Un sueño hecho realidad.
Mona Lisa
Evaristo Canales era sencillo de espíritu y limpio de
corazón.
Su destino, sin embargo, lo marcó
desde su niñez con una serie de contrariedades, dificultades y desgracias; las
que finalmente terminaron con su espíritu de lucha y de superación. Había
tenido educación y trabajo, llegando a desempeñarse en un puesto de
responsabilidad en una importante empresa. Pero la muerte de sus dos hijitos,
aun pequeños y el consiguiente derrumbe de su matrimonio, marcaron el punto
final de esta saga de calamidades que lo atenazaron a lo largo de su vida.
Sumido en una profunda depresión, cayó en el alcoholismo, llegando a un estado
degradante y sin esperanza. Había tocado fondo.
En sus esporádicos períodos de
lucidez, que duraban algunas semanas, trabajaba por aquí y por allá de peón o
temporero en algún fundo o establecimiento cercano al pueblo en que vegetaba.
Pero luego llegaba el momento en que lo invadía un funesto sentimiento de
soledad y amargura, induciéndolo a beber compulsivamente, comenzando un nuevo
ciclo de borracheras. Así llegó a convertirse en un auténtico desastre
viviente. Era como náufrago que va a la deriva en su balsa, por el proceloso
océano, sin fe y sin ilusión alguna.
Una mañana, al
clarear el alba, despertó del pesado sueño en que sume el alcohol y vio a un
hombre que inclinado junto a él, lo tomaba de un brazo remeciéndolo suavemente
para despertarlo. Era un individuo joven, que frisaba los treinta y tres años y
usaba bigote y barba. Llevaba un sombrero raído, del cual se escapaba su cabello bastante
largo. Vestía como campesino y se cubría con un poncho gris muy gastado, y le
decía: -- "¡Amigo! ¡Amigo!, despierte, ya es de día. ¡Póngase de pie y
busque un nuevo horizonte! La vida tiene muchas oportunidades. Dios existe y es
misericordioso. Crea en Él y no recuerde más su desdicha, sino que preocúpese
del bienestar de sus prójimos. Dios todo lo ve y Él le dará fuerzas".
Evaristo
todavía permanecía tirado de bruces a la vera del camino y vio como ese
hombre de rostro agradable, de voz
varonil y suave, se había erguido y comenzaba a alejarse. Se frotó los ojos,
creyendo que soñaba y al mirar nuevamente hacia el camino, vio que el hombre ya
no estaba. ¡Había desaparecido! Un sentimiento indescriptible se apoderó de su
alma. Era algo que nunca había experimentado. Se puso trabajosamente en pie y
reflexionó: --- Me iré de aquí. Buscaré nuevos caminos, como me dijo el
desconocido ---. Registró sus bolsillos. Todavía tenía un resto de su último
salario como temporero. Fue a tomar un café cargado a una fonda cercana. Luego
se dirigió al arroyo próximo, lavó su ropa y se bañó. Tomó desayuno en la misma
fonda y salió del pueblo. Emprendió su viaje sin rumbo ni destino y solo con el
afán de alejarse de esos lugares que le traían tan funestos recuerdos.
Era una
radiante mañana de primavera. Se había alejado del camino real y caminaba por
un sendero que serpenteaba por entre los árboles. Su ropa, aunque ahora limpia,
estaba tan gastada como su alma. Cubría su cabeza con un sombrero viejo y
deslucido, que había conocido mejores tiempos. De sus zapatos mejor ni hablar.
Pero ... ¡Ah! por primera vez era capaz de observar la belleza de la Naturaleza y eso lo reconfortó. Se
sintió renovado al caminar entre los árboles. Era como si se hubiera quitado un
gran peso de sus espaldas.
Evaristo era
un hombre aún joven. El sol le daba en la cara tostada y surcada de prematuras
arrugas, cuales surcos donde estaban sembrados todos sus sufrimientos. Su
rostro demacrado y macilento, era ligeramente alargado, pero agradable. Los
pómulos sobresalían debido a la delgadez causada por la mala alimentación
derivada de su alcoholismo. Pero en ese rostro de campesino sufrido,
ensombrecido aún por la tristeza, había algo que atraía la atención. Eran los
ojos de Evaristo. Eran unos ojos de mirada pura y límpida, con un dejo de
inocencia. Brillantes y verdosos, donde la vida que bullía en su ser, mostraba
que ahora no se dejaría vencer por la adversidad, a pesar de todo. Era como si
su espíritu, hablando a través de sus ojos, dijera: --- Yo soy invencible,
porque ahora creo en Dios y perseveraré aunque mi cuerpo se haya derrumbado.
Ahora me he levantado y lucharé.
Con estos
pensamientos caminaba por el bosque chileno y ahora había una alegría en su
corazón. Quería luchar, empezar de nuevo. Ese desconocido, al hablarle de Dios,
le había infundido en su espíritu una fuerza nueva. Con estos sentimientos
siguió caminando sin prisa, admirando el paisaje que se desplegaba a su
alrededor. Se había alejado de todo poblado y seguía avanzando por el sendero
del bosque nativo.
Se detuvo un
momento a la sombra de una Patagua, cubierta de numerosas flores blancas y sentándose junto a su tronco, desató el
atadito donde llevaba una botella llena de agua y una tortilla de rescoldo y
bebió y comió, mientras contemplaba absorto el paisaje. Ahí estaban los frondoso
Coihues con sus grises troncos, los altos Algarrobos y los Lingues, con sus
gruesas cortezas de apariencia resquebrajada. Observó a todos los árboles del
bosque poblados por infinidad de pequeños pajaritos, que alborozados y llenos
de la vida que exultaba de sus diminutos cuerpecillos, saltando y revoloteando
se rama en rama, saludaban con sus armoniosos gorjeos a la mañana gloriosa.
Ahí estaban
los jilgueros y las diucas con sus dulces trinos, los fíos, las tortolitas con
su canto prolongado que tiene un dejo lastimero; los diminutos chercanes, el
silbido de los picaflores, los zorzales. Todos juntos producían una algarabía
que era un himno a la Naturaleza y a la Vida; mientras en el azul del cielo
planeaban los tiuques con su característico canto: ---tiu,tiu,tiu ---, que fue
contestado por los queltehues, que luego se posaron en bandada sobre el prado
ya florido, por donde vio pasar un grupo de codornices en fila india y en
rápida carera, antes de perderse entre la maleza.
Evaristo
sentía ahora su corazón henchido de gozo ante la belleza del campo chileno.
Se decía:
---¿Cómo no vi esto antes? ¿Estaba ciego acaso? Sí, el desconocido tenía razón,
Dios existe y Es Él quien ha creado esta hermosura. En verdad, yo antes vivía
ensimismado, encerrado en mí mismo, rindiendo culto a mi frustración. Ahora soy
capaz de ver fuera de mí. Soy capaz de observar la perfección y belleza de la
Naturaleza y me preocuparé de mis prójimos...¿Quién será ese desconocido?¿Un Ángel
quizá? ¿Cómo desapareció? En estas cavilaciones, sin darse cuenta se quedó profundamente
dormido.
Al despertar era
otro hombre. Ya caía la tarde. Se levantó prestamente y echó a caminar, ahora
con paso vivo tratando de encontrar un albergue antes que cerrara la noche.
Entonces al salir del bosque, vio en las cercanías algunos cerros cubiertos de
verdor que tomaban ya un tinte violáceo con los rayos del sol poniente. Había
un caserío próximo y hacia allí encaminó sus pasos. Eran viviendas muy modestas
y no se veía un alma por los contornos. Fue hacia una casa donde a la puerta
había un viejo sentado pitando un cigarrito. Era una vivienda antigua y
desvencijada, a tono con su dueño. Evaristo se acerco respetuosamente al
anciano, con el sombrero en la mano y dijo: --- Buenas tardes caballero, ¿Cómo
se llama este pueblo?
--- Buenas
tardes. Se llama "El Confín", pu'iñor.
---¿Cómo es
este lugar para vivir?
---Aquí no hay
ningún futuro, amigo... pero pase pa'entro y conversemos...
Entraron y el
viejo le indicó un pisito con asiento de totora en el cual se sentó.
Prestamente una viejecilla arrugadita le preparó un mate y se lo sirvió junto a
un pedazo de pan amasado.
--- Está
cebado con yerba buena y poleo caballero,--- dijo la ancianita, que era pequeña
como su mundo.
---Gracias
señora, --- dijo Evaristo, y dando un buen mordisco al aromático pan recién
horneado, dio sendas chupadas al mate caliente y reconfortante. Sintió como el
alma le volvía al cuerpo. Dirigiéndose al viejo dijo: ¿Por qué dice usted que
no hay porvenir aquí?
El viejo
replicó:---Estamos alejados de todo aquí, contimás que no hay agua potable ni
de río. Cada quince días viene un camión aljibe, pero apenas es suficiente. Todos
se van a trabajar lejos en el día y vuelven en la noche.
Evaristo le
preguntó: ---¿Cómo se llama usted, amigo?
---Me'icen
Patipí, porque cuando joven fui muy patiperro. Fui marinero y navegué por el
mundo, y ya ve usted como vine a echar el ancla aquí. Son cosas de la vida, pus
amigo... ¿y usted como se llama?
---Evaristo
Canales, para servirlo, amigo. ¿puedo alojarme aquí?
---Claro pu'inor,
esta es su casa. Pobre será, pero con buena voluntad.
---Gracias,
don Patipí, Dios se lo pague.
El viejo
acomodó en un rincón un montón de paja, echando encima una frazada toda
tirillenta. Evaristo dio las gracias y buenas noches a sus anfitriones, se
acomodó como pudo en su improvisado lecho y poniendo su chaqueta hecha un rollo
como almohada, esta vez se durmió sano y bueno y con la sonrisa en los labios.
Esa noche
volvió a soñar con el desconocido. Era el mismo rostro agradable y sereno y que
le decía: --- Evaristo, recuerda, debes luchar y preocúpate de los problemas de
tus prójimos. Busca el agua aquí...Y Evaristo se vio buscando y encontrando
agua en el pueblo... entonces despertó.
Al amanecer,
tenía una idea fija en su mente. Debía buscar agua. Recordó las conversaciones
con los viejos campesinos en la hora de la merienda, en los trabajos de
temporero, cuando relataban los pormenores de la búsqueda de agua según métodos
ancestrales y decidió aplicar esas ideas ahora. Se levantó y salió a recorrer
los alrededores. Encontró un lugar adecuado para cavar un pozo. En la noche se
reunió con el vecindario y les propuso la idea. Todos aceptaron cooperar y se
pusieron a cavar. A los pocos días encontraron agua. ¡Alegría general! Se hicieron
planes para construir el pozo y aprovechar el agua para el progreso del
caserío. Quisieron que Evaristo se quedara a vivir con ellos, pero él les dijo
que tenía que seguir su viaje.
Una mañana al
alba, sin despedirse de nadie, salió caminando del pueblo en busca de nuevos
rumbos. Ahora un gallo cantó a lo lejos a sus espaldas, dándole una solitaria
despedida.
Se había
cumplido su sueño y había dejado el bienestar y el progreso para un grupo de
familias...sus hermanos. ¡Dios existe!
Una amplia
sonrisa se dibujó en su rostro. Sus ojos brillaron.
Evaristo
Canales era feliz.
Mona Lisa.
Mayo 2016.
"Gloria
al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de
buena voluntad."
LA CIRUGÍA EN NUESTROS DÍAS
Hermano Miguel Vasquez
Las
Universidades se toman seis años y más
para preparar teóricamente a los médicos. Luego vienen los años de becado, estaríamos
hablando de un tiempo que bordea o sobrepasa la década. Es necesario que el cirujano
finalmente logre seguridad con el bisturí como en el diagnóstico. Es un
camino largo que requiere entrega y habilidad y que le permita finalmente mirar a los ojos a
los pacientes que ha intervenido. Además deberá permanecer
informado de los descubrimientos recientes, ya sea participando en congresos de su especialidad (digestivo,
vascular, etc.) o a través de la literatura.
Se denomina Cirugía (del griego cheirourgeía “trabajo manual”) a la
práctica que implica manipulación mecánica de las estructuras anatómicas con un
fin médico, bien sea diagnóstico, terapéutico o pronóstico. En otras palabras
se podría decir que los Cirujanos son algo así como: “Mecánicos del Cuerpo
Humano” preparados para reparar esta máquina; obra maravillosa del Divino Padre Creador.
Sin embargo, el
conocimiento del hombre no ha ido de la mano de la Sabiduría; no ha entendido
que esta manipulación (de estructuras anatómicas) no puede ni debe pasar a
llevar las Leyes Sabias y Perfectas del
Supremo Hacedor. Muy por el contrario, la cirugía que la hacen los cirujanos, pretende
superar al Creador; burlando la ley
del karma: rescatando órganos de los muertos para implantarlos en pacientes
vivos. Las leyes de la naturaleza; obra
del Altísimo, se manifiestan como
bofetada en el rostro para estos cirujanos soberbios; produciendo el temido “Rechazo” del órgano implantado.
Es tarde para
que el médico reconozca su error y asuma la posición benéfica que marca la Ley, continuara intentándolo una y otra
vez con la complicidad de los pacientes que quieren burlar su destino, y de lo
que es peor de quien les dio la vida “El
Todopoderoso Divino Padre Creador”.
Bienaventurado
sean los que aceptan con humildad la Voluntad del Creador
Bienaventurado sean los que aceptan con humildad la Voluntad del Creador
NUESTROS HERMANOS MENORES
Por Arzobispo Monseñora Loreto Santibáñez
Nuestro amadísimo Divino Padre ha dispuesto sobre este
plano terreno, la existencia del reino animal, es decir, un sinnúmero de
organismos de diversas especies que están presentes desde el principio de los
tiempos. Algunas de las características comunes entre los animales son: la
organización celular, la nutrición, el metabolismo y la reproducción.
La biodiversidad, es decir, la variedad de organismos
vivos que forman parte de los ecosistemas terrestres y acuáticos, se relaciona
con el bienestar y desarrollo de la humanidad. Sus innumerables beneficios son
imposibles de obtener de otras fuentes, tales como, la fertilidad del suelo o
la polinización de las plantas. Si la biodiversidad disminuye, estas funciones
se verían alteradas, poniendo en riesgo la sustentabilidad de la vida en el
planeta.
La conservación de la diversidad biológica es un
factor de preocupación mundial. Se hace necesario un equilibrio entre la
conservación de la naturaleza, por un lado y el progreso social y económico,
por el otro. Algunas actividades como la agricultura, la pesca, la silvicultura
y el turismo, amenazan gravemente la vida de las especies.
En Chile se han identificado tres amenazas principales
a la biodiversidad:
-La pérdida y modificación del hábitat
-La sobreexplotación de las especies
-La introducción de especies exóticas
Desde la llegada de la vida unicelular a la tierra
hace millones de años, las especies animales comenzaron su desarrollo
paulatino, a través de una serie de ramificaciones adyacentes al tronco
principal de la evolución, que dio vida al ser humano. De estas bifurcaciones,
nacieron los anfibios, los peces, las aves, los mamíferos y la extraordinaria
gama que hoy puebla la tierra.
Con la formación de los primeros pueblos, los animales
comenzaron a dar servicio a los seres humanos. La crianza de ciertas especies
permitió obtener productos tales como carne, leche, huevos, cueros, lanas y
pieles entre otros. Posteriormente, encabezaron gran ayuda en tareas agrícolas
pesadas y en la caza. La domesticación fue otro fenómeno nacido desde la
consideración especial a ciertas especies.
Sabemos que los animalitos progresan dentro de su
propia especie, por gracia y obra de nuestro Padre Celestial, que también los
ha puesto sobre el planeta para observar el comportamiento del hombre frente a
ellos. Muchos de nuestros hermanos menores despiertan gran admiración en
nosotros por su inteligencia y ternura.
Los animales también alcanzan grados de progreso espiritual
superiores, conviven en planos más elevados que la tierra, muchas veces con
materias distintas a las que conocemos, más perfectas de colores inimaginables
y gran belleza.
Madrecita Laura Antonia siempre demostró inmenso amor
por los animalitos. Cuando era pequeña, su padre y amistades salían a cazar y
le pasaban el rifle para que le disparara a los pajaritos, ella lloraba y nunca
pudieron conseguir que les apuntara. Sufría enormemente cuando les daban
muerte.
Años más tarde, se dedico a criar muchas avecitas y
algunos animales mientras vivió en la parcela. Fue una madre amorosa para todo
aquel animalito que nacía prematuro o solitario, procediendo a cuidarlo y
alimentarlo personalmente. Algunos de las especies que tuvo fueron faisanes,
chincoles, zorzales, gorriones y pollitos. Un día llego a sus manos un pollito
que había nacido con sus patitas deformes. Madrecita lo amo más que a los
demás, porque estaba completamente desvalido. Gracias a sus cuidados, creció y
se transformo en un hermoso gallito al que bautizo como “Bonito”. Un día el
gallito desencarno, Madrecita en medio de su dolor le escribió un hermoso
poema, cuyo párrafo final dice así:
“Adiós Bonito, mi
gallito regalón, que vivirás para siempre feliz y contento en la casa del
Padre, donde no existe el dolor y reina el amor”
Bendito sea el nombre de Dios Todopoderoso por
los siglos de los siglos, Amen.
Manipulación
Genética.
Monseñor Obispo Juan Silva
Veamos una noticia aparecida en Internet, www.telar.com.,
el 4 de julio de 2013.
“Científicos japoneses
crearon un hígado humano con células madre.
“Por primera vez,
crearon un hígado humano funcional, a partir de células madre derivadas de la
piel y la sangre, lo que marca un avance hacia el desarrollo de órganos
necesarios para trasplantes, que podrían producirse en laboratorios. Los
científicos añaden que hay mucho que investigar y pasarán años antes de que
esto pueda ser aplicado; pero la promesa de un hígado disponible para trasplante parece mucho más cercano de lo
que se podría esperar, hace apenas un año atrás.”(Fin de la noticia).
El hombre terreno habla del avance científico como
uno de sus “grandes logros.” Recordemos que a mediados de la década de los 90,
clonaron una oveja. Luego, a través de un colisionador de hadrones, han hecho
chocar a gran velocidad a dos haces de protones, produciendo altísimas energías
a nivel sub atómico. ¿Con qué objeto? Para simular eventos ocurridos después
del Big Bang, que ellos creen es el origen del Universo. Hoy, hace solo algunos
días, apareció la noticia informando que científicos japoneses han creado un
hígado humano, a través de células madre.
La ambición, el poder desmedido y sobre todo el
materialismo, tienen al hombre envuelto en la oscuridad. A esta fecha es
posible ver, que en todo el Mundo existen compañías de salud privadas que solo
están lucrando, ofreciendo un cuidado y un resguardo de células madre, por si
en el futuro se presenta alguna enfermedad en un familiar, sobre todo en los
hijos.
Pero, ¿En qué consiste la manipulación
genética?
Consiste en modificar el caudal hereditario de alguna
especie, con diferentes fines, que van desde la superación de enfermedades, o
con la finalidad experimental de conseguir un individuo o cosa con
características que no existen en este momento. Funciona mediante la
eliminación física de un gen en un organismo y la colocación de otro ya modificado.
Pero nos preguntamos: ¿Va todo esto en ayuda de la humanidad? ¿Cuáles son las
verdaderas intenciones detrás de todo esto? Un columnista en una página de
Internet, titulaba así un informe sobre la manipulación genética: “Jugando a
ser Dios.”
Pero cuán errados están…mientras algunos lo ven
como un gran avance, otros lo consideran un juego. Nosotros, con humildad y
pleno conocimiento de causa, podemos decir que todo esto es una falta muy grave
a la Leyes Divinas y Perfectas del Padre Creador, Dios Todopoderoso. Esta
aberraciones de los falsos científicos, les acarreará un retroceso espiritual y
les producirá terribles karmas, no solo para los realizadores de estas
prácticas nefastas, sino también para quienes reciban el producto de estos
malhadados experimentos.
Si estos hombres perdidos conocieran al Divino
Padre Creador, a Sus Leyes Sabias y a Su
Justicia Perfecta e Inexorable (no sujeta a ruegos), comprenderían que en el
Universo, en la Naturaleza, todo está armónicamente colocado. Nada se estorba,
todo a todo se complementa, con perfecta y cronométrica armonía. Por lo tanto,
cada ser y cosa está en su lugar. En el caso del hombre en materia, en sus
genes se imprimen, no sólo las características del espíritu, sino también sus
karmas y parte de su destino.
Siendo la Tierra un planeta aún primitivo y de
expiación, todos rencarnamos aquí trayendo muchos karmas por las faltas
cometidas contra nuestros prójimos en vidas anteriores. Esos karmas, o deudas
pendientes, deberán cumplirse inexorablemente, por medio de enfermedades,
accidentes o sufrimientos morales, para que nuestros espíritus queden liberados
de esas deudas de arrastre y puedan progresar y purificarse.
Es por
eso que ningún hombre pude osar modificar el destino humano, interviniendo en
los genes que son los que determinan el destino de cada uno. Si una persona
tiene un órgano enfermo o manifiesta una enfermedad genética, no pueden usarse
ni los trasplantes, ni la manipulación genética para eliminar esa enfermedad,
pues esa persona está pagando su karma ente la Justicia Perfecta del Padre, con
el mismo daño que él causó antes a un semejante. Así lo enseñó nuestro Divino Maestro
Jesús, el Mesías: “Con la vara que mides serás medido.” Por lo tanto, sólo
nuestro amado Divino Padre Creador, que es único Dueño y Señor de nuestros
destinos, puede modificarlos.
Si ese hombre realiza obras de justicia y
respeta los Mandamientos Divinos, el Padre podrá alivianar sus karmas. Si debe
desencarnar por cáncer, por ejemplo, podrá sufrir su enfermedad sin dolor.
También de acuerdo a las obras del hombre, el Padre podrá alargar o acortar su
vida física.
Pero el hombre terreno, habitante de este
planeta de expiación, en la oscuridad y la ignorancia de la Verdad, sin conocer
al Padre Divino y la Moral que emana de Él, en su inaudita soberbia actúa
siempre rompiendo el marco que la Naturaleza le impone, con lo cual solo está
generando males a la humanidad.
“Gloria la Divino Padre Creador en las alturas
y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.”
El hombre corre tras los bienes materiales, olvidando al Autor Divino de la Vida.
Monseñor Arzobispo Luis Valdivia
En este mundo vivimos con un montón de
ataduras, ya sea en lo material, en lo familiar, en lo sentimental… En la
sociedad en que vivimos, no hay siquiera el más mínimo espacio de tiempo, para
contemplar la Obra Maravillosa del Padre Divino. En estos días, el bien más preciado
y más escaso, es el tiempo. Vivimos corriendo, apurados por llegar, por
escalar, por ser reconocidos, por poseer más y mejores artefactos, por adquirir
la última tecnología, por aplastar con alguna opinión, para demostrar ser más
que los otros.
El hombre de este plano no deja un espacio para
el Padre Divino y lo espiritual. Cuando hoy se habla de lo espiritual, se trata
simplemente de algún negocio de Centros de Meditación, generalmente de origen
oriental; se entregan conocimientos tergiversados de la Verdad o postulados
antojadizos, con la misión de cautivar a quienes buscan esa cómoda vida
espiritual, donde el YO es el centro y lo más importante. También son conocidos
como centros de autoayuda, para ir fortaleciendo la autoestima del individuo.
Todo esto no tiene comparación con lo que humildemente
practicamos y que nos motiva a participar en nuestra Congregación religiosa,
que es muy distinta a estas corrientes de autoayuda. Para empezar, a nuestro YO
interior lo colocamos en el lugar de la escala que le corresponde, pues una de
las facetas de nuestra humilde obra y que nos hace felices, es hacer el bien a
los demás, sin pedir nada a cambio. Por ejemplo, nos dedicamos durante todo el
año a fabricar juguetes de madera, con nuestras propias manos, para entregarlos
junto a otros adquiridos en jugueterías, con erogaciones colectivas de todos
los hermanos, a miles de niños de familias de escasos recursos, en vísperas de
cada Navidad. Nuestro premio es la sonrisa de felicidad de cada niño o niñita
que recibe su juguetito de nuestras manos, que les entregan ese regalo de amor
fraternal. Sabemos que nuestra modesta obra agrada al Padre, y para nosotros lo
primero es nuestro amado Divino Padre Creador, según lo enseñó nuestro Divino
Maestro Jesús, el Mesías y lo reiteró Madrecita Laura Antonia:
…”Mas buscad primeramente el Reino de Dios y Su
Justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”…
En nuestro Templo no buscamos escalar, ni ser
más que los demás, sino que buscamos ser humildes siervos del Divino Padre
Creador, venimos a servirlo y no a ser servidos. Al pasar el umbral de nuestro
Templo, somos todos iguales como hermanos espirituales. Todos venimos a servir
al Padre Divino, a aprender Su Ciencia y a admirar Su Obra, tratando también de
ser “sembradores” de esta semilla bendita que nos entregó Madrecita Laura
Antonia, para que los que estén “llamados” puedan conocer la Luz de la
Verdadera Palabra del Único Dios Viviente.
Madrecita nos enseñó que no se necesitan
intermediarios, para que el Divino Padre Creador escuche a cualquier hombre.
Basta solamente que ese hombre realice obras de justicia en su vida terrena,
respetando las Leyes del Padre. De esa manera, ese hombre será escuchado y
protegido por el Padre. El hombre que respeta las Leyes Divinas, estará viviendo
dentro del Círculo de Sabiduría, Belleza y Justicia, que son los atributos que
impregnan la Obra Perfecta del Padre, en Su Universo Infinito y Maravilloso.
De esa manera ese hombre se hará virtuoso y
sabio, pudiendo así hacer su vida terrena viviendo marginado de la locura que
hoy invade los ámbitos. Porque los valores espirituales y morales que nos
enseñaron el Divino Maestro Jesús, el Mesías y los Profetas en la Antigüedad, y
que han repetido y actualizado desde mediados del siglo XX hasta hoy, los Maestros
de la Cosmogonía Universal y Madrecita Laura Antonia, son reales aportes para
el bien de la Humanidad.
Pero ¡Ay! Ésta se encuentra sumida en esa
vorágine de la “locura colectiva”, y es así como ciega y sorda a estos
principios espirituales de salvación, se precipita inevitablemente hacia su
autodestrucción.
“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y
paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.”
Muy buenos los trabajos,esperando mas entradas,felicitaciones.
ResponderEliminarSaludos y a seguir trabajando.
Estos mal llamados cientificos seres sobervios y arrogantes, los cuales quieren infrigir estas leyes divinas de nuestro Padre Creador, Ellos pretenden crear verdaderos robot y no dejar que actue la justicia del Padre.
ResponderEliminarQue terror solo pensar que ellos quieran crear verdaderas maquinas estan muy equivocados por que nuestro Divino Padre tiene ya designada su justicia el castigo para estos hombres.
Nuestro cuerpo humano es una maquina perfecta como todo lo creado en el universo.
El hombre que reconoce la existencia de Dios y toda su creacion, solo ese es un verdadero cientifico.
vivian
Maravillosos trabajos de los hermanos, cada uno nos dan muestran la grandeza de Nuestro Creador Divino y, también nos muestra como el hombre es cada vez más soberbio, queriendo ser como Dios.
ResponderEliminarCuan errados están aquellos que quieren ser como el, por qué el es el único ser perfecto que existe en todo el universo. Solo el tiene el poder de guiar los corazones de los hombres hacia la luz y la verdad, que emanan de Espíritu Perfecto.
También los hermanos nos muestran que hay caminos difíciles, pero que nos llevan a progresar y abrir nuestros diminutos seres, a Nuestro Padre Todopoderoso, ya que siempre nos abrirá el camino de luz, si nosotros trabajamos de corazon y de buena voluntad. Así también siguiendo sus leyes sabías y perfectas que rigen en todo lo que conocemos, por que su ser Perfecto nos lleva en lo más profundo de su ser Maravilloso y Omnipotente.
Los trabajos de los hermanos nos demuestran la ciencia verdadera, y la grandeza de ser que habita en todo el universo, dando muestras de su grandeza , para que lo sigamos y adoremos solo a el, por que el es el Único Dios, que existe y, a quien nosotros le tenemos que dedicar todo lo que somos.
Bendito sea Nuestro Creador en toda su morada, que es el universo.
"Gloria al Divino Padre Creador en las Alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad".