* Usar a los mares, ríos y lagos como vertederos de desechos
orgánicos, residuos industriales y todo tipo de basuras.
* Talar miles de hectáreas de bosques para fabricar papel
higiénico y otros usos.
* Fabricar armas nucleares capaces de destruir varias veces
nuestro planeta.
* Realizar una saga espacial, con el objeto de conquistar
otros planetas, para implantar allí nuestro modo de vida irracional y
autodestructivo.
* Volver a la etapa de la vida cavernaria para la solución
de las controversias, utilizando las amenazas de guerra nuclear y guerra
comercial, en pro de los intereses económicos e industriales y el afán de poder
y dominio mundial, olvidando todos los valores humanos y los principios de la
equidad, la razón y la justicia.
* Y lo peor de todo -- y esto es lo que lleva al género
humano a su autodestrucción total --, negar la existencia del Divino Padre
Creador, el Todopoderoso Dios, Autor de la Vida y de todo el Universo Infinito
y Maravilloso, Obra Perfecta de Sus manos y Cuya Sabiduría Inconmensurable ha creado
las Leyes Sabias, Perfectas e Inmutables, que rigen al eterno devenir del Universo
y de la Naturaleza toda.
¡Ah! Pero el hombre vanidoso y soberbio, en su ignorancia de
la existencia del Todopoderoso Creador Divino -- que de ninguna manera es el
falso dios que han creado los anticristos, aquel que con injusticia perdona los
más horribles pecados contra el prójimo y la Naturaleza, sembrando la más completa
inmoralidad en la humanidad terrena --, este
hombre terreno, sin principios morales y envuelto en una tecnología
hipertrofiada, se ha erigido en un semidiós que se cree autosuficiente y
perfecto, dueño de su destino, para tratar con total libertinaje a su planeta
nodriza, erigiéndose además en conquistador del Universo.
En efecto, se ha permitido romper el átomo, ladrillo básico del
Padre para la creación Universal. ¡Qué aberración! Ha emprendido la demencial
Saga Espacial, para encontrar solo desiertos inhóspitos en otros Mundos.
Se ha permitido intervenir en los genes, para eliminar
enfermedades y crear seres transgénicos y toda clase de aberraciones genéticas,
ignorando que en los genes está inscrita la Justicia del Creador Divino. ¡Pero
si la Tierra es un planeta inferior, donde llegamos a reencarnar, para pagar
las faltas cometidas contra nuestros prójimos en vidas anteriores! ¿Acaso el
Maestro Divino no enseñó: “¿Con la vara que mides, serás medido”? Y eso sucede
mediante la Reencarnación, ya que en los genes vienen determinadas las
enfermedades o la predisposición a ellas, que debemos sufrir en la vida
presente, para pagar los daños causados a nuestros prójimos en vidas
anteriores. Así vamos pagando nuestras faltas de vida en vida. ¡Dios pone
llagas en nuestros cuerpos, para sanar nuestras almas!
De eso se deduce, que aquellos que eliminan enfermedades
desde los genes, están yendo contra la Justicia Perfecta del Creador. La
Medicina puede atenuar los sufrimientos, pero las enfermedades desaparecerán
cuando la humanidad respete los Mandamientos del Divino Creador. La justicia
del Padre Divino todo lo somete y todo lo que sucede en este Mundo es por Su Justicia.
Pero, ¿para qué seguir predicando en el desierto?
Os invitamos a continuación, a observar el aspecto pavoroso
de la contaminación de los océanos del planeta Tierra. Citemos la siguiente
noticia:
Citado de Internet, de RT SEPA MÁS, 25 de marzo 2018.
Un mapa animado de la NASA muestra las rutas oceánicas de las “islas de
basura”.
La agencia espacial estadounidense NASA, ha creado una
visualización de la contaminación de los océanos, consistente en un mapamundi
que muestra el movimiento de las toneladas de residuos de plástico acumulados
en las aguas marinas en los últimos 35 años.
Actualmente, 8 millones de toneladas de basura flotan en los
océanos. Llevados por las corrientes marianas, estos residuos se concentran en
cinco inmensas “islas de basura”, informa “Daily Mail”.
Uno se pregunta: ¿Cómo es posible que estas naciones líderes
de la Tierra, no hayan encontrado solución a estos graves problemas ecológicos?
Han desarrollado una tecnología que les ha permitido poner hombres en la Luna y
sondas exploradoras en otros planetas, pero no se han interesado en implementar
industrias ecológicas –que son de imprescindible necesidad y que darían trabajo
a millones hombres y mujeres en todo los países --, para reciclar el plástico y
reaprovechar los elementos químicos que lo constituyen, o purificar
perfectamente las aguas servidas y reutilizarlas en la agricultura, o inventar sustitutos
al uso de la madera en la construcción de viviendas y en la fabricación del
papel, con el fin de no explotar los bosques con esta finalidad, puesto que la
función del árbol es vital para el
entorno ecológico, el ciclo del agua y la mantención de la tierra vegetal como
materia orgánica viviente.
Se sabe que donde faltan los bosques, viene la sequía, la erosión
y llega el desierto.
Pero por el momento, dejemos hasta aquí nuestros
comentarios…
Además, se acerca “La Hora de la Retribución”, donde cada
cual habrá de recibir lo que merece, de acuerdo a sus obras. Así está escrito
está en los Libros Sagrados.
Mientras, los hombres y mujeres en todo el Mundo, que
humildemente laboramos en forma cotidiana en pro de la familia y la Nación que
nos cobija, cumpliendo las leyes y practicando la paz y la justicia, adorando
al Divino Padre Creador y obedeciendo las Leyes Sabias del Padre Divino, amando
Su Naturaleza y admirando Su Universo, como la Obra más hermosa y maravillosa
que existe, seguiremos bogando contra la corriente de la humanidad ciega y
sorda, atea y materialista, que día a día se desliza en forma inexorable hacia
el despeñadero.
“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la
Tierra a los hombres de buena voluntad”.