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martes, 31 de julio de 2018

Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén.


Hemos predicado el verdadero Evangelio del Divino Maestro Jesús, el Mesías.


El Divino Maestro Jesús, el Mesías, predicando la Verdadera Palabra de Dios. (pintura de Karl Bloch.)

He aquí el respaldo a nuestra palabra, en la verdad que aun permanece en las Sagradas Escrituras de la Biblia.
Decimos: “en la verdad que aún permanece en las Sagrada Escrituras”, porque la Biblia ha sido tergiversada en todos los tiempos por Saulo de Tarso, en sus distintas reencarnaciones a través de los siglos y en diversas naciones. El primer Anticristo y sus secuaces, han tenido la funesta ocupación de oponerse a la Misión Sagrada de los Profetas, que han traído a la Tierra la verdadera Palabra de Dios Todopoderoso, Padre Creador.
Nuestro Divino Maestro Jesús, el Mesías, nos ha revelado, a través de nuestro “Puente Espiritual” que: “Más de la mitad de la Biblia está mala”. Entonces tomaremos para este trabajo, sólo algunos de los versículos que aún permanecen en la verdad.
1.- La existencia del Divino Padre Creador, Dios Todopoderoso, y distinto de Su Hijo Dilecto, el Mesías. En la Biblia el Padre Divino ha sido llamado con distintos nombres: Dios, Yahvé, Jehová, “mi Padre que está en los cielos” … Para los Maestros de la Cosmogonía es el Divino Padre Creador, y así lo llamamos nosotros, los humildes siervos.
En el Evangelio de Mateo, 3:16-17, dice: “Bautizado Jesús, al instante que salió del agua, se abrieron los cielos y vio bajar el Espíritu de Dios como paloma y venir sobre él y oyó se una Voz del cielo que decía: “Este es mi Hijo muy amado, en quien tengo mis complacencias”.
El Espíritu Santo en forma de paloma desciende sobre el Mesías. Imagen de vitus-passoadiante. Blogspot.com.

Otro episodio de similar importancia al respecto, está descrito en Mateo 17:1-5: “Seis días después, tomó Jesús a Pedro, a Santiago y a Juan, su hermano, y los llevó aparte, a un monte alto. Y se transfiguró ante ellos; brilló su rostro como el Sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías hablando con él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: “Señor, que bien estamos aquí. Haré tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Aún estaba él hablando, cuando los cubrió una Nube resplandeciente y salió de la Nube una Voz que decía: “Este es mi Hijo amado en quien tengo mis complacencias; escuchadle”.
La Transfiguración del Divino Maestro Jesús, el Mesías, en el Monte Tabor. Imagen de “destello celestial.”
Con estos episodios maravillosos, podemos comprobar que el Divino Maestro Jesús, el Mesías, es el Hijo Dilecto del Padre Divino, y que el Maestro no es Dios, sino una criatura del Padre. El Maestro de los Maestros, siempre habló de “Mi Padre que está en los cielos”.
El Divino Maestro Jesús dijo: “No penséis que he venido a destruir la Ley de Dios ni las revelaciones de los Profetas, no he venido a destruirla, sino a confirmarla”. Es decir, la Ley del Talión era siempre la misma: “Ojo por ojo, diente por diente” …El Maestro enseñó: “Con la vara que mides, serás medido”; el daño que haces a tu prójimo, lo recibirás en igual forma. En otras palabras, nunca ha existido el “perdón de los pecados” en la Ley de Dios.
Lo que el Divino Maestro decía a los enfermos, al sanarlos, no era: “Tus pecados te son perdonados”. Esa fue una tergiversación de Saulo en los Evangelios, pues el Anticristo inventó el perdón de los pecados, lo que es una mentira. Lo que el Maestro decía era: “Tus pecados te han sido remitidos”, es decir: “Ya pagaste tu culpa, ahora yo te sano en el Nombre del Padre”.
El Divino Maestros Jesús, el Mesías, sana a un ciego. Imagen de ortodoxia md.
El Divino Maestro trajo a la Tierra la llama Divina del Amor al Padre y al prójimo, y combatió el vacío cumplimientos de los preceptos de la Ley Mosaica, como el lavado de las manos antes de comer y el lavado de los vasos, etc.; pero los espíritus de esos religiosos de su tiempo, estaban llenos de pecado. Así lo dijo el Maestro a los Fariseos hipócritas: “Sepulcros blanqueados, muy blancos por fuera y por dentro llenos de carroña y suciedad.”
El Divino Maestro Jesús increpa a los Fariseos. Pintura de James Tissot. Imagen de World press.com

2.- El nacimiento en el último confín de la Tierra, en Chile, de la profeta del Apocalipsis, Madrecita Laura Antonia, que en el siglo XX-XXI, anunció la existencia de Dios Todopoderoso Padre Creador y Su Justicia Infalible, que no perdona los pecados, sino que da a cada cual lo que es debido: al bueno lo premia y al malo lo castiga, y el comienzo de los Últimos Tiempos de la humanidad terrena, desde mayo de 1972, donde comenzaba la cuenta regresiva para el Día Final o Día de Yahvé. Madrecita fue anunciada por el Maestro en el Evangelio de Juan, 14:15-18, “Y si me amáis, observad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros eternamente, a saber, el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce; pero vosotros lo conoceréis, porque morará con vosotros. No os dejaré huérfanos”. Por su parte, el Apóstol Juan Evangelista, en su libro Apocalipsis 12: 1, dice: “En esto, apareció un gran prodigio en el cielo; una Mujer vestida del Sol y la luna debajo de sus pies y en su cabeza una corona de doce estrellas”. Así fue anunciada Madrecita como la Mujer Apocalíptica, la ciudad simbólica de La Nueva Jerusalén, de las Sagradas Escrituras de la Biblia.

Madrecita Laura Antonia, la Profeta del Apocalipsis

3. La existencia de la Reencarnación, con el objeto que en la Tierra nuestros espíritus inmortales vayan pagando sus culpas cometidas contra sus prójimos, en vidas sucesivas, en distintas épocas y pueblos, y así limpiar sus espíritus de toda mancha, merced a sufrimientos morales y físicos.
En Mateo 8:27-28, dice: “Desde allí partió Jesús con sus discípulos por las aldeas de Cesárea de Filipo y en el camino les hizo esta pregunta: “¿Quién dicen los hombres que soy yo?” Y ellos respondieron: “Unos que Juan el Bautista, otros que Elías y otros en fin que eres como uno de los antiguos profetas.” Como podemos ver, en esa época se conocía y aceptaba la existencia de la Reencarnación, como Ley Divina.
El Divino Maestro Jesús, el Mesías, se aparece a su esposa María Magdalena, después de desencarnar en la cruz. Pintura de William Brassey Hole. María Magdalena reencarnó como Madrecita Laura Antonia, la Nueva Jerusalén, la Profeta del Apocalipsis, en el siglo XX, en Chile.

4. La existencia de las Naves Intergalácticas de los Maestros de la Cosmogonía, que los hombres terrenos, en su soberbia y maldad y en abierto rechazo, llaman OVNIS (Objetos Voladores No Identificados) ¡Que blasfemia contra los Enviados del Padre como Mensajeros Divinos y Ejecutores de Su Justicia!

Este rechazo a la ayuda que los Ángeles y Arcángeles del Padre Divino, costará muy caro a los habitantes de la Tierra. Sin embargo, Madrecita Laura Antonia reveló Su presencia en los cielos de nuestro planeta y especificó la Misión Sagrada de Ellos. La aparición de las Naves Intergalácticas ha sido masiva en los cielos de todo el planeta Tierra, por decenas de años en este tiempo del Apocalipsis, además del sonido de las Trompetas del Apocalipsis y otras señales portentosas en los cielos. Por otra parte, los acontecimientos actuales en todo el planeta, tanto telúricos como meteorológicos y de todo orden, están señalando claramente que ya estamos en el fin del Final de los Tiempos de esta mal llamada civilización, que se encuentra al borde de la auto destrucción.
En las Sagradas Escrituras, en el Antiguo Testamento, en el Libro Éxodo 13:21-22, dice:” E iba el Señor delante de ellos, para mostrarles el camino. De día en una Columna de Nube y por la noche, en una Columna de Fuego, sirviéndoles de guía en el viaje día y noche. Nunca faltó la Columna de Nube durante el día, ni la Columna del Fuego por delante del pueblo.”
La Columna de Nube -- Nave de los Maestros de la Cosmogonía –
guiando a Moisés y a su pueblo en el Éxodo. Imagen de Google sites.
5. El Juicio Final. Mateo 25:31: “Cuando venga, pues, El Hijo del Hombre con toda Su majestad y acompañado de todos sus Ángeles, se sentará en el Trono de su Gloria y hará comparecer delante de Él a todas las naciones y separará a los unos de los otros, como el pastor separa a las ovejas de los cabritos.”
El Apóstol Juan Evangelista en su libro Apocalipsis, que significa “Revelación de cosas futuras”, escribió en Cap. 1:3 “Bienaventurado el que lee y escucha las palabras de esta profecía y observa las cosas escritas en ella, pues el tiempo de cumplirse está cerca.”
Bendito sea el Nombre del Todopoderoso, ahora y para siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Hermana Lorena Perelló V.

domingo, 15 de julio de 2018

EL ESPÍRITU DE UN OSITO DE PELUCHE


Osito de peluche confeccionado por las hermanas de la Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén. (Foto del hermano Miguel Vásquez Alegría, junio 2018)

¿Han visto ustedes, amables lectores, esos vilanos que, flotando por el aire como pequeños paracaídas, son llevados caprichosamente por la suave brisa? Van subiendo y bajando por el aire, como en una leve danza, portando cada uno de ellos un germen de vida en su diminuta flor-semilla, para que vaya a germinar lo más lejos posible de la tan conocida y benéfica plantita “Diente de León”, de la cual proceden.
Yo, que soy el espíritu de un osito de peluche, he sido endilgado a la Tierra por un Ángel y también vuelo por la atmósfera, en busca de mi destino de reencarnación; y veo pasar por mi lado a los vilanos, que llevan su semilla de vida. Yo también llevo una semilla sagrada y de vida: La semilla del Amor fraternal universal que debiera alentar en los corazones de todos los hombres de la Tierra.
Pero ¡Ay! En mi vuelo he visto como la humanidad terrena no reconoce al Padre de Todo lo que existe, ni respeta Sus Leyes Sabias. Y en vez del amor, practican el materialismo, el ateísmo, la violencia y el asesinato colectivo de la guerra.
Esa es la consecuencia de que las religiones establecidas y los gobiernos de turno en Chile, no quisieron reconocer en el siglo XX, a la Profeta Madrecita Laura Antonia, que en aquel entonces anunció la existencia del Dios verdadero, y la llegada del Apocalipsis. Ella fue enviada a la Tierra por el Padre para guiarlos, pero fue encarcelada, rechazada, perseguida y calumniada. Por lo tanto, los incrédulos perversos ahora viven las consecuencias de su soberbia e impiedad.
Con mi espíritu acongojado por esta realidad, continúo mi vuelo hasta una parcela un poco al Sur de la ciudad de Santiago. ¡Ahí está! Es la sede de la Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén. Este terreno sagrado, que un día pisaron los pies benditos de Madrecita, que allí regaba a sus plantitas y en trances catalépticos recibía a los Maestros de la Cosmogonía Universal, que, desde sus Naves Perfectas, bajaban en espíritu para incorporarse en la materia de ella, entregando enseñanzas e instrucciones a sus discípulos.
Aquellos que resultaron fieles al Mandato Sagrado recibido, son los que hoy perseveran en su Templo en el camino por ella señalado, sirviendo y adorando al Divino Padre Creador, guiados hoy por la Profeta Sucesora que cumple el mismo rol Sagrado de Madrecita.
Esta Sede Templo es una parcelita llena de arbolitos, ¡Qué hermosa es! y con tres modestos edificios, taller y bodegas. A uno de estos edificios penetro a través del techo y siempre invisible, encuentro allí una pequeña colmena humana. Es domingo y varias hermanas trabajan afanosamente allí, fabricando juguetes de paño: ositos de peluche, conejitos, gatitos, tortuguitas…y sus conversaciones semejan el rumor de una colmena de abejas humanas. Por su parte, los hermanos, trabajan en un taller de carpintería fabricando lindos juguetes de madera no bélicos.
Pero, ¡He aquí que he llegado a mi destino! Pues en este preciso instante una de las hermanas da el toque final a un osito de peluche, al terminar de atarle una primorosa cintita de adorno. Ha quedado precioso. ¡Y ya está! Me meto de inmediato dentro del osito y le doy vida, aunque es una vida inanimada.
¡Cuán hermosa es mi misión! Ahora esperaré pacientemente durante varios meses guardado en una bodega, envuelto en una bolsita transparente, hasta que llegue la víspera de Navidad. Entonces todas estas abejitas humanas vestirán sus túnicas blancas, con el corazón rojo del Amor del Divino Maestro en el pecho, donde está pintado el Espíritu Santo del Padre como paloma blanca, y cargadas con sacos llenos de juguetes, llegarán en grupo a escuelas y poblaciones de la zona, entregando su cargamento del más puro amor del Padre y del Maestro. Y al entregar con sus propias manos un juguete a cada niño y niña, recibirán la más hermosa compensación a sus esfuerzos de todo el año: la pura y límpida sonrisa de felicidad, que iluminará los rostros infantiles en ese día glorioso. ¡El Día del Amor del Padre, del Maestro, de Madrecita Laura Antonia, de la Profeta Sucesora, y de todos sus discípulos!
He aquí que, como un osito de peluche saturado de amor, estoy orgulloso de compartir con estos verdaderos cristianos: Casados y solteros, niños, jóvenes y ancianos, entre los que hay personas de toda condición social y profesional, toda gente de trabajo y estudio, útiles a la Patria y a la sociedad y que todos los domingos del año, se reúnen en su Sede para servir al Padre, fabricando juguetes para ser donados a miles de niños en vísperas de cada Navidad.
Es así como después de su faena de trabajo cada tarde de domingo del año, al final de la jornada, a las 21 horas, elevan fervorosos cánticos y oraciones al Divino Padre Creador, durante treinta minutos, ante de retirarse felices a sus domicilios, por haber cumplido el principal Mandato de la Ley de Padre Divino: “Amar al Padre Creador por sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo”.
Pero ese amor lo entregan en estricta justicia: A los niños inocentes y a los desvalidos; pero no a los impíos y burladores, que atropellan a su antojo a las Leyes Sagradas del Padre, que son las Leyes Perfectas e Inmutables que rigen a la Naturaleza, en la Tierra y en todo el Cosmos infinito y variado, Obra Perfecta de Sus Manos.
 Ellos realizan su culto sencillamente, sin oropeles ni parafernalias, ni fabulosas riquezas materiales, pues les ha sido revelado desde Lo Alto que, en los tiempos antiguos, fueron seguidores del Maestro en esa lejana tierra que fue santa, mientras el Mesías encaminó sus pasos por ella. Por eso, tienen siempre presente los principios del verdadero cristianismo, enseñados por el Maestro de los Maestros:



El Divino Maestro Jesús, el Mesías. (Pintura de Karl Bloch)


“Bienaventurados los humildes de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacíficos, porque hijos de Dios serán llamados.
Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad puesta sobre un monte no se puede esconder.
De esta forma ha de brillar vuestra luz delante de los hombres, para que, viendo vuestras buenas obras, den gloria a vuestro Padre que está en los cielos.
…Porque os digo que, si vuestra justicia no fuere mayor que la de los Escribas y los Fariseos, no entrareis en el Reino de los Cielos”.
Bueno, amable lector o gentil lectora, he cumplido con expresaros mis sentimientos, al observar y convivir con estos hombres, mujeres y niños, que sirven humildemente al Padre Divino practicando el verdadero cristianismo, con la misma sencillez de los tiempos antiguos, pero con la plena conciencia de la Hora Postrera que vive hoy la humanidad del planeta Tierra.
Será hasta la víspera de Navidad, si nuestro Padre Divino así lo quiere.
 Adiós.
“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buen voluntad”.
Mona Lisa.
La preparación:




















Entrega de juguetes en víspera de navidad

















La Cadena Sagrada de cánticos y oraciones a nuestro Divino Padre Creador:



“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.