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martes, 12 de diciembre de 2017

La soberbia humana rechaza la salvación que ha llegado desde Lo Alto.

La Casa Blanca niega oficialmente la existencia de vida extraterrestre.

Fuente; Internet, la vanguardia Internacional 8/11/2011.
La Administración Obama responde  a la petición de 12.078 estadounidenses que pedían explicaciones sobre la supuesta relación entre alienígenas y humanos.
La respuesta de la Casa Blanca fue dada por Phil Larson, Director de la Oficina de Ciencia y Tecnología de Washington.
(Citaremos textualmente parte de esta respuesta): “Gracias por la petición a la Administración Obama para que se reconozca la presencia extraterrestre en la Tierra. El Gobierno de EE.UU. no tiene evidencia de que exista ningún tipo de vida fuera de nuestro planeta, o que una presencia extraterrestre haya contactado con ningún miembro de la raza humana. Además, no existe información creíble que sugiera que tengamos pruebas de que se oculten a la opinión pública.” prosigue la nota.
El artículo termina expresando que se examina la posibilidad de vida extraterrestre, pero “que las posibilidades de que contactemos con alguno de ellos – especialmente con seres inteligentes son muy pequeñas, teniendo en cuenta las distancias”. (Fin de la cita)
Sin embargo, mucho antes de esta declaración, el 12 de julio de 1952, una formación de una decena de Naves Intergalácticas de los Maestros de la Cosmogonía, pasaron volando a baja altura y en formación, sobre la Casa Blanca en Washington. Colocamos aquí una imagen extraída del video correspondiente.
Imagen (Fuente: Internet, Disclose Tv.)

Sin comentarios.

Algunos meses después de esta contundente negativa norteamericana a reconocer la vida extraterrestre,  en la noche del 3 de septiembre de 2012, una formación de cinco Naves Intergalácticas de los Maestros de la Cosmogonía, realizaron una exhibición a domicilio de diversas evoluciones a baja altura, con un sincronismo perfecto, frente al patio de la Academia de Guerra Aérea de la Fuerza Aérea de Chile, en Santiago de Chile. Las Naves fueron filmadas extraoficialmente por funcionarios de la Institución. Pero oficialmente fue calificado este extraordinario y maravilloso evento, como un “fenómeno sin explicación”.


27 de marzo de 2000, Noticias de Canal 13 TV.: La Fuerza Aérea de Chile declaró a través de un Coronel, en FIDAE, que ellos estudiaban el fenómeno OVNI, desde un punto exclusivamente científico y serio, y que habían invitado a distinguidos científicos de todo el mundo, entre ellos a J.J. Benítez”…

