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lunes, 8 de diciembre de 2014

¿Qué es la Ciencia?

Equipo de investigación científica femenino usando los microscopios.

Ciencia y Moral:

Enseñanzas recibidas de los Maestros de la Cosmogonía, a través de Madrecita Laura Antonia.

La Ciencia es la observación del fenómeno en el hecho concreto. De ser posible, se deberá también recurrir a la Ciencia Experimental, que consiste en la repetición del fenómeno para observarlo y estudiarlo mejor. Esta observación objetiva debe ser interpretada por la Filosofía. ¿Y qué es la Filosofía? Filosofía es el ejercicio del pensamiento, del razonamiento. De modo que un Filósofo es un hombre, o una mujer, que hacen uso de su razonamiento, de su inteligencia, de su discernimiento. Estos son los conceptos de la Revelación desde Lo Alto. Me permito agregar aquí, del Diccionario, el origen etimológico de la palabra: Filosofía  viene del griego y se compone de dos vocablos: philos (amor) y sophia (pensamiento, sabiduría, conocimiento). Mas adelante se dice que “Filósofo es el hombre que se dedica a la búsqueda del saber, por el saber mismo”.He ahí otro de los tantos conceptos terrenales erróneos, porque la Ciencia y la Filosofía avanzan juntas en pos de un fin común, que es la búsqueda de la Verdad. Y la Verdad es el Divino Padre Creador y todo lo que de Él emana.
Entonces la Filosofía no es el estudio de la colección de las distintas doctrinas filosóficas, que han sido establecidas a través de los siglos, la mayoría de ellas erradas y tergiversadas; sino que Filosofía es pensar, razonar. Y Filósofo no es el erudito y docto en todas las doctrinas filosóficas, sino que Filósofo será el hombre que piensa, que razona; por lo cual Filósofo puede ser tanto un hombre docto en ciencias terrenas, como un sencillo e ignorante campesino de una zona aislada de la pre cordillera. Porque el uso del razonamiento no tiene que ver con el grado cultural de la persona, sino con la capacidad innata de discernir, que cada uno trae en su espíritu. Eso dependerá del grado de progreso espiritual, que en la vida actual tenga cada hombre o mujer de la Tierra. Ese progreso espiritual lo habrán ganado, con sus buenas obras de justicia en otras rencarnaciones.
Ahora vayamos a la pregunta de fondo: ¿Acaso la Ciencia del hombre terreno ha avanzado bajo un estricto código moral? El análisis de los hechos científicos a través de la Historia, nos dará la respuesta a esta pregunta: Especialmente en los siglos XX y comienzos del XXI, la ciencia avanza sin Moral. ¿Por qué? Primero, al comienzo de la era de la Razón, en el siglo XVIII, los estudiosos se dieron cuenta, que al analizar los descubrimientos científicos por medio de la inteligencia, estos descubrimientos y leyes físicas, se contraponían absolutamente al dogma religioso, de las religiones llamadas cristianas, que se practicaban en Occidente. Estos dogmas han tenido su origen en las Epístolas de Saulo de Tarso (Llamado San Pablo) que fue el Primer Anticristo, que no solo persiguió e intrigó hasta lograr la crucifixión del Mesías, sino que tergiversó y modificó a su capricho y conveniencia, la Verdadera Palabra de Dios, que enseñó el Divino Maestro Jesús. 


