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sábado, 29 de agosto de 2009

¿QUE HAY MAS ALLÁ DE LA MUERTE?


Ya hemos visto que la Muerte no existe, que el Espíritu al “Desencarnar”, sólo pasa a través de una puerta abierta hacia el “Mas Allá”, es decir, transita hacia el Mundo Espiritual, que es más real y verdadero, que esta efímera vida material.

Al desencarnar el Espíritu, se corta el Cordón Plateado que lo une a la glándula Pineal y al quedar así separado del Cuerpo Físico, ya no puede retornar jamás a ese cuerpo material.

El cadáver no debe ser incinerado, sino que debe ir a la tierra, donde sufrirá el proceso natural de la descomposición orgánica, en la que cada molécula que lo compone, encontrará su centro en la Naturaleza que lo rodea, pasando así a formar parte de la tierra, sirviendo de alimento a los vegetales, es decir, integrándose al ciclo evolutivo de la Ecología.

El Espíritu por su parte y junto al Periespíritu, pasarán a vivir en el Mundo Espiritual y se mantendrán tres días junto al ámbito en que el hombre vivió y trabajó. Verá entonces sus funerales, estará junto a sus deudos a los que verá y oirá, pero los que a su vez ya no pueden verlo ni oírlo, salvo en ocasiones especiales y por breves instantes. Entonces se dice: “se apareció el difunto”.
Los hombres materialistas, los avaros y ambiciosos de riquezas y poder, sufrirán entonces al ver como otros dilapidan la riqueza que ellos amasaron durante toda su vida con tanto afán, sin poder hacer nada para impedirlo. Estos espíritus apegados a los bienes materiales, quedarán unidos por mucho tiempo a sus riquezas o a sus reinos. En ocasiones sus espíritus, que están junto a sus periespíritus, serán vistos o escuchados por algunas personas, rondando en el ámbito de sus riquezas y posesiones que tuvieron. Los guardias nocturnos de las Pirámides, cuentan que algunas noches se escuchan cánticos religiosos de muchas personas, como que van en procesión por los contornos y cantando en un idioma desconocido. Los Maestros nos han revelado que son algunos Faraones con toda su corte, los que han quedado apegados durante siglos a los lugares donde ejercieron un poder absoluto.

En los hospitales, suelen “penar” algunos médicos, o enfermeras que han desencarnado allí y que no abandonarán esos ámbitos hasta que, cumplido cierto plazo, sean llevados por los Ángeles del Progreso al Planeta donde sufrirán el Auto-Juicio inexorable.

Igualmente los Espíritus que han creído ciega y fervientemente en los falsos dogmas milenarios de las religiones terrenas, quedan apegados a sus cadáveres en los cementerios esperando el momento de la “resurrección de los muertos”, la que no existirá jamás.

Aquellos verán cómo su cadáver entra en putrefacción. En el caso que sus cadáveres sean cremados por sus familiares, los que ignoran que eso no debe hacerse, porque el que incinera un cuerpo deberá sufrir también el que su cuerpo sea quemado. En caso de ver incinerado un cadáver, el espíritu aterrado hace un esfuerzo supremo por entrar en su cadáver para tratar de liberarlo del fuego, aunque inútilmente. Los encargados de la cremación de los cadáveres en los cementerios, cuentan que al observar por una mirilla al interior del horno donde se incineran los cadáveres, ven como algunos cuerpos se yerguen tratando de huir de las llamas.

Aquellos que han desencarnado en accidentes automovilísticos, por ejemplo y que han sido atropellados en calles y caminos, no se percatan que han desencarnado debido a su fallecimiento instantáneo. Quedan entonces esos espíritus en estado de turbación y circulan por esos lugares por mucho tiempo. De ahí la sabiduría popular ha creado la costumbre de colocar esos nichos en el nombre de la víctima, con el objeto que el espíritu comprenda que ha desencarnado y pueda así seguir su destino elevándose.

Por el contrario, los Espíritus que conocen la Verdad, después de los tres días que debe permanecer en la Tierra, serán llevados por los Ángeles del Progreso al Planeta donde esperarán el momento del Auto-Juicio. Allí hallarán un ambiente similar al de la Tierra, con apacibles bosques por los cuales circula mucha gente esperando tranquilamente el momento del Auto-Juicio personal.

Al llegar ese momento a cada uno individualmente, al Espíritu se le despierta la Inteligencia y comprende la existencia del Divino Padre Creador y su Justicia Inflexible e Inexorable.
Entonces el Espíritu ve como en una gran pantalla de televisión, donde se le aparecen todas sus reencarnaciones pasadas y hace el propósito de enmendar, corregir y castigar sus errores en sus futuras vidas terrenas. Regido siempre por la Justicia Divina, elabora su Destino para su próxima reencarnación y elegirá padres para reencarnar en las condiciones orgánicas y biológicas adecuadas a sus Karmas y en el lugar y país indicado a su propósito. De esta manera, el Espíritu continuara su eterno destino.
Está claro que todo lo que sucede en nuestras vidas no ocurre al azar, ni por suerte, ni casualidad, que no existen; sino que todo está matemática y cronométricamente regido por la Justicia Perfecta de nuestro Divino
Padre Creador.

miércoles, 19 de agosto de 2009

¿EXISTE LA MUERTE? ¿PORQUÉ VIVIMOS?

¿EXISTE LA MUERTE?
"La muerte no ha existido ni debe existir jamás. Solo existe la Vida. La vida
total y Triunfal que llena todo el Universo."

La muerte es un fantasma creado por los hombres enemigos de Dios. Ese fantasma es manejado por manos ambiciosas y criminales; y con su espanto y frío, puso trabas de hielo en los corazones de los hombres. Y entonces los hombres olvidaron amar, pues con las trabas de hielo del fantasma de la muerte, los corazones de los hombres quedaron congelados, ateridos y no pudieron sentir el calor del amor. Porque pensaban que al llegar la muerte todo debería acabar. Y así el hombre se hizo materialista y egoísta, solo pensando en enriquecerse, aun hasta por medios ilícitos, para gozar de la vida, porque después de la muerte existiría la Nada.
¡Falso! ¡Falso!
Todo hombre y mujer que conozca La Verdad ya no temerá jamás ese momento de tránsito al Mas Allá, y lo enfrentará con serenidad absoluta, como un paso indispensable e ineludible, necesario para la evolución de su propio espíritu, individual e inmortal.
Cada hombre tiene lo que se llama el Ángel de la Muerte, que se le aparece justo en el momento previo al acto de desencarnar.
Se presenta con capucha manto negro y es la calavera y el esqueleto propio etérico, que le anuncia a cada uno el momento fatal en que debe transitar al mundo espiritual.
A los profanos ese Ángel les causa temor. Pero a los hombres que con la gracia de Dios conocemos la Verdad, ese Ángel es un Mensajero Divino, un amigo, que nos avisa que ya cesarán los males, enfermedades y pesares amargos de este mundo.
Viene entonces la etapa de la liberación y como ya hemos visto, del Auto-juicio para que el espíritu prepare su próxima reencarnación.

Morir es dormir. Un maestro nos enseñaba: “Yo nunca he estado muerto”.

Todas las noches “morimos”, o sea, desencarnamos, pues nuestros espíritus abandonan la materia o cuerpo físico. El espíritu sale de la glándula pineal, en la cual habita y va al mundo espiritual; quedando siempre unido a la glándula con el cordón etérico, llamado el Cordón Plateado.
Cuando el hombre despierta de su sueño, su espíritu regresa automáticamente desde el mundo espiritual y vuelve a habitar en la glándula pineal.
Al desencarnar el hombre, su espíritu abandona definitivamente su cuerpo físico y entonces se corta el cordón Plateado.
Nosotros no decimos “morir”, decimos: “desencarnar”.


¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE LA VIDA DEL HOMBRE EN LA TIERRA?


El espíritu del hombre es inmortal, porque el espíritu es “el hombre” y en él está la vida, la Verdadera Vida. La Vida no está en el cuerpo físico. Es cierto que el cuerpo físico tiene una vida orgánica autónoma, automática. Pero esa vida orgánica solo funciona mientras el espíritu está conectado a la glándula pineal. Cuando el espíritu descansa, al cortarse el cordón plateado, entonces cesa se inmediato la vida orgánica y el cuerpo se hiela y comienza su descomposición, para buscar cada molécula su centro en la Naturaleza.

Las Leyes de la Vida hechas por Nuestro Divino Padre Creador y que rigen inflexiblemente al espíritu humano, son cuatro:
1.-Nacer;
2.- Vivir la Vida de la Tierra;
3.- Desencarnar y
4.- Reencarnar.

Por Ley Inflexible de Justicia, el hombre debe hacer miles de vidas en la Tierra, para que en este planeta, por medio de un cuerpo físico, pueda hacer las OBRAS necesarias tendientes a lograr su progreso espiritual.
Estas obras involucran el pago de los karmas, que son deudas que cargamos en nuestros espíritus por la faltas, errores o pecados que hemos cometidos contra nuestros semejantes, en vidas anteriores o en esta vida actual.

El pago de los Karmas se realiza mediante los sufrimientos morales o físicos (enfermedades, guerras, accidentes, etc.)

El espíritu humano fue hecho por el Padre con libre albedrío. Al no conocer la Verdad, el hombre camina por la vida de la Tierra cual hoja al viento. Pero el hombre que conoce la Verdad, que es el Padre y todo lo que de El emana, que es Su Obra y sus Leyes Sabias y Perfectas, ese hombre tiene un norte y una meta bien definida para caminar en su vida Terrena. La moral que proviene de los Mandamientos Divinos, es la guía que el hombre deberá tener siempre en cuenta, antes de hacer sus obras terrenas. Las Leyes del Padre de derivan de la Moral. La moral es la guía de nuestra conducta.

"La Moral es la Ciencia de los Deberes. Al cumplir con sus deberes, el hombre se hace virtuoso y va progresando espiritualmente."

En nuestro tiempo, las Leyes divinas están expresadas en nuestro Reglamento Interno o Estatutos Espirituales, dados por los Maestros de la Cosmogonía a través de Madrecita Laura Antonia.
Entonces tenemos que el hombre deberá pensar, razonar, discernir ante cualquier situación, antes de actuar. Y por medio de la razón y con espíritu de Justicia, podrá ir caminando con éxito por la Vida Terrena.
Debe el hombre tener siempre antes sus ojos la imagen de la balanza de la Justicia Divina. Discernir entre el Bien y el Mal; e inclinar sus obras siempre por el lado del Bien. Así actuará dentro de la Justicia del Padre.

Pero ¿Qué es la Justicia? .

La Justicia consiste en dar a cada cual lo que se
merece: rechazar
el mal, combatir al malo y apoyar y proteger al hombre
justo.
Ya lo dijo Nuestro Divino Maestro Jesús, en su Ministerio Profético como el Mesías del antiguo pueblo de Israel:

“En esta vida, Buscad primeramente a Dios y Su Justicia, y todo lo demás os será dado por añadidura”.
Agregamos:

Debéis buscar la Justicia primero, el bien común después y por
último el provecho propio.


miércoles, 12 de agosto de 2009

¿HACIA DÓNDE VAMOS?

Aniversario del Nacimiento de Madrecita Laura Antonia.
Los hermanos de la Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén conmemoramos un nuevo aniversario del nacimiento de quien fuera nuestra Guía Espiritual y fundadora de nuestra Congregación. Primeramente y antes de una cadena de oración en honor a nuestra Guía, el día miércoles 22 de Julio, se inauguró este hermoso cuadro de gran formato cuyo nombre es:
"Madrecita Laura Antonia es llevada al Reino de los
Cielos"
Pintado por quien es el actual Guía de nuestra Congregación y esposo de Madrecita: Monseñor Carlos Opazo.

El día domingo 26 de Julio, se realizó una emotiva romería al Cementerio Sacramental de San Bernardo, donde los hermanos pudimos depositar ofrendas florales en la sepultura de nuestra Madrecita Laura Antonia. Este humilde, pero sentido homenaje nace como un sentimiento de agradecimiento y reconocimiento a quien dedicara su vida entera a servir con tanto amor, fidelidad y humildad a nuestro Divino Padre Creador y guiándonos a nosotros a seguir la luz de nuestro Padre amado.
ETERNAMENTE GRACIAS MADRECITA LAURA ANTONIA.







Ahora continuamos con este ciclo de clases, en donde los Maestros de la Cosmogonía a través de nuestra Madrecita Laura Antonia nos dieron respuestas a muchas interrogantes que el hombre desde siempre se ha hecho.

¿HACIA DÓNDE VAMOS?

La muerte no existe, por lo tanto, el espíritu inmortal solo “desencarna”.

Después de desencarnar (al fallecer la persona), el espíritu queda tres días en la Tierra, acompañado de su Periespíritu, en el ámbito en que vivió y trabajó. Ve sus funerales y recorre su hogar y su lugar de trabajo.

Si el espíritu conoce la Verdad de la reencarnación, se da cuenta perfectamente que ha desencarnado. Pero si el hombre ignora la Verdad, su espíritu esta en las tinieblas e influido por los falsos dogmas de las religiones terrenas. Entonces podrá quedar largo tiempo pegado en el cementerio, junto a la sepultura que contiene sus restos físicos, esperando el “juicio Final” y la “resurrección de la carne”, según el mito de que los cuerpos se levantaran de sus tumbas, en el Día del Juicio.

Si por el contrario, el espíritu conoce la Verdad, después de permanecer tres días en la Tierra, es llevado por los Ángeles del Progreso y Bienestar, al planeta donde será sometido el auto-juicio. Allí se le despierta la inteligencia y ve como en una gran pantalla de televisión todas sus reencarnaciones pasadas. Entonces percibe y comprende todos sus errores y hace un firme propósito de enmendarse y pagar sus karmas.

En seguida elige un destino adecuado para seguir pagando sus errores, sus karmas. Elige sus futuros padres que le facilitarán el cumplimiento de su destino en la próxima reencarnación.

Después del Auto-juicio, deberá estar en el Plano Astral al tiempo que señale la Ley de Justicia Divina, Perfecta e Inexorable. Luego de cumplir sus plazos, el espíritu reencarnara en la región, país y latitud de la Tierra que señale la Ley de Justicia.

Debe tenerse presente que no existe el azar ni la casualidad. En la Naturaleza esta todo regido por el principio de causa y efecto y todo, absolutamente todo está regulado cronométricamente por le Ley de Justicia Divina.

Pero es el propio espíritu de cada cual, el que elige su destino para su próxima reencarnación.

Después de reencarnar, el espíritu enfrentará su destino en la Tierra, liberándose de sus pecados por medio de sufrimientos morales y físicos; y con obras de justicia. De esta forma irá purificando su espíritu, despojándose de cargas negativas, logrando así cada vez más progreso espiritual, acercándose de esta manera poco a poco al Divino Autor de la Vida.

Cuando nuestros espíritus logren suficiente progreso espiritual, después de muchas reencarnaciones en la Tierra, la Ley de Justicia del Padre los llevará a reencarnar en Planetas Superiores, mundos hermosos y felices, donde serán más inteligentes y comprenderán cada vez mejor la Obra Universal Maravillosa y Perfecta del Padre Divino.
Finalmente, al llegar al máximo de progreso espiritual en Planetas Espirituales Perfectos, encontraran la Vida Eterna, pues estarán junto al Padre Divino y ya no reencarnaran más. Trabajarán entonces como Mensajeros del Divino Padre Creador y llevarán su Palabra de Verdad a los Mundos inferiores en la escala del progreso Universal, como es la Tierra en este momento.

miércoles, 5 de agosto de 2009

¿DE DÓNDE VENIMOS?


¿DE DÓNDE VENIMOS?

Después de haber vivido en la Tierra su última reencarnación, de otras miles que ha tenido antes, el espíritu humano ha debido vivir desencarnado un tiempo en el Astral (El Mundo Espiritual), donde ha debido estar un tiempo, para someterse luego al Auto-juicio, después del cual, el espíritu elegirá todos los medios de la futura vida terrena, en la que deberá seguir pagando sus Karmas.

Los Karmas son la carga negativa que llevamos en nuestros espíritus, por la multitud de faltas cometidas contra nuestros prójimos en cada vida terrena. La Justicia Divina se encarga de proveer todo lo necesario para que en cada existencia Terrena podamos pagar varios Karmas. Así se irá liberando nuestro espíritu y progresará paulatinamente.

Cuando el espíritu posee cierto grado de progreso, puede dividirse para hacer varias vidas simultáneamente en uno o más países, de manera de pagar sus Karmas con mayor rapidez.

En el principio de los tiempos, los espíritus fueron creados por el Divino Padre, todos iguales, sencillos e ignorantes, en estado elemental, sin ningún progreso, Pero a través de miles de reencarnaciones, fueron estos espíritus ganando experiencia y progreso, haciendo sus vidas en mundos inferiores, como la Tierra.

Los Espíritus fueron creados por el Divino Padre Creador, quien los sacó de Si Mismo, de Su Propia Substancia, lanzándolos luego a trabajar en la construcción del Universo.

El Padre es el Divino Arquitecto que tiene el plano de la obra y los espíritus humanos son los ejecutores, los creadores, que ladrillo a ladrillo van construyendo Todo. De modo que el espíritu humano es un creador, al seguir fielmente las leyes del Padre.

Cuando el espíritu se opone a estas Leyes sabias y perfectas, es un destructor y enemigo del Padre. Ahí están el “innombrable” y sus secuaces, con sus obras nefastas.

El Universo siempre está cambiando, se está renovando constantemente. La evolución existe en la Tierra y en todos los mundos.

Todo el Universo está regido por las Leyes sabias, Inmutables y Perfectas de nuestro Divino Padre Creador.

Los espíritus humanos hemos reencarnado en todas las especies animales y vegetales, a través de millones de años y hemos ayudado en la construcción de los diversos mundos.


Hemos así aprendido a crear nuestros propios cuerpos y a dominar el uso de organismos cada vez más complejos, desde los unicelulares, virus y toda clase de seres microscópicos, siendo después moluscos, peces y otros seres marinos. Más adelante reencarnamos en reptiles y mamíferos diversos, hasta llegar a fabricar nuestros cuerpos humanos, de los distintos tipos de hombres prehistóricos primero: Pitencantropus, Neanderthals, etc., y luego, en la etapa del cazador de Cromagnon, alcanzamos la semejanza del Padre en nuestros espíritus. En ese momento, el hombre recibió la inteligencia, la razón, el discernimiento.