Decimos: El señor Benítez es un escritor de Ciencia-ficción, que ha invadido el tema sagrado de “Las Señales en los Cielos” del Apocalipsis, y que con sus elucubraciones literarias ha sembrado la confusión en la opinión pública. Del mismo modo actúan otros, portavoces de una religión estática y retardataria, que opinan en los medios y escriben sobre el tema, solo para negar el carácter Divino de la evidencia incontrarrestable de los vuelos en los cielos de nuestro planeta, de Naves Intergalácticas de civilizaciones tan avanzadas espiritual y tecnológicamente, que dejan al hombre de la Tierra convertido en un bebé de la época de las cavernas.
A través de nuestro Puente Espiritual, los Maestros de la Cosmogonía nos han revelado que el hombre terreno, ni aun con la mente más imaginativa podrá jamás vislumbrar el grado portentoso de progreso, que existe en infinidad de planetas Superiores del Universo. Sus habitantes, son Seres Inteligentes y Sabios, progresados espiritual y tecnológicamente, porque el Universo no tiene secretos para Ellos. El Divino Padre Creador y Supremo Juez, les ha dado el Saber y la Inteligencia en sumo grado y en estricta Justicia, porque Ellos, por los siglos de los siglos han seguido todas las Leyes Sagradas del Padre, que rigen a seres y cosas del Cosmos Infinito y Maravilloso.
Ellos son los Ministros del Divino Padre Creador de Todo lo que existe. Por lo tanto, son ejecutores de la Justicia Perfecta del Creador, que otorga a cada cual lo que le es debido, en forma Implacable e Inexorable. El terrícola de este insignificante planeta, debería inclinarse reverente ante este “Prodigio de los Cielos”, porque esas Naves son “La Gloria de Yahvé”, de las Sagradas Escrituras.
Que el hombre de la Tierra especule sobre la naturaleza de las Naves, haciendo “una aproximación seria y científica” hacia Ellas y a los Mensajeros Divinos que las tripulan, es como si un niño de un jardín infantil de la Tierra, tratara de enjuiciar el saber de un  doctor universitario en el ejercicio de su profesión. ¡Y todavía nos quedamos cortos con la comparación!
No solo están las Sagradas Escrituras de la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamentos, que nos revelan que “habrá señales en los cielos”, antes que llegue el Día Final de la Humanidad, o Día de Yahvé, sino que la Misericordia Divina ha enviado en el siglo XX , a una Profeta, Madrecita Laura Antonia, para que desde este confín del mundo alertara al género humano, que las profecías antiguas de la Biblia relativas al fin de los tiempos de la humanidad, empezaban a cumplirse desde mediados de 1972. Además, la Profeta enviada reveló, que esas “Señales en los Cielos” eran las Naves Intergalácticas de los Mensajeros Divinos, que con Su Presencia confirmaban la llegada del Apocalipsis, y que estaban en contacto con ella y su Congregación religiosa de la Nueva Jerusalén, en Chile, para protegerlos y guiarlos.
Pero todo lo anterior no es serio, para la vanidad y soberbia de los hombres de la Tierra.
La causa de este escepticismo de gobiernos y entidades oficiales de los diversos países de la Tierra, es el influjo nefasto de la Bestia 666 del Apocalipsis, “que gobierna a los hombres” y a las Naciones de la Tierra,  y que ha tendido un velo de oscuridad sobre las Sagradas Escrituras, en relación a “las señales en los cielos” del Apocalipsis, pretendiendo mudar los tiempos y la Ley de Dios, sobre el fin de los tiempos de la humanidad.
Además, aparentado ignorar a la Profeta enviada por el Divino Padre Creador, en forma encubierta la ha combatido; por medio de sus portavoces laicos, que hablan y escriben en los medios, y valiéndose de los Gobiernos de turno, ha cancelado y negado la concesión de la Personalidad Jurídica a la religión fundada por la Profeta chilena, cuya misión, encomendada por el Padre Divino fue alertar a la humanidad en el siglo XX, de la existencia del Dios Verdadero, Creador del Universo Infinito y Maravilloso, y de la llegada del Fin de los Tiempos, y así poder salvar de la Hecatombe Final a los que deseen seguir a “los 144 mil llamados de la Tierra”.
Por influjo del Anticristo, han tratado de desvirtuar y desacreditar --- grave pecado --- la presencia Divina de las Naves de los Ángeles, fomentando la producción de películas, exposiciones, montajes, falsos testigos, etc., donde se presenta a los Mensajeros Divinos como malévolos y horribles monstruos que tratan de conquistar y destruir  la Tierra. ¡Cómo se retrata ahí la perversidad del hombre terreno, impío, materialista y ateo; en sus esfuerzos por negar al Creador Divino y a Sus Ángeles, Ejecutores de la Justicia Divina!
En su inaudita soberbia, el gusano terreno que habita este pedacito de roca que gira en el Espacio, no desea tener ni Dios, ni Ser Superior alguno que controle su perversa autodeterminación, para poder hacer y deshacer como dueño y señor de la Tierra y del Universo. ¿Acaso no pretende conquistar otros planetas, cuando ni siquiera se conoce a sí mismo ni conoce al Creador y Dueño de Todo lo que existe y que le ha dado el ser y la Vida? El terrícola soberbio pretende conquistar otros planetas para “colonizarlos”, dice. ¡Para destruirlos!, diríamos mejor, así como ha destruido su planeta Tierra Nodriza.
El presuntuoso hombre terreno habrán de pagar por ello las terribles consecuencias, pues nada ni nadie hay autónomo en el Universo, ya que Todo está sujeto a Leyes Divinas Perfectas e Inmutables, que regulan el eterno devenir del Cosmos. El que sigue esas Leyes Divinas, progresa. El que no, se autodestruye.
Cuando la Ira del Divino Padre Creador y Supremo Juez se derrame como un torrente de fuego desbordado sobre la Tierra y sobrevenga “el crujir de dientes” en medio de la hecatombe del Día Final, en su pavor y espanto el hombre gritará: ¡¿Dónde está Dios?!...¡¿Por qué no fuimos advertidos?!...
¡Ah!... En verdad fueron advertidos durante siglos por las profecías antiguas de las Sagradas Escrituras de la Biblia y por la Profeta que el Padre Divino envió desde Chile a toda la humanidad en el siglo XX, con la Sagrada Palabra de advertencia… la que fue combatida por el 666, que se aferra con desesperación a sus riquezas y poder material.
Ya al borde de la autodestrucción, la humanidad terrena se debate en los estertores de la violencia, la locura colectiva y la impiedad…
Estas modestas palabras, escritas en el Santo Nombre de nuestro Divino Padre Creador, constituyen una postrera advertencia.
El que tiene ojos para leer, comprenda.
“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Una Prueba Divina superada y un premio maravilloso.

