Evangelios, sino decía: “Tus pecados te han sido remitidos”. En otras palabras, decía a los enfermos que sanaba: “Ya pagaste tus faltas”.
Los “Escribas” de los Evangelios eran los Esenios, una secta de Fariseos.
El Divino Maestro Jesús no fue Rabino, como ha señalado un entendido, pues éstos eran Ministros de Culto de la religión de Moisés. El Divino Maestro Jesús fue un “Maestro” o “Rabí”, porque en el sentido material era docto en las Sagradas Escrituras. Pero su condición de Maestro venía del Divino Padre Creador, porque Él es el espíritu mas progresado del universo, el Hijo Dilecto del Padre. Era el Mesías
Tal como sucedía con Madrecita Laura Antonia, el Divino Maestro Jesús también tenía trances mediúmnicas e “incorporaciones” y entonces los Maestros de la Cosmogonía instruían a algunos discípulos más cercanos y a María Magdalena.
En el momento que el Divino Maestro era juzgado por Pilatos, María Magdalena, su esposa, habló con la mujer de Pilatos, tratando de salvar a su esposo. La dama romana, a su vez intercedió por el Maestro y Pilatos trató de salvar al Maestro ante el pueblo. Pero la conjura de Saulo de Tarso y el Sanedrín, con la turba coludida, pudieron más que los intentos del procurador romano.
En el momento de la agonía del Divino Maestro Jesús en la cruz, María Magdalena estaba al pie de la cruz, a su izquierda, mientras otras de sus seguidores le acariciaba la pierna derecha. A unos 3 metros frente a la cruz, se encontraba el discípulo Juan Evangelista y su esposa. Nadie mas estaba cerca. Todos los discípulos miraban desde lejos y eran presa del lloro y los lamentos. Todos los discípulos con excepción de quienes estaban junto a la cruz traicionaron al Maestro por cobardía, por lo que fueron castigados por 2.000 años de tinieblas, hasta que la misericordia del Divino Padre Creador, puso frente a ellos un nuevo horizonte iluminado, gracias a la Misión Profética de Madrecita Laura Antonia.
El Divino Maestro tenía 36 años al desencarnar. Desencarnó el 30 de abril “a la hora cuando los ojos descansan sobre la arena”
El cuerpo del Divino Maestro desapareció de la sepultura, porque el Maestro les dijo a sus apóstoles lo que debían hacer, después que Él desencarnara y éstos siguieron sus instrucciones.
Los guardias de la sepultura fueron hechos dormir por los Maestros de la Cosmogonía.
El Divino Maestro Jesús se "materializó" ante María Magdalena y los demás discípulos.
No hubo “resurrección”, porque la muerte no existe .
Judas Iscariote, el que con un beso entregó al Maestro en manos de sus enemigos, no se suicidó, como señalan los evangelios, sino que fue asesinado.