El celibato eclesiástico


Mandato Divino: Creced y multiplicaos y henchid la Tierra... Génesis, 1.28

Entre otras tergiversaciones de la Verdad, está el germen del absurdo y anti natural dogma del celibato religioso, que se opone absolutamente al Mandato Divino dado al hombre y que está situado en el Capítulo Primero del Génesis, el Primer Libro de la Biblia: “Creced y multiplicaos y henchid la Tierra”. Porque solo para la procreación existen los Mundos. La Sabiduría de este Mandato Divino, se ha visto confirmado además, con las investigaciones que hicieron Freud y sus discípulos y otros investigadores, sobre la fisiología de la sexualidad humana; ya que han demostrado, que el impulso sexual o instinto de la reproducción, es una  necesidad vital, natural, benéfica, saludable y básica en la especie humana. La represión de este instinto, en forma permanente por parte del hombre o la mujer, lleva indefectiblemente a la depresión, a la neurosis de angustia y a la locura. He ahí lo funesto y catastrófico del celibato religioso, al oponerse a un instinto de procreación, tan natural como respirar, y lo que es peor, aquellos hombres y mujeres que lo practican en la religión de la Gran Bestia 666 del Apocalipsis, se convierten en herejes, por oponerse a un Mandato Divino.
Por otra parte, las doctrinas basadas en la interpretación errónea de la Sagradas Escrituras de la Biblia, que además fue en gran parte tergiversada por Saulo y sus seguidores a través del tiempo, como el Creacionismo y el Fijismo (Interpretación literal del Génesis y por lo tanto errónea) que se oponían a los descubrimientos de la Antropología, Paleontología y Geología. El descubrimiento de las Leyes Físicas y Astronómicas, echaba por tierra conceptos petrificados por siglos, como el Geocentrismo y otros.
Las Hogueras de la inquisición
Cuando en la Edad Media, la Iglesia Católica adquirió un poder desmedido,se atribuyó la misión de manipular las conciencias de los hombres, defendiendo fanáticamente sus falsos dogmas, por medio de ese Tribunal injusto, malvado y cruel de la Inquisición, por medio del cual torturó y quemó vivos a miles de hombres y mujeres, que hacían uso de su libre albedrío y de su inteligencia, en el estudio de la Naturaleza y en el rechazo de los dogmas religiosos. Entre miles y miles de víctimas de ese perverso “Tribunal del Santo Oficio”, tenemos los casos de Copérnico y su posterior defensor, Giordano Bruno, quemado vivo por la Inquisición. Igualmente Galileo obligado por ese mismo inicuo y demoníaco tribunal, a abjurar de sus descubrimientos astronómicos. Y está Miguel Servet, célebre médico español, descubridor de la circulación pulmonar de la sangre, quemado vivo por Calvino, aquel otro fanático religioso, causante de persecuciones sangrientas, destierros y ejecuciones en la hoguera.
Entonces se produjo una separación y un antagonismo entre Ciencia y Religión. La Ciencia era avance, progreso; la Religión estancamiento, retroceso. Los científicos rechazaban al dogma y al dios religioso. Por ese camino avanzaron muchos científicos que fueron Misioneros del Progreso, como Lavoisier, Kepler, Copérnico, Faraday, Volta, Maxwell y otros y que por medio de sus trabajos, como libre pensadores, a su vez descubrían al Dios Verdadero y Viviente, el Divino Padre Creador  como la Causa y Origen de todas las Leyes, seres y cosas existentes en el Universo.
Algunos misioneros del progreso:


Antoine Lavosier
Johannes Kepler 


Nicolas Copérnico

Sir Isaac Newton

James Clerk Maxwell
Jean Baptiste Lamark
Dr. Alexander Flemming

Louis Pasteur



Mas adelante, la humanidad se fue haciendo cada vez más materialista y las naciones líderes fueron tras el Poder y la Riqueza, olvidando todos los valores humanos. Los científicos hicieron abstracción del dios religioso y avanzaron sin dios ni moral, porque no conocían al Divino Padre Creador. Se erigieron ellos a sí mismos en sus propios dioses y manipularon las  Fuerzas de la Naturaleza a su voluntad, con un verdadero libertinaje, con lo que estaban contraviniendo las Leyes Sabias y Perfectas del Dios Verdadero Todopoderoso, que todo lo rige con Sabiduría Infinita.
Todo esto está produciendo la agonía del Planeta y de las especies que lo pueblan, y finalmente causará la destrucción de la Humanidad y de la Civilización.
En un próximo capítulo pasaremos revista a las obras de la “Ciencia sin Moral”. Hasta entonces, si Dios lo permite.

“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Un caso histórico en el que la Justicia Divina castigó de inmediato una iniquidad:

La Justica Divina a todo y a todos alcanza, más tarde o más temprano, en su momento preciso, cronométrico. Todos nuestros actos, así como nuestros Destinos como seres humanos están regidos por la Justicia Divina, porque no existe el Azar ni la Casualidad.
Siendo las guerras un asesinato colectivo, en el que cada hombre mata a su hermano, la Justicia Divina ha determinado: “Con la vara que mides serás medido, y se os añadirá”. Por lo tanto, cada soldado participante en guerras que ha dado muerte a un semejante, deberá sufrir en el futuro el mismo tipo de muerte inferida a su prójimo. Así por ejemplo, el piloto de un avión de caza que en la Segunda Guerra Mundial derribó a un enemigo, que pereció al estrellarse su avión contra el suelo, reencarnará y en su próxima vida será un piloto civil que perecerá, en un accidente de aviación. A veces la Justicia Divina deberá esperar siglos para aplicarse, porque también hay karmas colectivos, y deberán reunirse todos aquellos que deberán pagar ese karma colectivo.
Pero otras veces la Justicia Divina actúa prontamente, haciendo pagar una parte o la totalidad del karma, de inmediato.
A continuación os invitamos a recordar un caso terrible y dramático, donde la Justicia Divina actuó de inmediato para castigar una gran iniquidad contra la humanidad: El lanzamiento de las dos bombas atómicas sobre Japón. La historia del hundimiento del USS Indianápolis, durante la Segunda Guerra Mundial, tiene relación directa con ese funesto acontecimiento.

La tragedia del USS Indianápolis.

(Extracto del excelente artículo publicado en Internet por albertoa-17 Jun 2008, 00:00)

Los hechos del hundimiento del USS Indianápolis. Crucero de la clase Pórtland. Número de serie CA-35.





A la medianoche del 30 de junio de 1944, un submarino perteneciente a la Armada Imperial japonesa disparó dos torpedos contra el barco perteneciente a la Armada Norteamericana USS Indianápolis, que se hundió en doce minutos en el Mar de Filipinas. De las 1.196 personas abordo, una 300 se hundieron con el buque y las restantes 900 quedaron a merced de las aguas y de los tiburones.
Lo que muchos de esos marineros no sabían era que no se había notificado a la Comandancia del Pacífico sobre el hundimiento del barco, ni se le notificaría nunca por la razón de la misión que acababa de cumplir el Indianápolis. El barco acababa de llevar a Guam una carga clave que cambiaría el curso de la guerra: uranio enriquecido necesario para la fabricación de las bombas atómicas que caerían sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.

Al amanecer del primer día los escualos aparecieron. Tan solo unos pocos tiburones tigre (Galeacerdo Cuvier), que fieles a su patrón de comportamiento comenzaron a rodear a los náufragos, quienes percatados de la situación, se congregaron en grupos que nadaban unidos, confiando en que esta actitud alejaría a los tiburones.
A media tarde, cientos de escualos infestaban las aguas. Los marineros, cada vez que uno de los tiburones tigre comenzaba el ritual del círculo – el comportamiento común del tiburón tigre en el ataque es reproducir un movimiento circular en torno a la presa y repetir los círculos, disminuyendo el diámetro de los mismos para, previamente el ataque, dar un círculo final amplio para posteriormente, lanzarse hacia la presa – comenzaban a patalear y a gritar esperando asustar a los tiburones, ya que a veces se alejaban con eso. Pero otras veces no se alejaban.
Al tercer día la situación se complicó aún más. Además de aumentar el número de tiburones tigre, algunos náufragos comenzaron a tomar agua salada. Esta ingestión produjo en ellos vívidas alucinaciones lo que provocó que decenas de marinos se alejaran de los grupos para ahogarse y ser devorados por los tiburones.
A las once de la mañana del cuarto día, un joven piloto, el teniente Wilbur GWinn, al mando de un bombardero PV-1 Ventura descubrió a los náufragos de forma accidental, en una patrulla de rutina en búsqueda de submarinos. Reportó el incidente a su base de Peleiu, con el siguiente radiomensaje : “¡muchos hombres en el agua!”, dando posteriormente, la posición de los náufragos.

La base envió un PBY (hidroavión) al mando del teniente Adrian Marks, con el fin de investigar la situación, quien en pleno vuelo solicitó al destructor USS Doyle que acudiera al lugar. El capitán del USS Doyle decidió dirigirse allí sin esperar la autorización correspondiente. El teniente Marks, quien arribó horas antes, descubrió una escena patética: por todos lados los náufragos estaban siendo atacados por tiburones y las muertes se daban minuto a minuto. La tripulación del avión comenzó a arrojar botes salvavidas, pertrechos y alimentos. Ante esta situación, desobedeciendo expresas órdenes sobre no amerizar, el teniente Marks descendió en las aguas y comenzó el rescate de los náufragos que estaban separados del grupo, lo cuales tenían más posibilidades de ser atacados por tiburones. En ese momento, al rescatar a los primeros náufragos, el teniente descubrió que los marineros eran tripulantes del USS Indianápolis y requirió asistencia inmediata, a lo cual respondió el USS Doyle, diciendo que estaba en ruta.

Al anochecer, al teniente Marks seguía rescatando náufragos. Una vez llena la capacidad del avión, comenzó a atar a los  supervivientes a las alas del aeroplano con cuerdas de paracaídas mientras seguían esperando el rescate. Marks y su tripulación pudieron salvar a 56 hombres durante esa jornada. En plena oscuridad llegó el USS Doyle, quien detuvo sus máquinas para no herir a los náufragos que podían encontrase en la zona y comenzó a transportar a los hombres que Marks tenía en su avión hacia el destructor. Despreciando su propia seguridad el capitán del USS Doyle mandó a encender faros para que los náufragos se guiasen hacia el barco y al mismo tiempo, para ubicar a los restantes navíos que acudieron al rescate. Al día siguiente, durante la mañana del tres de agosto, finalizó el mismo. Novecientos hombres cayeron al agua. Tan sólo trescientos dieciséis fueron rescatados. Los tiburones se comieron al resto.
El capitán del buque, Charles Butler Mc Vay III sobrevivió. Fue juzgado y condenado por negligencia al no maniobrar en zigzag, pese a pruebas abrumadoras que demostraban lo contrario…Material desclasificado más tarde, se suma a la evidencia de que Mc Vay fue un chivo expiatorio de los errores ajenos.
Presionado moralmente por los hechos, Mc Vay se suicidó en 1968. En octubre de 2000, tras años de esfuerzos de los supervivientes, sus familias y simpatizantes, se aprobó en Washington una enmienda que fue firmada por el Presidente Clinton, expresando el pesar de Congreso por lo sucedido y rehabilitando la figura del Capitán Mc Vay, exonerándole de toda culpa.(Fin de la cita)

Las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki:

Las dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki fueron ataques ordenados por Harry S, Truman, Presidente de los Estados Unidos, contra el Imperio de Japón. Los ataques se efectuaron el 6 y el 9 de agosto de 1945 y pusieron el punto final a la Segunda Guerra Mundial. Se estima que hacia finales de 1945, las bombas habían matado a 140.000 personas en Hiroshima y 80.000 en Nagasaki, aunque solo la mitad había fallecido los días de los bombardeos. Entre las víctimas, del 15 al 20% murieron por lesiones o enfermedades atribuidas al envenenamiento por radiación. En ambas ciudades la gran mayoría de las muertes fueron civiles. (Wikipedia).


“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.