A mediados de mayo de 1972, los Maestros de la Cosmogonía, a través de una incorporación en la Hermanita Antonia, nos citaron a los Obispos y Sacerdotes del Centro Espírita – Espiritual – Paz y Amor, primer nombre de nuestra actual Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén, para que vistiendo nuestras túnicas blancas y acompañando a nuestra Guía Espiritual y Fundadora, concurriéramos a un potrero de Lampa, en las afueras de Santiago, a las 20 horas en punto en el lugar, “porque ahí verán algo nunca visto por ustedes.”
Con anhelo y expectación, yo estaba decidido a participar en esta citación sagrada, a como diera lugar.
En esos días, mi jornada de trabajo como dibujante de arte en un Canal de TV de Santiago, terminaba a las 19 horas. Mi estudio estaba ubicado en calle Lira, a media cuadra de la Alameda Bernardo O’Higgins, a unos 6 kilómetros de nuestra Sede religiosa ubicada en calle Caliche 972 en el barrio de Recoleta. Nuestro bus, contratado para el efecto, debía partir desde nuestra Sede a las 19.30 horas a más tardar, para estar a las 20 horas en el lugar señalado por los Maestros.
Por lo tanto, yo debía salir de mi trabajo a las 19 horas en punto, tomar un bus o taxi a una cuadra de distancia y así llegar a tiempo para alcanzar nuestro bus en la Sede. Prevenido, llevé a mi trabajo mi túnica blanca en una bolsa plástica. Así pues, tenía todo planificado y calculado al minuto.
Pero nuestra amadísimo Divino Padre Creador, me tenía preparada una prueba de fe para ese día.
En efecto, ese día me llegó una cantidad de trabajo de arte, mucho mayor que lo habitual, que debía ser entregado a los productores de programas a las 19 horas en punto, para los espacios de TV de esa noche. Entonces, con gran entusiasmo y determinación, acepté el reto de entregar ese cúmulo de trabajo a las 19 horas, y corriendo contra el tiempo.
Trabajé sin descanso, ininterrumpidamente. No pude ir a mi casa a almorzar y envié a buscar una bebida y un sándwich, que engullí mientras dibujaba. Tampoco tomé el té y así fue como a las 19,15 horas entregué el último pedido. Tomé mi bolsa con la túnica y mi abrigo y corrí a una cuadra de distancia, a una avenida con mucho tráfico hacia la zona de mi destino, pero… ¡oh, desengaño y frustración!…todos los buses pasaban llenos y los taxis iban ocupados. Ahí estuve unos minutos, presa de la desesperación e impotencia…pasaban los minutos…
Entonces tomé una decisión heroica: Eché a correr, emprendiendo una mini Maratón de seis kilómetros, para intentar llegar a alcanzar nuestro bus, que por esta hora ya debería haber partido. Corrí sin descanso, atravesando la Alameda, luego por el lado de Cerro Santa Lucía, y después por la Avenida Recoleta, en medio de la curiosidad de los transeúntes, que me miraban extrañados, pensando tal vez que yo huía de algo o de alguien. En ese tiempo tenía yo unos cuarenta años, estaba delgado, caminaba bastante cada día hacia mi trabajo, llevaba una vida sana, de trabajo y estudio, por lo que estaba en excelente estado físico. Así es que corrí y corrí, rogando al Padre que el bus no hubiera partido…
Cuando finalmente doblo la esquina que daba a nuestra Sede, veo, ¡Gracias al Padre Divino!, que el bus está con sus luces encendidas, el motor en marcha y lleno con los hermanos con sus túnicas blancas y con la Hermanita Antonia. Empapado de sudor, apenas tuve aliento para dar un “buenas noches” a todos y subí rápidamente. Entonces la Hermanita dio la orden de partida hacia nuestro destino.
Un hermano me confidenció después, que el chofer del bus le preguntó varias ves a la Hermanita si ya podían partir, porque estaban atrasados, y ella contestaba: “No todavía”…
Me senté en uno de los últimos asientos, agotado, sudoroso, pero feliz, dando mentalmente infinitas gracias al Padre Divino, ya que gracias a la clarividencia de la Hermanita Antonia, iba a poder disfrutar de lo que fue para todos una experiencia inolvidable.

Una Experiencia Inolvidable.

(Artículo publicado en la Revista Astral N° 3, de julio de 1972, órgano de difusión del Centro Espírita Paz y Amor, en Santiago de Chile.)
“Así podríamos llamar a lo vivido esa tarde lluviosa a mediados de mayo  de 1972, en un campo en las afueras de Santiago, por un grupo de hermanos del Centro Espírita Paz y Amor que acompañábamos a nuestra Hermanita Laura Antonia. Habíamos acudido a una citación de la Divina Jerarquía, hecha a través de un trance de nuestra Hermanita Laura Antonia, en la que se nos pedía acudir ese día, a una hora determinada, a un lugar deshabitado en las afueras de Santiago (Potreros de Lampa) donde iríamos a presenciar “algo nunca visto por nosotros.”
Acudimos a la cita, puntuales y anhelantes. Llegamos a un potrero, dejando los vehículos junto a la casa de un campesino, los que nos miraban con gran curiosidad, ya que vestíamos nuestras túnicas blancas. Nos alejamos de la casa a pie, internándonos en el potrero ya sumido en la oscuridad, y en un lugar señalado por nuestra Hermanita Laura Antonia, nos detuvimos y empezamos a entonar himnos con alabanzas al Padre Creador, al Divino Maestro Jesús y a María Madre de Jesús.
El cielo se encontraba completamente  cubierto de densas nubes oscuras, y solo hacia el lado de la costa, había junto al horizonte una larga y angosta franja de cielo limpio de nubes, con un tinte rojizo, pues no hacía mucho que el sol se había ocultado. Arriba, no se veía ni una sola estrella y la oscuridad aumentaba por momentos. Nosotros continuábamos los himnos, cuando de pronto, nuestra Hermanita Laura Antonia nos dijo: … ¡Allí hay una Nave! … En efecto, a través de la nubosidad densa apenas se vislumbraba una luz semejante a una estrella.
Cantamos con renovados bríos, con la vista fija en la Nave, a la que percibíamos con dificultad. De pronto la Hermanita nos señaló hacia otro lugar del cielo y cuál no sería nuestro asombro, al ver que entre las densas nubes, avanzaba lenta y majestuosamente una imponente formación de más o menos doce a quince Naves, que se percibían como puntos luminosos que brillaban avanzando entre las nubes, formando dos grandes triángulos.
La impresionante formación llegó sobre nosotros y se detuvo, y luego de breves instantes, ante nuestro estupor, empezó a abrirse la nubosidad sobre nuestras cabezas y a través del enorme desgarrón de nubes, que solo se produjo sobre nosotros, se vio el cielo nocturno en toda su pureza, con el firmamento como telón de fondo y en medio de las estrellas, las Naves, que se habían detenido, y ya deshecha la formación de triángulos, ahora hacían pequeños movimientos, permaneciendo siempre en ese lugar.
Algunas Naves formaron dos cruces, contra el fondo de las estrellas. Nosotros contemplábamos maravillados todo ese prodigio. Solo sobre nuestras cabezas se abrieron las nubes y precisamente donde se encontraba la formación de Naves, permaneciendo totalmente cerrada la nubosidad en todo el resto del cielo. Esto duró algunos instantes y luego lentamente se cerró el gran boquete de las nubes, quedando el cielo totalmente cubierto de nuevo.
Seguimos cantando con gran fervor un himno a María, la Madre de Jesús, y de pronto aparecieron las luces de dos o tres Naves, y una de ellas se movía al compás de nuestro himno, ejecutando leves movimientos en lo alto.
Gozosos emprendimos la vuelta hacia los vehículos y repentinamente la Hermanita nos señaló un punto de la faja de cielo rojizo limpio de nubes, junto al horizonte: -- ¡Otra nave allí! --. Todos miramos  atentamente hacia el lugar, cuando repentinamente, a pocos metros del suelo apareció de la nada, una Nave brillante que avanzó a gran velocidad y silenciosamente, dejando una estela luminosa como la de fuegos artificiales, y se fijó en el aire, después de un corto recorrido. Casi simultáneamente, una segunda Nave apareció también de la nada, en el mismo lugar que lo hizo la primera, y realizando un recorrido  a gran velocidad, dejando también su estela luminosa, llegó a fundir su forma discoidal con la primera, desapareciendo ambas en el acto. Donde en el segundo anterior había un portento ante nuestra vista y cuya trascendencia aun no alcanzábamos a comprender, en el segundo siguiente estaba solo la límpida franja de cielo rojizo junto al horizonte.
Esta demostración maravillosa de este vuelo de              Naves interplanetarias a baja altura, duró solo dos o tres segundos. En verdad, solo alcanzamos a gritar de admiración, nosotros pobres habitantes de este planeta primitivo.
Regresamos a los vehículos, y nos encontramos a los campesinos, que parados junto a su casa y habiéndolo visto todo, estaban maravillados y sorprendidos, y nos preguntaban cuándo volveríamos allí, para poder disfrutar de otra demostración “a domicilio.”
Testimonio dado por el Hermano Carlos Opazo Barragán, que fue testigo presencial de este hecho maravilloso, Sagrado y Divino. La Pintana, Santiago de Chile, noviembre de 2.017.

“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.”

martes, 7 de noviembre de 2017

Revelación sobre los estigmas o llagas de la crucifixión.


Son marcas físicas que aparecen en el cuerpo de una persona específica, hombre o mujer, a una edad determinada, en el minuto y segundo preciso de su vida terrenal; heridas que no tienen explicación médica científica alguna. Son llagas permanentes, sangrantes, dolorosas  en extremo, no coagulantes, sin infección ni olor a putrefacción, que aparecen en manos o muñecas, cabeza, espalda o costado, pies o empeines; similares a las heridas provocadas a nuestro venerado y amado Divino Maestro Jesús, el Mesías, en su crucifixión, hace ya 2.017 años.

El Divino Maestro Jesús, el Mesías
.
A través de toda la historia, y desde que el hombre tuvo conocimiento de este hecho trágico y espeluznante, ha sido una gran incógnita para creyentes, científicos y escépticos en este planeta.
En la incesante búsqueda de una explicación razonable, el ser humano ha generado varias hipótesis sobre este asunto. Algunos creyentes lo consideran un "Don Divino", encandilados con lo que ven sus ojos. Otros religiosos lo relacionan con el demonio y que es una maldición. Un pequeño grupo de profesionales psicólogos o psiquiatras, han dictaminado que se trata de una enfermedad sicosomática. Los menos, aquellos que no creen en nada, los ateos, lo  consideran un fraude.
Para entender este enigma del hombre terreno, se tiene que tener presente lo siguiente:
1°.- Que existe un solo Dios, Dueño y Señor de toda SU Creación.
2°.- Que existen Leyes Sagradas y Divinas que el hombre de la Tierra desconoce y que rigen todo el Universo Infinito.
3°.- Que la Ley de Justicia Divina da a cada cual lo que realmente se merece según sus obras. Al bueno lo premia y lo protege; en cambio al malo lo castiga, pero no enviándolo al infierno eterno, como dicen algunas religiones, sino que le permite reencarnar sucesivamente para saldar las faltas cometidas contra la Ley Divina.
4°.- Que existe la Ley de Causa y Efecto, Ley que nos rige en forma inflexible, y que vela por nuestro comportamiento en cada una de nuestras vidas terrenales, donde debamos reencarnar.
5°.- Que somos espíritus inmortales e individuales, e hijos de un mismo Padre, que en el Universo Infinito y poblado es llamado reverentemente Divino Padre Creador.
6°.- Que existe la Reencarnación, instrumento que el Padre Creador nos da, con el único propósito de progresar espiritualmente, enmendando los errores cometidos en vidas anteriores en las que hemos transgredido las Leyes Divinas.

¿Quiénes son los estigmatizados y en qué parte de la historia tiene origen su karma?

Para mayor comprensión sobre este escabroso tema, nos basaremos en las Sagradas Escrituras, y nos introduciremos  en el Evangelio de Mateo, Cap. 5 vs. 17 y 18, en el cual el propio Divino Maestro Jesús dijo: "17 No penséis que he venido a abrogar la Ley o los Profetas; no he venido para abrogarla, sino para confirmarla. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la Ley, hasta que todo se haya cumplido".

El Profeta Moisés y las tablas de la Ley de Dios.

El Maestro hace referencia a la Ley Mosaica, que son un conjunto de normas de comportamiento que el Divino Padre Creador entregó al Profeta Moisés, doce siglos antes del nacimiento del Divino Maestro Jesús, para regir al pueblo idolátrico que estuvo en servidumbre por cuatrocientos años. Estas Leyes se encontraban vigentes en su plenitud cuando reencarnó el Hijo Dilecto del Padre Creador, nuestro Divino Maestro Mesías.
Veamos ahora que nos dice la Ley del Talión, en Éxodo Cap. 21, vs. 23, 24 y 25. Dice: "23 Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie. 25 Quemadura por quemadura, HERIDA POR HERIDA, golpe por golpe".
En el Evangelio de Mateo Cap. 26, vs 51 y 52, el propio Divino Maestro Jesús reitera la vigencia de la Ley del Talión, diciéndonos: "51 Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del Sumo Sacerdote, le quitó la oreja.

52 Entonces Jesús le dijo: "Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que tomen espada, a espada perecerán".
En otra enseñanza del Mesías en Mateo Capítulo 7, vs. 1 y 2 nos dice: "1 No juzguéis para que no seáis  juzgados. 2 Porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que medís, se os medirá".
El Libro Apocalipsis escrito por el Profeta Juan el Evangelista, nos confirma la vigencia de la Ley del Talión, en Cap. 13, vs. 10, dice: "Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad, si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos". (Los Maestros de la Cosmogonía han revelado: "Todos los verdaderos fieles son santos").
En el Libro Levítico, Cap. 24, vs. 19 y 20, dice: "19 Y EL QUE CAUSARE LESIÓN A SU PRÓJIMO, SEGÚN HIZO, ASÍ LE SERÁ HECHO. 20 rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente, SEGÚN LA LESIÓN QUE HAYA HECHO A OTRO, TAL SE HARÁ A ÉL".
En Deuteronomio, Cap. 19 vs. 21, nos dice: "Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie".
Estando en conocimiento que esta Sagrada Ley Divina permanece en vigencia, escribiremos sobre los estigmatizados e iremos al corazón de la Ley Divina de Justicia, y nos haremos la siguiente pregunta: ¿Quiénes son estas personas que presentan las llagas de la crucifixión?


Giorgio Bongiovanni.

Teresa Neumann

Estos son espíritus que en una de sus reencarnaciones, transgredieron gravemente la Ley de Justicia de Dios Todopoderoso, lo que generó en ellos el karma de los estigmas.
Estos espíritus que se encuentran reencarnados en esta Era, son los mismos que vivieron en el tiempo de nuestro venerado y amado Divino Maestro Jesús, Hijo Dilecto de nuestro amadísimo Divino Padre Creador. Y por Ley Divina todos  aquellos que participaron en este hecho tan cruel, tienen que presentar los estigmas en cada una de sus reencarnaciones.
SON LOS MISMOS ESPÍRITUS QUE PARTICIPARON ACTIVAMENTE CON SAÑA INDESCRIPTIBLE EN LA CRUCIFIXIÓN DEL MAESTRO JESÚS.
Como las Leyes Divinas no están sujetas a ruegos ni perdones, la Justicia del Padre los ha sentenciado a mostrar, en todas sus reencarnaciones, las heridas que ellos causaron en el cuerpo del espíritu más Progresado del Universo, el Único que puede hablar cara a cara con su Creador Dios Todopoderoso.
En ellos está la prueba más clara de que la Ley de Justicia del Divino Padre Creador sigue vigente, porque las Leyes del Supremo Juez son eternas. Pero la ignorancia del hombre terreno, aquellos que no conocen la Grandeza de nuestro amadísimo Padre Divino Todopoderoso, endiosan a estos espíritus, con el único propósito de acrecentar la ignorancia de sus seguidores y fomentar las tinieblas.

Saulo de Tarso, llamado San Pablo.

Dentro del oscurantismo religioso, existe un personaje cuya identidad se ha mantenido en las sombras durante siglos, el cual también ha presentado los estigmas, pero se habla muy poco de él. Se trata del enemigo más grande que tuvo el Divino Maestro Jesús en esa época y en las venideras, después de su partida: Su nombre es Saulo de Tarso, el auto nombrado apóstol, el brazo armado del Sanedrín, perseguidor del Mesías y destructor del Mensaje Sagrado y Divino que nos envió nuestro amadísimo Divino Padre Creador por boca del mismo Maestro Jesús, a todo hombre y mujer de buena voluntad que quisiera escucharlo.
Pero a este espíritu inmundo no le bastó ser partícipe del asesinato del Maestro, sino que después de lograda su crucifixión, continuó persiguiendo a todos los seguidores del Mesías, intrigando y dirigiendo todas las persecuciones y asesinatos. Apresó y torturó a los fieles para que renegaran de su creencia y así tratar de borrar todo vestigio del Sagrado Mensaje, lo que no consiguió. Luego, como es sabido, fue alcanzado por un rayo y entonces este hombre ambicioso e intrigante, afectó una falsa conversión al Evangelio del Mesías. En verdad su "conversión" fue falsa, ya que después tergiversó el Mensaje del Mesías, creando una religión fraudulenta y adulterada, que dio origen a los dogmas falsos en que se basan las actuales religiones llamadas "cristianas".
Saulo de Tarso, este impostor blasfemo, fue sancionado de inmediato por la  Ley de Justicia Divina, a la cual nadie puede engañar porque es Perfecta, como lo Es Su Autor, Dios Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente.
En su Epístola a los Gálatas, Cap. 6, vs. 17, este falso profeta nos dice con sin igual cinismo: "De aquí en adelante nadie me cause molestias; PORQUE YO TRAIGO EN MI CUERPO LAS MARCAS (ESTIGMAS) DEL SEÑOR JESÚS". ¡Farsante! Era el Castigo Divino, por ser el primer instigador de la persecución y crucifixión del Mesías, por lo que deberá mostrar los estigmas por todas sus reencarnaciones. Saulo de Tarso es considerado el Primer Anticristo.
En el año 90 d. C., el Profeta Juan el Evangelista, relegado a la isla de Patmos por Herodes Tetrarca, escribió el libro profético "Apocalipsis", donde narra los acontecimientos del Fin de los Tiempos de la Humanidad, y en el Cap. 1, vs. 7 nos dice: "He aquí que viene con las nubes" -- refiriéndose a nuestro Hermano Mayor, el Divino Maestro Jesús, el Mesías -- " Y TODO OJO LE VERÁ Y LOS QUE LE TRASPASARON". EL Profeta Juan hace mención directa a los estigmatizados, que fueron los asesinos del Mesías.
El profeta Juan deja muy en claro que estos espíritus castigados por las Leyes Justas, Sabias y Perfectas de nuestro amadísimo Padre Creador, reencarnarán en estos días en que ya estamos viviendo plenamente el Apocalipsis.

"Con tus ojos mirarás y verás la paga de los impíos" (Salmo 91: 8)

Hermano Claudio Silva Ferrada.
Octubre de 2017.

"Gloria la Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad".

domingo, 29 de octubre de 2017

¡Una “Evasión de la Muerte”! …y la Ley de la Compensación”.

Gracias a la benévola acogida de Hermes, puedo relatar a los amables lectores de este interesante Blog que él administra, una experiencia personal  que en mi juventud constituyó una gran enigma, que atenazó mi conciencia durante muchos años. Pero cuando gracias a la misericordia de nuestro amado Divino Padre Creador, en la mitad de mi vida encontré la Luz de la Verdad, al ingresar a la Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén, y después de algunos años de labor junto a mis hermanos, tuve la ocasión de preguntar a uno de los Maestros de la Cosmogonía, que llegaban hasta nosotros a través de Madrecita Laura Antonia, sobre el significado de este enigma.  Gracias a la bondad y sabiduría del Maestro, este enigma quedó completamente dilucidado.
He aquí la historia: Nací en el Sur de Chile, cerca de la ciudad de Concepción. Al llegar a los dieciocho años, era un joven alto, gallardo, bien parecido – decían – y gran deportista. Jugaba de arquero en el equipo de fútbol de mi curso y durante las vacaciones practicábamos con mis hermanos, casi todas las tardes en un estadio cercano. Mi ídolo era Sergio Livingstone, el popular “sapito”,  el famoso arquero de la selección chilena de fútbol de entonces. Yo copiaba su estilo de juego – lo vi jugar una vez en Concepción -  y todos los detalles de su vestimenta de arquero. A los dieciocho años jugué al arco en un equipo local, algún partido consagratorio, pues había desarrollado gran seguridad y agilidad en el juego.
Llegó el año 1948 y debí cumplir con mi Servicio Militar, en el Curso de Estudiantes, en dos períodos de tres meses durante las vacaciones. Me tocó en un Regimiento de Caballería. Yo estaba feliz. Siempre me habían gustado los caballitos, aunque no sabía montar, pero tenía plena confianza en mi excelente estado físico, así es que reconocí cuartel con mucho entusiasmo.
Por fin en el Regimiento, llegó el momento de la primera lección de equitación. A cada conscripto se nos asignó un caballo, provisto de una sencilla brida y de una montura sin estribos, pues había que montar de un salto, “a lo huaso”, para luego realizar una serie de ejercicios sobre la montura, como ser: la tijera, el volteo doble o sencillo, etc., mientras el caballo iba al trote o al galope.
Siguiendo las instrucciones, de pié al lado izquierdo del caballo, tomo la brida con la mano izquierda y al mismo tiempo agarro una correa de la parte delantera de la montura, llamada quinta rienda, y balanceando la pierna derecha, para pasarla por sobre la montura, me doy impulso con la pierna izquierda y… ¡Horror!... ¡No me pude levantar del suelo! ¡Quedé como pegado al suelo!... Parecía que el peso de mi cuerpo se hubiera multiplicado por mil. Intentaba el salto una y otra vez… y ¡nada! No podía despegarme del suelo. En mi desesperación me preguntaba, ¿Qué me pasa?¿Dónde está mi agilidad? Lo intentaba de nuevo… me daba impulso y nada… imposible…no podía montar. Las gotas de sudor corrían por mi frente. Mis compañeros, que realizaban el ejercicio sin problemas, se reían de mí incapacidad…Mientras que ya el sargento estaba a mi lado, rojo de cólera, vociferando como solo los sargentos saben hacerlo y paseándose a grito pelado por todo mi árbol genealógico, mientras yo inútilmente, redoblaba mis esfuerzos. Mi pobre caballito, “Lardo” se llamaba, doblaba sus patitas delanteras, agachándose para que yo pudiera montar. ¡Como lo amé! Si hubiera podido lo habría comprado para tenerlo conmigo el resto de mi vida. Pero ni con su ayuda podía saltar. Yo habría jurado que una mano invisible me sujetaba fuertemente del cinturón, por mi espalda, impidiéndome montar.
A todo esto, gracias a Dios, se acercó de a caballo el Capitán comandante del escuadrón y con mucha experiencia y buen tino ordenó al sargento: “¡Sargento, que el conscripto no haga este ejercicio, sino que sea el jinete cabeza de su grupo de equitación y que solo se preocupe de llevar el aire, ya sea de trote, paso o galope! ¡A su orden mi capitán! Respondió el sargento, cuadrándose; y así quedó superado este escollo tan bochornoso e inexplicable para mi, que constituyó un trago amargo, aunque no el único, como se verá más adelante.
Además del amor y agradecidos cuidados que prodigué a mi caballito, aprendí todas las reglas de la equitación, las que practiqué montando todos los días durante tres meses, de manera que quedé transformado en un verdadero centauro, pues formaba con mi caballo una sola entidad, ya que además, él me adivinaba el pensamiento. En la revista final salí distinguido en mi grupo en equitación.
Pero el episodio relatado no fue mi única desventura dentro del servicio militar. Poco tiempo después del incidente relatado, seguía nuestra instrucción con equitación todas las mañanas e instrucción de infantería en la tarde, con el manejo de la carabina y otras armas. En cierta ocasión debimos saltar, portando la carabina, un foso  de unos dos metros de profundidad y con su fondo erizado de rieles y alambres de púas. Me tocó el turno de saltar y con una carrera previa, tomé todo el impulso posible, pero lamentablemente caí con todo el peso del cuerpo en mi talón derecho, quedando tendido en el suelo con un dolor lacerante en el talón. Fui a parar a la enfermería donde el médico diagnosticó “contusión en el pie derecho”, y después de dos días de tratamiento con pomada ictiol y compresas calientes, me dio de alta y de nuevo al servicio. Pero yo no podía afirmar el talón lesionado. Cada vez que lo hacía, veía estrellas de dolor. Tozudamente me empeñé en continuar el servicio sin dar parte de enfermo. En la instrucción matinal no había problemas, pues no bajábamos de nuestras monturas en toda la mañana. Pero en la tarde, en la instrucción de infantería era el suplicio, pues en todas las marchas cojeaba sin poder afirmar mi talón lesionado. Terminó mi primer período de instrucción y el dolor persistió a lo largo de casi todo el año, para finalmente desaparecer. En el segundo período, fue solo un mes de campaña en el terreno y finalmente salí licenciado con el grado de Alférez, recibiendo después el despacho de Sub-Teniente de Reserva del Ejército Chileno. ¡Había cumplido con la Ley!
Pero en mi espíritu quedó la incógnita del incidente donde me fue imposible montar de un salto.
Cuando pasados muchos años, y ya en la Congregación pude formular la pregunta al Maestro, la respuesta fue la siguiente: -- “Tú tenías el karma de desencarnar en ese ejercicio. Ibas a caer del caballo, que te iba a pisar en medio del galope. El médico iba a diagnosticar lesiones leves, pero tú ibas a sufrir una hemorragia interna de la cual ibas a desencarnar. Por eso el Padre envió a un Ángel que te sujetaba del cinturón, impidiéndote montar, para que no realizaras ese ejercicio. De esa manera el Padre, Único Dueño y Señor de los destinos de los hombres, evitó que desencarnaras, porque Él te tenía destinado a conocer la Luz de la Verdad en la Congregación. Respecto al accidente de tu pie derecho, tú sufriste en esa caída la fractura del hueso calcáneo del talón. Todo ese sufrimiento que pasaste por ese accidente, fue la Ley de la Compensación, porque el Padre preservó tu vida física. ¡Glorifica al Padre!”.
Cada espíritu que reencarna en la Tierra cumpliendo las cuatro Leyes de la Vida: Nacer, Vivir la vida de la tierra, Desencarnar y Reencarnar, llega a la vida terrena con su destino trazado, ya sea a cumplir una misión  o a pagar sus numerosos karmas, y con su momento fatal de desencarnar, determinado para un día, hora, minuto y segundo precisos, en que debe cortarse el Hilo de la Vida. Cuando éste se corta, cesa la vida en el cuerpo físico y comienza a descomponerse. Pero nuestro amadísimo Divino Padre Creador, puede prologar la vida física según Su Voluntad, haciendo experimentar al espíritu encarnado una o más “Evasiones de la Muerte”, según Su Justicia Divina Perfecta, Infalible e Inexorable.
Gracias a Madrecita y a la Profeta Sucesora hemos conocido estas enseñanzas de Verdad, para ir comprendiendo cada vez más las Leyes Divinas que rigen la Naturaleza, por lo cual, se van deshaciendo paulatinamente los oscuros “misterios” y los mal llamados “milagros”; y va resplandeciendo la Luz de la Verdad en nuestros espíritus, ya que todos los fenómenos de la Naturaleza ocurren debido a las Leyes Divinas Perfectas, Precisas e Inmutables, que el hombre de la Tierra desconoce en su mayor parte, porque en su soberbia, no quiere conocer al Divino Padre Creador, Divino Autor de la Vida y de Todo lo que existe.


“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.”

domingo, 15 de octubre de 2017

La Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén cumplió 50 años de vida.

Los hermanos de la Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén, celebraron el 50° Aniversario de la Fundación de su Congregación, por Madrecita Laura Antonia, la profeta chilena del Apocalipsis, el 2 de octubre de 1967 en Santiago de Chile.
El lunes 2 de octubre pasado, los hermanos rezaron una Cadena Sagrada de oraciones y cánticos al Divino Padre Creador, a las 21:00 horas en su Sede Templo de la Pintana.

La celebración culminó el sábado 7 del presente mes a las 19:00 horas en su Sede Templo, con una Reunión y cóctel donde los hermanos, familiares e invitados rememoraron diversos hechos de la vida de la Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén.






































Gloria al Divino Padre Creador en las Alturas y paz a los hombres de buena voluntad, así sea.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Un testimonio de la Inmortalidad del espíritu y su división, con el objeto de pagar sus numerosos karmas, mediante la Reencarnación.

He solicitado a Hermes que publique mi humilde testimonio personal sobre la Inmortalidad del espíritu humano, su división en "otros yo", y la Reencarnación.
Desde mi adolescencia me sentí atraído por los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Hacia el final de la Guerra, yo tenía unos 14 años. Más adelante, al leer la historia de la Guerra me tocó profundamente el episodio de la batalla de Midway, librada en el Océano Pacífico, donde los portaaviones norteamericanos atacaron por sorpresa a la flota japonesa, que avanzaba a la conquista de la base americana de la isla Midway. Fue una victoria de la Marina de EE.UU. que marcó un punto de inflexión de la Guerra en el Pacífico a favor de EE.UU.
Habiendo años más tarde  ingresado a nuestra bendita Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén, me atreví a preguntar a nuestros Maestros de la Cosmogonía, que nos guían y protegen, si un otro yo mío había estado en la Batalla de Midway. Como sabemos, nuestro Divino Padre en Su infinita Misericordia permite a los espíritus humanos con cierto progreso, que se dividan, de manera que puedan tener varias reencarnaciones simultáneas en distintos países del Orbe; esto con la finalidad que vayamos pagando más rápidamente los numerosos karmas que traemos a cuestas en cada reencarnación.
La benévola respuesta de los Maestros a mi pregunta, fue clara y precisa: "Sí, estuviste en la Batalla de Midway. Fuiste un aviador norteamericano que desencarnó allí". Con esta repuesta Sagrada y lleno de anhelo, me puse a investigar en Internet y pude llegar a la conclusión que yo había sido uno de los pilotos de una escuadrilla de aviones torpederos del portaaviones "Hornet", que en esa batalla fueron todos derribados, al atacar a los portaviones japoneses, pereciendo heroicamente todos los 30 aviadores, en la primera fase de la batalla de Midway; con la excepción del Alférez George H.Gay Jr. que fue rescatado de las aguas posteriormente.
Mientras toda la atención de los marinos y aviadores japoneses estaba concentrada sobre los torpederos americanos que atacaron ras de agua, desde las nubes atacó una escuadrilla de aviones americanos de bombardeo en picada, que hundieron varios portaviones japoneses, consiguiendo la victoria.
Vi una fotografía del grupo de los aviadores americanos a bordo de su portaviones, y allí mi espíritu reconoció a mi otro yo: Era el piloto naval y Capitán de Corbeta. John Charles Waldron, comandante de la escuadrilla de aviones torpederos Douglas TBD-1 "Devastators", del portaaviones Hornet. Mi deducción fue confirmada por los Maestros de la Cosmogonía.

Pilotos de los aviones torpederos del portaviones americano Hornet.
Capitán de Corbeta Charles Waldron, en tenida de combate, a bordo del portaviones Hornet.
El Comandante Charles Waldron a la derecha, y su artillero.


Capitán Charles Waldron, piloto naval y Comandante de la escuadrilla de aviones torpederos del Hornet, en la batalla aeronaval de Midway.


Avión torpedero TBD "Devastator"
El avión del Comandante Charles Waldron, despegando del portaviones Hornet, hacia  su destino fatal.

Entonces oré y rogué al Divino Padre que me permitiera revivir mis últimos momentos en esa batalla aeronaval. Para el efecto, y habiendo practicado durante varios años la Meditación Espiritual enseñada por nuestros Maestros, me tendí en mi cama y comencé a meditar teniendo los ojos cerrados, y muy pronto comencé a ver en mi campo visual espiritual, como una película en blanco y negro cuya escena se veía atenuada, y donde yo me veía conduciendo mi avión a todo motor casi a ras de las olas. Frente a mí y aún lejana se veía la silueta de un Portaaviones japonés, al que yo atacaba con gran determinación, mientras desde la nave me hacían un feroz fuego antiaéreo. El aire a mi alrededor se comenzó a llenar de copos negros, de los proyectiles que estallaban cada vez más cerca de mi avión y que ya empezaban a dañarlo, por lo que me vi obligado a volar en zig zag. Pero de pronto veo salir llamas del motor y luego una gran explosión, que abarcó todo mi campo visual espiritual. Desencarné instantáneamente, y sin dolor, ni sentir nada, me veo volando en espíritu a gran velocidad hacia una maravillosa Luz circular que está en Lo Alto. ¡La Luz del Divino Padre Creador! ¡Aleluya!
Y aquí estoy en esta mi actual reencarnación en Chile, paralela en un tiempo a la del heroico Comandante norteamericano Charles Waldron, dando este testimonio inolvidable de la Verdad de la inmortalidad del espíritu y de su división para pagar sus karmas simultáneamente en distintas naciones, gracias a la Misericordia de nuestro Divino Padre Creador y a Su Justicia Infalible e Inexorable, que se expresa en la Ley del Talión: "Ojo por ojo, diente por diente, pie por pie, mano por mano, vida por vida", y que nuestro Maestro Mesías confirmó así: "Con la vara que mides, serás medido"...
Con amor fraternal, me permito compartir este maravilloso testimonio de la Verdad, con todos los hombres y mujeres de buena voluntad que creen en la existencia del Creador Divino, que nos ha dado el ser y la vida y que mediante Su Infinita Misericordia, nos permite ir pagando nuestros karmas (faltas a la Ley Divina que generan penas o castigos), mediante la Ley Divina de Justicia que es la Reencarnación, con el objeto de ir purificando nuestros espíritus y así poder acercarnos cada vez más al Divino Autor de la Vida y de Todo lo que existe: Nuestro amadísimo Divino Padre Creador.
¡Bendito y alabado sea Su Santo Nombre, por los siglos de los siglos! ¡Así sea!

Hermano Íkaro.


"Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad".