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jueves, 24 de septiembre de 2009

¿CÓMO ES DIOS?


El Dios que nosotros conocemos (los hermanos de la Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén), gracias a la Misión Profética y Sagrada de Madrecita Laura Antonia, no es el dios que valoran las religiones existentes en la Tierra. Ese es un falso dios, creado por Saulo de Tarso (San Pablo) que fue el primer Anticristo, y los distintos anticristos a través de la Historia.  Es un falso dios que hace “dones” y otorga “perdones de pecados”, lo cual es injusticia. Y si es un dios injusto, luego no es dios, sino un falso dios inexistente. Y aquellos que lo anuncian y predican, son falsos profetas. Y los millones de prosélitos que lo adoran, son idólatras. Ese falso dios que les perdona los crímenes y toda clase de fechorías, es el dios creado a imagen y semejanza de los hombres malvados. Ha sido creado por ellos mismos, para justificar sus maldades. Es el dios de los malos.

¡No! Nosotros conocemos al Único y Verdadero Dios Viviente y Todopoderoso, que es nuestro Amado Divino Padre Creador, el Supremo Hacedor y Constructor del Universo Infinito y Maravilloso, Obra Perfecta de Sus Manos. El que ha hecho Todo lo que existe. El que ha sacado de Sí Mismo, de Su Propia Substancia a los Espíritus Humanos y los ha lanzado a Su Universo, a convertir Su Pensamiento Creador en Obras. De modo que el Padre ha hecho al hombre como un Creador, que coopera a la Obra Divina de la Eterna Transformación y que la Ley Divina opera en todo el Universo Infinito.

El Padre es una Trinidad: Espíritu, Periespíritu y Materia. El Padre es Hombre e hizo al al Hombre a Su Imagen y Semejanza.

El Espíritu Divino del Padre es la Fuente de toda Vida. Él es la Vida y Su Magnetismo llena y vivifica a todo el Universo.

Fotografía tomada por el Telescópio Hubble
(Haga clic en la imagen para apreciar parte de la magnitud de la Creación del Padre Divino)

El Universo es un Círculo Inmenso poblado por un número infinito de Galaxias. El Espíritu del Padre, que es el Éter, o sea, Su Pensamiento Creador que todo lo vivifica, se extiende desde su Espíritu y abarcando todo Su Universo, lo envuelve por completo y lo compenetra totalmente. El Peri-espíritu del Divino Padre Creador es el Magnetismo Universal que también abarca todo el Universo. El Cuerpo Físico o Material del Padre, es toda la materia del Universo, es decir, los Átomos, que al unirse unos con otros, forman los Mundos que componen las Galaxias, Nebulosas, Constelaciones, Soles, Planetas, Satélites, etc.


El Padre es el Supremo Ser de una Inteligencia Incomparable e Infinita, que posee toda la Ciencia e Inteligencia de todas las cosas. Él lo abarca y lo comprende Todo (es Omnímodo) Con Su Inteligencia incomparable ha hecho las Leyes Físicas Perfectas, que rigen el electro-magnetismo, y la Mecánica Celeste de matemática perfecta, que regula la Vida, los movimientos y el devenir de la evolución universal.

El Divino Padre Creador es también el Supremo Juez, de Justicia Perfecta, Infalible e Inexorable, es decir, “no sujeta a ruegos”, porque es Perfecta Su Justicia y no tolera un error de diez millonésima de corpúsculo.


En la Justicia Divina no existe el “Perdón de los Pecados”, sino que el Padre otorga a cada cual lo que se merece: al hombre justo lo premia y al malo lo castiga.



Pero como el Padre es Infinitamente Misericordioso, le da a todos y cada uno de los espíritus, sus hijos, miles de oportunidades para ir corrigiendo sus errores, al pagar las faltas cometidas contra sus prójimos, por medio de la Ley del Karma, en la Reencarnación

El Divino Padre Creador Todopoderoso sea Bendito y Alabado por los siglos de los siglos. Así sea.
El Divino Padre Creador es la Verdad, la Única Verdad del Universo. Él Es la Verdad y todo lo que de Él emana.

domingo, 6 de septiembre de 2009

LA REENCARNACIÓN



La Reencarnación es una de las 4 Leyes de la Vida que rigen inflexiblemente el Espíritu Humano: Nacer, Vivir la Vida de la Tierra, Desencarnar y Reencarnar.
Significa que cada uno pasa por vidas sucesivas, primero en planetas inferiores, luego en los de expiación como la Tierra, con el propósito de ir purificando su Espíritu de las faltas cometidas contra sus prójimos y así lograr progreso espiritual y avanzar en el camino hacia su Creador Divino.

Las obras del hombre en la Tierra determinarán su destino en las vidas futuras. Si actúa mal retrocederá a planetas de castigo o reencarnará en la Tierra en especies animales, para luego volver a la forma humana.

Los vegetales también son espíritus humanos, que reencarnan en el Reino Vegetal, porque ellos así lo pidieron. Son benéficos y alaban al Padre constantemente. Purifican el ambiente en forma física y espiritual. Ayudan a la vida del mundo animal por la Fotosíntesis.
Podemos llegar a conocer episodios de nuestras vidas pasadas, si así lo desea nuestro Padre Divino, quien por sueños o videncias nos lo puede mostrar. Pero el conocer el pasado y la Verdad de la Reencarnación debe ayudarnos para vivir el momento presente, procurando desarrollarnos espiritualmente y ayudarnos unos a otros, en Justicia.
El recorrido de nuestras vidas anteriores nos ha traído al punto en que hoy nos encontramos.

Lo importante no es quienes hemos sido, sino como reaccionamos frente a las oportunidades y a las pruebas que surgen en el momento presente.

Nosotros, que conocemos la Verdad, ya no tenemos libre albedrío, sino que tenemos la obligación de actuar en justicia, porque sabemos que debemos ser hijos fieles del Divino Padre Creador.
El Destino para cada vida terrena nuestra, está determinado por nuestro karma. Si el hombre no conoce la Verdad, su libre albedrío lo hará moverse dentro del marco invisible e ineludible del karma, que le señaló su Destino para la vida presente.
Si el hombre conoce la Verdad, su voluntad lo impulsará a superarse y a progresar espiritual y materialmente, para mejor servir al Divino Padre Creador. Eso nos hará desempeñar un papel dinámico en nuestra propia existencia.
La palabra “KARMA” es un término sánscrito que significa “obra, hecho o acto” y tiene el sentido de “causa y efecto”.
Como el karma es una expresión y un Mandato de la Justicia Divina, constituye una “deuda” que tenemos que pagar, por faltas cometidas contra nuestros prójimos.

La Justicia Divina dice: “con la vara que mides serás medido”. “El que a cuchillo matare, con cuchillo es preciso que muera”. “El que hace a otro esclavo, en esclavitud parará. Aquí está la paciencia y fe de los Santos y fieles.”

Las experiencias de vidas anteriores, explica las afinidades o animosidades espontáneas que sentimos por ciertas personas.
Al fallecer una persona, su próxima reencarnación puede estar muy inmediata o muy lejana. Todo depende de la Ley de Justicia del Padre.

Todo lo que nos sucede en cada existencia está estrictamente regulado por la Ley de Justicia Divina, en forma cronométrica. Por ejemplo si al caminar por la calle un mendigo nos pide la limosna, puede ser la reencarnación de un individuo que antes, causó nuestra ruina económica. O si vemos la víctima destrozada de un accidente, puede ser que en una vida remota nos causó la muerte así en una batalla.

Los propios familiares de cada vida serán espíritus afines o enemigos, depende del episodio del pasado que estemos pagando ahora. Ellos también fueron protagonistas de esa vida del pasado junto a nosotros.
En cada nueva vida, el espíritu elige un cuerpo masculino o femenino, según como la Ley de Justicia lo determina para la actual reencarnación.

La reencarnación continuará por miles de vidas terrenas, en todas las latitudes, en todas las épocas, razas y naciones, hasta que el grado de progreso espiritual alcanzado por los espíritus individuales y en familia espiritual los hacen merecedores a que sean transportados en comunidad, por un Cometa, hacia un Mundo Superior donde continuarán su evolución, reencarnando siempre.

En ese caso, las aptitudes sólo se mantendrán latentes, sin perderse y se podrán manifestar más adelante según la Ley de Justicia Divina.


Finalmente, los espíritus llegarán a los Mundos totalmente espirituales y puros, donde alcanzarán la Vida Eterna junto al Padre Divino, siempre sirviéndolo en el eterno proceso de Evolución del Universo Infinito y Maravilloso, Obra Perfecta de las manos del Padre Divino.

Los talentos, cualidades y habilidades no se pierden, de modo que las facultades cultivadas en cada reencarnación se suman al capital del futuro. Por ejemplo, las habilidades de los niños prodigio, es el resurgimiento de un talento ejercitado en una o varias reencarnaciones previas. Asimismo un excelente médico puede haber sido médico antes en varias reencarnaciones.

Pero las habilidades adquiridas, se manifestarán o no en las vidas sucesivas, sólo de acuerdo a la estricta Ley de Justicia. Por ejemplo, si por castigo, debe un hombre ser un mendigo, podrá tener instantes donde sus cualidades artísticas podrán manifestarse, pero serán sólo destellos efímeros que no podrán apartar a ese hombre de vivir en completa mendicidad.
El karma es individual, pero siempre involucra a otras personas, que en el pasado estuvieron también junto al que paga el karma. Esos serán testigos inconcientes del cumplimiento de la Justicia del Padre. O sentirán también los efectos del karma, como padres y familiares por medio de los sufrimientos morales ó físicos. De tal manera que nuestros karmas se pagan también a través de las interacciones con los demás.

Hay también karmas colectivos, como ser los que se generan en las batallas. Los victoriosos de antes, serán los derrotados ahora y en circunstancias similares. Por ejemplo: Las tropas inglesas mandadas por Wellington en la batalla de Waterloo, con descargas cerradas de fusilería diezmaron a los soldados de Napoleón. 58 años después, los ingleses reencarnados como soldados del Sur en la batalla de Gettisburg, en la Guerra de Secesión norteamericana, avanzaron a la carga contra una colina, mandados por el General Pickett que era la reencarnación de Wellington.












Pickett y sus hombres fueron diezmados por el fuego de fusilería de los soldados del Norte, mandados por los generales de Napoleón reencarnados, Sheridan entre ellos, que era otro yo de Napoleón.

No existen las Coincidencias ni la Casualidad. Todo encuentro en cada vida, está regido por la Justicia Divina. Eso explica la profunda simpatía o antipatía que sentimos al conocer a otras personas.






El Divino Padre en su infinita Sabiduría,
permite que los espíritus puedan dividirse para pagar sus karmas más rápidamente.
Ej. Oppenheimer que fabricó la Bomba Atómica, estuvo reencarnado en Hiroshima como un japonés que fue pulverizado por la bomba.



La Reina Isabel la Católica, tiene su espíritu dividido muchas veces en forma simultánea pagando los karmas que ella generó como la Jefe Máxima de la Inquisición Española al torturar y quemar vivos a miles de personas. Ej: Los niños afectados por la enfermedad “Epidermolisis Bulosa”, son los verdugos de la Inquisición que reproducen genéticamente en sus cuerpos, las quemaduras horribles producidas en sus víctimas.
Conociendo la Verdad de las Leyes de la Vida y de la Reencarnación en especial, significa que debemos enfrentar al destino de una manera positiva y justa, sacando el mejor provecho de nuestras obras en pro de nuestro progreso espiritual.
La Reencarnación profesa la tolerancia y la compasión, contesta numerosas interrogantes y da sentido hasta a los más mínimos aspectos de la existencia.
La Reencarnación no es para detenernos en el pasado o enorgullecernos de quizás haber gozado de notoriedad anteriormente, sino para progresar espiritualmente y contribuir a mejorar el mundo en que vivimos.
Lo esencial es comprender que hoy podemos redimirnos actuando de manera justa. Eso es comprender la finalidad de las Leyes de la Vida y que debemos enfrentar nuestro destino, con humildad, fe y amor hacia nuestro Padre Divino Creador.