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TRABAJOS DE LOS HERMANOS

Un sueño hecho realidad.

Mona Lisa

Evaristo Canales era sencillo de espíritu y limpio de corazón.
Su destino, sin embargo, lo marcó desde su niñez con una serie de contrariedades, dificultades y desgracias; las que finalmente terminaron con su espíritu de lucha y de superación. Había tenido educación y trabajo, llegando a desempeñarse en un puesto de responsabilidad en una importante empresa. Pero la muerte de sus dos hijitos, aun pequeños y el consiguiente derrumbe de su matrimonio, marcaron el punto final de esta saga de calamidades que lo atenazaron a lo largo de su vida. Sumido en una profunda depresión, cayó en el alcoholismo, llegando a un estado degradante y sin esperanza. Había tocado fondo.
En sus esporádicos períodos de lucidez, que duraban algunas semanas, trabajaba por aquí y por allá de peón o temporero en algún fundo o establecimiento cercano al pueblo en que vegetaba. Pero luego llegaba el momento en que lo invadía un funesto sentimiento de soledad y amargura, induciéndolo a beber compulsivamente, comenzando un nuevo ciclo de borracheras. Así llegó a convertirse en un auténtico desastre viviente. Era como náufrago que va a la deriva en su balsa, por el proceloso océano, sin fe y sin ilusión alguna.
Una mañana, al clarear el alba, despertó del pesado sueño en que sume el alcohol y vio a un hombre que inclinado junto a él, lo tomaba de un brazo remeciéndolo suavemente para despertarlo. Era un individuo joven, que frisaba los treinta y tres años y usaba bigote y barba. Llevaba un sombrero raído,  del cual se escapaba su cabello bastante largo. Vestía como campesino y se cubría con un poncho gris muy gastado, y le decía: -- "¡Amigo! ¡Amigo!, despierte, ya es de día. ¡Póngase de pie y busque un nuevo horizonte! La vida tiene muchas oportunidades. Dios existe y es misericordioso. Crea en Él y no recuerde más su desdicha, sino que preocúpese del bienestar de sus prójimos. Dios todo lo ve y Él le dará fuerzas".
Evaristo todavía permanecía tirado de bruces a la vera del camino y vio como ese hombre  de rostro agradable, de voz varonil y suave, se había erguido y comenzaba a alejarse. Se frotó los ojos, creyendo que soñaba y al mirar nuevamente hacia el camino, vio que el hombre ya no estaba. ¡Había desaparecido! Un sentimiento indescriptible se apoderó de su alma. Era algo que nunca había experimentado. Se puso trabajosamente en pie y reflexionó: --- Me iré de aquí. Buscaré nuevos caminos, como me dijo el desconocido ---. Registró sus bolsillos. Todavía tenía un resto de su último salario como temporero. Fue a tomar un café cargado a una fonda cercana. Luego se dirigió al arroyo próximo, lavó su ropa y se bañó. Tomó desayuno en la misma fonda y salió del pueblo. Emprendió su viaje sin rumbo ni destino y solo con el afán de alejarse de esos lugares que le traían tan funestos recuerdos.
Era una radiante mañana de primavera. Se había alejado del camino real y caminaba por un sendero que serpenteaba por entre los árboles. Su ropa, aunque ahora limpia, estaba tan gastada como su alma. Cubría su cabeza con un sombrero viejo y deslucido, que había conocido mejores tiempos. De sus zapatos mejor ni hablar. Pero ... ¡Ah! por primera vez era capaz de observar la belleza  de la Naturaleza y eso lo reconfortó. Se sintió renovado al caminar entre los árboles. Era como si se hubiera quitado un gran peso de sus espaldas.
Evaristo era un hombre aún joven. El sol le daba en la cara tostada y surcada de prematuras arrugas, cuales surcos donde estaban sembrados todos sus sufrimientos. Su rostro demacrado y macilento, era ligeramente alargado, pero agradable. Los pómulos sobresalían debido a la delgadez causada por la mala alimentación derivada de su alcoholismo. Pero en ese rostro de campesino sufrido, ensombrecido aún por la tristeza, había algo que atraía la atención. Eran los ojos de Evaristo. Eran unos ojos de mirada pura y límpida, con un dejo de inocencia. Brillantes y verdosos, donde la vida que bullía en su ser, mostraba que ahora no se dejaría vencer por la adversidad, a pesar de todo. Era como si su espíritu, hablando a través de sus ojos, dijera: --- Yo soy invencible, porque ahora creo en Dios y perseveraré aunque mi cuerpo se haya derrumbado. Ahora me he levantado y lucharé.
Con estos pensamientos caminaba por el bosque chileno y ahora había una alegría en su corazón. Quería luchar, empezar de nuevo. Ese desconocido, al hablarle de Dios, le había infundido en su espíritu una fuerza nueva. Con estos sentimientos siguió caminando sin prisa, admirando el paisaje que se desplegaba a su alrededor. Se había alejado de todo poblado y seguía avanzando por el sendero del bosque nativo.
Se detuvo un momento a la sombra de una Patagua, cubierta de numerosas flores blancas y  sentándose junto a su tronco, desató el atadito donde llevaba una botella llena de agua y una tortilla de rescoldo y bebió y comió, mientras contemplaba absorto el paisaje. Ahí estaban los frondoso Coihues con sus grises troncos, los altos Algarrobos y los Lingues, con sus gruesas cortezas de apariencia resquebrajada. Observó a todos los árboles del bosque poblados por infinidad de pequeños pajaritos, que alborozados y llenos de la vida que exultaba de sus diminutos cuerpecillos, saltando y revoloteando se rama en rama, saludaban con sus armoniosos gorjeos a la mañana gloriosa.
Ahí estaban los jilgueros y las diucas con sus dulces trinos, los fíos, las tortolitas con su canto prolongado que tiene un dejo lastimero; los diminutos chercanes, el silbido de los picaflores, los zorzales. Todos juntos producían una algarabía que era un himno a la Naturaleza y a la Vida; mientras en el azul del cielo planeaban los tiuques con su característico canto: ---tiu,tiu,tiu ---, que fue contestado por los queltehues, que luego se posaron en bandada sobre el prado ya florido, por donde vio pasar un grupo de codornices en fila india y en rápida carera, antes de perderse entre la maleza.
Evaristo sentía ahora su corazón henchido de gozo ante la belleza del campo chileno.
Se decía: ---¿Cómo no vi esto antes? ¿Estaba ciego acaso? Sí, el desconocido tenía razón, Dios existe y Es Él quien ha creado esta hermosura. En verdad, yo antes vivía ensimismado, encerrado en mí mismo, rindiendo culto a mi frustración. Ahora soy capaz de ver fuera de mí. Soy capaz de observar la perfección y belleza de la Naturaleza y me preocuparé de mis prójimos...¿Quién será ese desconocido?¿Un Ángel quizá? ¿Cómo desapareció? En estas cavilaciones, sin darse cuenta se quedó profundamente dormido.
Al despertar era otro hombre. Ya caía la tarde. Se levantó prestamente y echó a caminar, ahora con paso vivo tratando de encontrar un albergue antes que cerrara la noche. Entonces al salir del bosque, vio en las cercanías algunos cerros cubiertos de verdor que tomaban ya un tinte violáceo con los rayos del sol poniente. Había un caserío próximo y hacia allí encaminó sus pasos. Eran viviendas muy modestas y no se veía un alma por los contornos. Fue hacia una casa donde a la puerta había un viejo sentado pitando un cigarrito. Era una vivienda antigua y desvencijada, a tono con su dueño. Evaristo se acerco respetuosamente al anciano, con el sombrero en la mano y dijo: --- Buenas tardes caballero, ¿Cómo se llama este pueblo?
--- Buenas tardes. Se llama "El Confín", pu'iñor.
---¿Cómo es este lugar para vivir?
---Aquí no hay ningún futuro, amigo... pero pase pa'entro y conversemos...
Entraron y el viejo le indicó un pisito con asiento de totora en el cual se sentó. Prestamente una viejecilla arrugadita le preparó un mate y se lo sirvió junto a un pedazo de pan amasado.
--- Está cebado con yerba buena y poleo caballero,--- dijo la ancianita, que era pequeña como su mundo.
---Gracias señora, --- dijo Evaristo, y dando un buen mordisco al aromático pan recién horneado, dio sendas chupadas al mate caliente y reconfortante. Sintió como el alma le volvía al cuerpo. Dirigiéndose al viejo dijo: ¿Por qué dice usted que no hay porvenir aquí?
El viejo replicó:---Estamos alejados de todo aquí, contimás que no hay agua potable ni de río. Cada quince días viene un camión aljibe, pero apenas es suficiente. Todos se van a trabajar lejos en el día y vuelven en la noche.
Evaristo le preguntó: ---¿Cómo se llama usted, amigo?
---Me'icen Patipí, porque cuando joven fui muy patiperro. Fui marinero y navegué por el mundo, y ya ve usted como vine a echar el ancla aquí. Son cosas de la vida, pus amigo... ¿y usted como se llama?
---Evaristo Canales, para servirlo, amigo. ¿puedo alojarme aquí?
---Claro pu'inor, esta es su casa. Pobre será, pero con buena voluntad.
---Gracias, don Patipí, Dios se lo pague.
El viejo acomodó en un rincón un montón de paja, echando encima una frazada toda tirillenta. Evaristo dio las gracias y buenas noches a sus anfitriones, se acomodó como pudo en su improvisado lecho y poniendo su chaqueta hecha un rollo como almohada, esta vez se durmió sano y bueno y con la sonrisa en los labios.
Esa noche volvió a soñar con el desconocido. Era el mismo rostro agradable y sereno y que le decía: --- Evaristo, recuerda, debes luchar y preocúpate de los problemas de tus prójimos. Busca el agua aquí...Y Evaristo se vio buscando y encontrando agua en el pueblo... entonces despertó.
Al amanecer, tenía una idea fija en su mente. Debía buscar agua. Recordó las conversaciones con los viejos campesinos en la hora de la merienda, en los trabajos de temporero, cuando relataban los pormenores de la búsqueda de agua según métodos ancestrales y decidió aplicar esas ideas ahora. Se levantó y salió a recorrer los alrededores. Encontró un lugar adecuado para cavar un pozo. En la noche se reunió con el vecindario y les propuso la idea. Todos aceptaron cooperar y se pusieron a cavar. A los pocos días encontraron agua. ¡Alegría general! Se hicieron planes para construir el pozo y aprovechar el agua para el progreso del caserío. Quisieron que Evaristo se quedara a vivir con ellos, pero él les dijo que tenía que seguir su viaje.
Una mañana al alba, sin despedirse de nadie, salió caminando del pueblo en busca de nuevos rumbos. Ahora un gallo cantó a lo lejos a sus espaldas, dándole una solitaria despedida.
Se había cumplido su sueño y había dejado el bienestar y el progreso para un grupo de familias...sus hermanos. ¡Dios existe!
Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro. Sus ojos brillaron.
Evaristo Canales era feliz.
Mona Lisa.
Mayo 2016.

"Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad."


LA CIRUGÍA EN NUESTROS DÍAS
Hermano Miguel Vasquez


Las Universidades se toman seis años y  más para preparar teóricamente a los médicos.  Luego vienen los años de becado, estaríamos hablando de un tiempo que bordea o sobrepasa la década. Es necesario  que el cirujano finalmente logre seguridad con el bisturí como en el diagnóstico. Es un camino largo que requiere entrega y habilidad y  que le permita finalmente mirar a los ojos a los  pacientes  que ha intervenido. Además deberá permanecer informado de los descubrimientos recientes, ya sea participando  en congresos de su especialidad (digestivo, vascular, etc.) o a través de la literatura.
Se denomina Cirugía (del griego cheirourgeía “trabajo manual”) a la práctica que implica manipulación mecánica de las estructuras anatómicas con un fin médico, bien sea diagnóstico, terapéutico o pronóstico. En otras palabras se podría decir que los Cirujanos son algo así como: “Mecánicos del Cuerpo Humano” preparados para reparar esta máquina; obra maravillosa del Divino Padre Creador.
Sin embargo, el conocimiento del hombre no ha ido de la mano de la Sabiduría; no ha entendido que esta manipulación (de estructuras anatómicas) no puede ni debe pasar a llevar las Leyes Sabias y Perfectas del Supremo Hacedor.  Muy por el contrario, la cirugía que la hacen los cirujanos, pretende superar al Creador; burlando la ley del karma: rescatando órganos de los muertos para implantarlos en pacientes vivos.  Las leyes de la naturaleza; obra del Altísimo, se manifiestan como bofetada en el rostro para estos cirujanos soberbios; produciendo el temido “Rechazo” del órgano implantado.
Es tarde para que el médico reconozca su error y asuma la posición benéfica que marca la Ley, continuara intentándolo una y otra vez con la complicidad de los pacientes que quieren burlar su destino, y de lo que es peor de quien les dio la vida “El Todopoderoso Divino Padre Creador”.
Bienaventurado sean los que aceptan con humildad la Voluntad del Creador

Bienaventurado sean los que aceptan con humildad la Voluntad del Creador

NUESTROS HERMANOS MENORES

Por Arzobispo Monseñora Loreto Santibáñez


Nuestro amadísimo Divino Padre ha dispuesto sobre este plano terreno, la existencia del reino animal, es decir, un sinnúmero de organismos de diversas especies que están presentes desde el principio de los tiempos. Algunas de las características comunes entre los animales son: la organización celular, la nutrición, el metabolismo y la reproducción.
La biodiversidad, es decir, la variedad de organismos vivos que forman parte de los ecosistemas terrestres y acuáticos, se relaciona con el bienestar y desarrollo de la humanidad. Sus innumerables beneficios son imposibles de obtener de otras fuentes, tales como, la fertilidad del suelo o la polinización de las plantas. Si la biodiversidad disminuye, estas funciones se verían alteradas, poniendo en riesgo la sustentabilidad de la vida en el planeta.
La conservación de la diversidad biológica es un factor de preocupación mundial. Se hace necesario un equilibrio entre la conservación de la naturaleza, por un lado y el progreso social y económico, por el otro. Algunas actividades como la agricultura, la pesca, la silvicultura y el turismo, amenazan gravemente la vida de las especies.
En Chile se han identificado tres amenazas principales a la biodiversidad:
-La pérdida y modificación del hábitat
-La sobreexplotación de las especies
-La introducción de especies exóticas
Desde la llegada de la vida unicelular a la tierra hace millones de años, las especies animales comenzaron su desarrollo paulatino, a través de una serie de ramificaciones adyacentes al tronco principal de la evolución, que dio vida al ser humano. De estas bifurcaciones, nacieron los anfibios, los peces, las aves, los mamíferos y la extraordinaria gama que hoy puebla la tierra.
Con la formación de los primeros pueblos, los animales comenzaron a dar servicio a los seres humanos. La crianza de ciertas especies permitió obtener productos tales como carne, leche, huevos, cueros, lanas y pieles entre otros. Posteriormente, encabezaron gran ayuda en tareas agrícolas pesadas y en la caza. La domesticación fue otro fenómeno nacido desde la consideración especial a ciertas especies.
Sabemos que los animalitos progresan dentro de su propia especie, por gracia y obra de nuestro Padre Celestial, que también los ha puesto sobre el planeta para observar el comportamiento del hombre frente a ellos. Muchos de nuestros hermanos menores despiertan gran admiración en nosotros por su inteligencia y ternura.
Los animales también alcanzan grados de progreso espiritual superiores, conviven en planos más elevados que la tierra, muchas veces con materias distintas a las que conocemos, más perfectas de colores inimaginables y gran belleza.
Madrecita Laura Antonia siempre demostró inmenso amor por los animalitos. Cuando era pequeña, su padre y amistades salían a cazar y le pasaban el rifle para que le disparara a los pajaritos, ella lloraba y nunca pudieron conseguir que les apuntara. Sufría enormemente cuando les daban muerte.
Años más tarde, se dedico a criar muchas avecitas y algunos animales mientras vivió en la parcela. Fue una madre amorosa para todo aquel animalito que nacía prematuro o solitario, procediendo a cuidarlo y alimentarlo personalmente. Algunos de las especies que tuvo fueron faisanes, chincoles, zorzales, gorriones y pollitos. Un día llego a sus manos un pollito que había nacido con sus patitas deformes. Madrecita lo amo más que a los demás, porque estaba completamente desvalido. Gracias a sus cuidados, creció y se transformo en un hermoso gallito al que bautizo como “Bonito”. Un día el gallito desencarno, Madrecita en medio de su dolor le escribió un hermoso poema, cuyo párrafo final dice así:
Adiós Bonito, mi gallito regalón, que vivirás para siempre feliz y contento en la casa del Padre, donde no existe el dolor y reina el amor”

Bendito sea el nombre de Dios Todopoderoso por los siglos de los siglos, Amen.

Manipulación Genética.

Monseñor Obispo Juan Silva
 Veamos una noticia aparecida en Internet, www.telar.com., el 4 de julio de 2013.
“Científicos japoneses crearon un hígado humano con células madre.
“Por primera vez, crearon un hígado humano funcional, a partir de células madre derivadas de la piel y la sangre, lo que marca un avance hacia el desarrollo de órganos necesarios para trasplantes, que podrían producirse en laboratorios. Los científicos añaden que hay mucho que investigar y pasarán años antes de que esto pueda ser aplicado; pero la promesa de un hígado disponible para   trasplante parece mucho más cercano de lo que se podría esperar, hace apenas un año atrás.”(Fin de la noticia).


El hombre terreno habla del avance científico como uno de sus “grandes logros.” Recordemos que a mediados de la década de los 90, clonaron una oveja. Luego, a través de un colisionador de hadrones, han hecho chocar a gran velocidad a dos haces de protones, produciendo altísimas energías a nivel sub atómico. ¿Con qué objeto? Para simular eventos ocurridos después del Big Bang, que ellos creen es el origen del Universo. Hoy, hace solo algunos días, apareció la noticia informando que científicos japoneses han creado un hígado humano, a través de células madre.
La ambición, el poder desmedido y sobre todo el materialismo, tienen al hombre envuelto en la oscuridad. A esta fecha es posible ver, que en todo el Mundo existen compañías de salud privadas que solo están lucrando, ofreciendo un cuidado y un resguardo de células madre, por si en el futuro se presenta alguna enfermedad en un familiar, sobre todo en los hijos.
Pero, ¿En qué consiste la manipulación genética?
Consiste en modificar el caudal hereditario de alguna especie, con diferentes fines, que van desde la superación de enfermedades, o con la finalidad experimental de conseguir un individuo o cosa con características que no existen en este momento. Funciona mediante la eliminación física de un gen en un organismo y la colocación de otro ya modificado. Pero nos preguntamos: ¿Va todo esto en ayuda de la humanidad? ¿Cuáles son las verdaderas intenciones detrás de todo esto? Un columnista en una página de Internet, titulaba así un informe sobre la manipulación genética: “Jugando a ser Dios.”
Pero cuán errados están…mientras algunos lo ven como un gran avance, otros lo consideran un juego. Nosotros, con humildad y pleno conocimiento de causa, podemos decir que todo esto es una falta muy grave a la Leyes Divinas y Perfectas del Padre Creador, Dios Todopoderoso. Esta aberraciones de los falsos científicos, les acarreará un retroceso espiritual y les producirá terribles karmas, no solo para los realizadores de estas prácticas nefastas, sino también para quienes reciban el producto de estos malhadados experimentos.
Si estos hombres perdidos conocieran al Divino Padre Creador,  a Sus Leyes Sabias y a Su Justicia Perfecta e Inexorable (no sujeta a ruegos), comprenderían que en el Universo, en la Naturaleza, todo está armónicamente colocado. Nada se estorba, todo a todo se complementa, con perfecta y cronométrica armonía. Por lo tanto, cada ser y cosa está en su lugar. En el caso del hombre en materia, en sus genes se imprimen, no sólo las características del espíritu, sino también sus karmas y parte de su destino.
Siendo la Tierra un planeta aún primitivo y de expiación, todos rencarnamos aquí trayendo muchos karmas por las faltas cometidas contra nuestros prójimos en vidas anteriores. Esos karmas, o deudas pendientes, deberán cumplirse inexorablemente, por medio de enfermedades, accidentes o sufrimientos morales, para que nuestros espíritus queden liberados de esas deudas de arrastre y puedan progresar y purificarse.
Es  por eso que ningún hombre pude osar modificar el destino humano, interviniendo en los genes que son los que determinan el destino de cada uno. Si una persona tiene un órgano enfermo o manifiesta una enfermedad genética, no pueden usarse ni los trasplantes, ni la manipulación genética para eliminar esa enfermedad, pues esa persona está pagando su karma ente la Justicia Perfecta del Padre, con el mismo daño que él causó antes a un semejante. Así lo enseñó nuestro Divino Maestro Jesús, el Mesías: “Con la vara que mides serás medido.” Por lo tanto, sólo nuestro amado Divino Padre Creador, que es único Dueño y Señor de nuestros destinos, puede modificarlos.
Si ese hombre realiza obras de justicia y respeta los Mandamientos Divinos, el Padre podrá alivianar sus karmas. Si debe desencarnar por cáncer, por ejemplo, podrá sufrir su enfermedad sin dolor. También de acuerdo a las obras del hombre, el Padre podrá alargar o acortar su vida física.
Pero el hombre terreno, habitante de este planeta de expiación, en la oscuridad y la ignorancia de la Verdad, sin conocer al Padre Divino y la Moral que emana de Él, en su inaudita soberbia actúa siempre rompiendo el marco que la Naturaleza le impone, con lo cual solo está generando males a la humanidad.


“Gloria la Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.”

El hombre corre tras los bienes materiales, olvidando al Autor Divino de la Vida.
Monseñor Arzobispo Luis Valdivia
En este mundo vivimos con un montón de ataduras, ya sea en lo material, en lo familiar, en lo sentimental… En la sociedad en que vivimos, no hay siquiera el más mínimo espacio de tiempo, para contemplar la Obra Maravillosa del Padre Divino. En estos días, el bien más preciado y más escaso, es el tiempo. Vivimos corriendo, apurados por llegar, por escalar, por ser reconocidos, por poseer más y mejores artefactos, por adquirir la última tecnología, por aplastar con alguna opinión, para demostrar ser más que los otros.
El hombre de este plano no deja un espacio para el Padre Divino y lo espiritual. Cuando hoy se habla de lo espiritual, se trata simplemente de algún negocio de Centros de Meditación, generalmente de origen oriental; se entregan conocimientos tergiversados de la Verdad o postulados antojadizos, con la misión de cautivar a quienes buscan esa cómoda vida espiritual, donde el YO es el centro y lo más importante. También son conocidos como centros de autoayuda, para ir fortaleciendo la autoestima del individuo.
Todo esto no tiene comparación con lo que humildemente practicamos y que nos motiva a participar en nuestra Congregación religiosa, que es muy distinta a estas corrientes de autoayuda. Para empezar, a nuestro YO interior lo colocamos en el lugar de la escala que le corresponde, pues una de las facetas de nuestra humilde obra y que nos hace felices, es hacer el bien a los demás, sin pedir nada a cambio. Por ejemplo, nos dedicamos durante todo el año a fabricar juguetes de madera, con nuestras propias manos, para entregarlos junto a otros adquiridos en jugueterías, con erogaciones colectivas de todos los hermanos, a miles de niños de familias de escasos recursos, en vísperas de cada Navidad. Nuestro premio es la sonrisa de felicidad de cada niño o niñita que recibe su juguetito de nuestras manos, que les entregan ese regalo de amor fraternal. Sabemos que nuestra modesta obra agrada al Padre, y para nosotros lo primero es nuestro amado Divino Padre Creador, según lo enseñó nuestro Divino Maestro Jesús, el Mesías y lo reiteró Madrecita Laura Antonia:
…”Mas buscad primeramente el Reino de Dios y Su Justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”…
En nuestro Templo no buscamos escalar, ni ser más que los demás, sino que buscamos ser humildes siervos del Divino Padre Creador, venimos a servirlo y no a ser servidos. Al pasar el umbral de nuestro Templo, somos todos iguales como hermanos espirituales. Todos venimos a servir al Padre Divino, a aprender Su Ciencia y a admirar Su Obra, tratando también de ser “sembradores” de esta semilla bendita que nos entregó Madrecita Laura Antonia, para que los que estén “llamados” puedan conocer la Luz de la Verdadera Palabra del Único Dios Viviente.
Madrecita nos enseñó que no se necesitan intermediarios, para que el Divino Padre Creador escuche a cualquier hombre. Basta solamente que ese hombre realice obras de justicia en su vida terrena, respetando las Leyes del Padre. De esa manera, ese hombre será escuchado y protegido por el Padre. El hombre que respeta las Leyes Divinas, estará viviendo dentro del Círculo de Sabiduría, Belleza y Justicia, que son los atributos que impregnan la Obra Perfecta del Padre, en Su Universo Infinito y Maravilloso.
De esa manera ese hombre se hará virtuoso y sabio, pudiendo así hacer su vida terrena viviendo marginado de la locura que hoy invade los ámbitos. Porque los valores espirituales y morales que nos enseñaron el Divino Maestro Jesús, el Mesías y los Profetas en la Antigüedad, y que han repetido y actualizado desde mediados del siglo XX hasta hoy, los Maestros de la Cosmogonía Universal y Madrecita Laura Antonia, son reales aportes para el bien de la Humanidad.
Pero ¡Ay! Ésta se encuentra sumida en esa vorágine de la “locura colectiva”, y es así como ciega y sorda a estos principios espirituales de salvación, se precipita inevitablemente hacia su autodestrucción.
“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.” 

3 comentarios:

  1. Muy buenos los trabajos,esperando mas entradas,felicitaciones.
    Saludos y a seguir trabajando.

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  2. Estos mal llamados cientificos seres sobervios y arrogantes, los cuales quieren infrigir estas leyes divinas de nuestro Padre Creador, Ellos pretenden crear verdaderos robot y no dejar que actue la justicia del Padre.
    Que terror solo pensar que ellos quieran crear verdaderas maquinas estan muy equivocados por que nuestro Divino Padre tiene ya designada su justicia el castigo para estos hombres.
    Nuestro cuerpo humano es una maquina perfecta como todo lo creado en el universo.
    El hombre que reconoce la existencia de Dios y toda su creacion, solo ese es un verdadero cientifico.

    vivian

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  3. Maravillosos trabajos de los hermanos, cada uno nos dan muestran la grandeza de Nuestro Creador Divino y, también nos muestra como el hombre es cada vez más soberbio, queriendo ser como Dios.
    Cuan errados están aquellos que quieren ser como el, por qué el es el único ser perfecto que existe en todo el universo. Solo el tiene el poder de guiar los corazones de los hombres hacia la luz y la verdad, que emanan de Espíritu Perfecto.
    También los hermanos nos muestran que hay caminos difíciles, pero que nos llevan a progresar y abrir nuestros diminutos seres, a Nuestro Padre Todopoderoso, ya que siempre nos abrirá el camino de luz, si nosotros trabajamos de corazon y de buena voluntad. Así también siguiendo sus leyes sabías y perfectas que rigen en todo lo que conocemos, por que su ser Perfecto nos lleva en lo más profundo de su ser Maravilloso y Omnipotente.

    Los trabajos de los hermanos nos demuestran la ciencia verdadera, y la grandeza de ser que habita en todo el universo, dando muestras de su grandeza , para que lo sigamos y adoremos solo a el, por que el es el Único Dios, que existe y, a quien nosotros le tenemos que dedicar todo lo que somos.

    Bendito sea Nuestro Creador en toda su morada, que es el universo.


    "Gloria al Divino Padre Creador en las Alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad".

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