Un o una profeta (o profetisa), es un hombre o una mujer, que posee un Espíritu muy progresado; tal es así, que ya no pertenece al planeta Tierra, sino que habita en planetas Superiores de Universo.
Sin embargo, el Divino Padre Creador ordena a Su Hijo Dilecto, nuestro Divino Maestro Jesús, el Mesías, que le encomiende a unos de estos Espíritus Selectos, una Misión Sagrada y Divina, que deberá ser cumplida en este planeta primitivo, que es la Tierra, anunciando la verdadera Palabra de Dios.
Este Mensaje Sagrado, sólo podrán comprenderlo los habitantes cuyos espíritus ya están maduros para recibir la Luz de la Verdad.
Entonces, ese hombre o mujer escogido será un Profeta o Profetisa, que de acuerdo a las circunstancias históricas y época en que ejercitará su Misión Profética, deberá nacer en un lugar preciso, señalado por el Padre Divino, en el pueblo, latitud y tiempo que corresponda.
Así ha sucedido con todos los Profetas cuyo testimonio está en las Sagradas Escrituras de la Biblia.
Serán hombres y mujeres como los demás, pero exteriorizarán excepcionales condiciones mediúmnicas, en ciertos momentos de su diario vivir.
Esas facultades mediúmnicas, llamadas antes “condición profética” o “espíritu de profecía”, les sirve para desempeñar su Misión de servir de eslabón terreno de unión entre el Plano Espiritual Superior de los Ángeles (Maestros de la Cosmogonía) y los discípulos terrícolas que seguirán el camino señalado desde lo Alto.
De modo que un profeta baja a la Tierra por Mandato Divino, por lo cual no son los Hombres Terrenos, los que hacen o nombran a un Profeta. Ni tampoco los hombres de la Tierra pueden descalificar o ignorar impunemente a un Profeta verdadero, enviado por el Padre Celestial.
¿Cómo saber cuando un Profeta o Profetisa es verdadero y enviado por el Divino Padre Creador (Yahvé o Jehová).
La respuesta es:
CUANDO ESE PROFETA O PROFETISA HACE SUS PROFECÍAS EN EL NOMBRE DE DIOS, NUESTRO DIVINO PADRE CREADOR Y ESAS PROFECÍAS SE CUMPLAN
“15 El Señor Dios tuyo levantará para ti de tu nación, y de entre tus hermanos un Profeta como yo; a él oirás.”
“17 y al Señor me dijo: Bien han hablado en todo.
18 levantaré para ellos un Profeta de en medio de sus hermanos, semejante a ti; y pondré mis Palabras en su boca y les hablará de lo que yo le mandare.
19 Mas el que no quisiere oír sus palabras que hablará en mi Nombre, experimentará mi Venganza”
20 Mas el Profeta que corrompido de presunción quisiere hablar en mi Nombre, lo que Yo no le he mandado que dijera o habla en nombre de dioses ajenos, será entregado a muerte.
21 Y si dijeres secretamente en pensamiento: ¿Cómo puedo entender la palabra, que el Señor no ha hablado?
22 Tendrás esto por señal: Si lo que aquel profeta hubiere vaticinado en el Nombre del Señor, no se verificare; esto no lo habló el Señor, sino que se lo forjó el Profeta por orgullo de su corazón; y así no le temerás”
¿Cuál es el caso de Madrecita Laura Antonia la Profetisa del Apocalipsis, dentro de la Norma de Moisés?
Primera Profecía o Revelación de nuestra Madrecita Laura Antonia, publicada en la Revista Astral N° 1 de Mayo de 1972 en Santiago, Chile:
Hombres, humanidad toda:
En el nombre del Divino Padre Creador, os hacemos un llamado a la cordura, a la paz, al amor, es decir, al camino de Cristo, a sus verdaderas enseñanzas, las que han sido desvirtuadas por todas las religiones.
Llamamos a todos aquellos que con amor, sacrificio y con su fe viva, quieran llevar las Túnicas Blancas, vestiduras que el Maestro nos pide, porque la Hora Final está muy próxima, porque ya estamos en el comienzo del fin, porque la Tierra ya a empezado a sufrir y cada uno ha de recibir lo que merece…”
Queda pues, establecido que Ella hizo su primera Profecía, en el nombre del Divino Padre Creador, al dar inicio a su Ministerio Profético en 1972, el año en que se iniciaba la “cuenta regresiva” para la humanidad.
¿Se han cumplido las Profecías hechas por Madrecita Laura Antonia, desde mayo de 1972 hasta el 24 de diciembre de 2003, fecha en Ella dejó este mundo?
La respuesta es: Si, se han cumplido y se siguen cumpliendo, según voluntad de nuestro Divino Padre Creador.
En su Primera Profecía, Ella asumiendo que ya empezábamos a vivir el Apocalipsis, aclaraba que era la Justicia Divina la que llegaba sobre la humanidad impía y vaticinaba además:
a) “Continuarán las guerras y la violencia”: Desde 1972 a la fecha actual la humanidad se ha debatido en numerosos guerras locales, en distintas latitudes; terrorismo institucionalizado y una tensión creciente entre el bloque de la naciones de Occidente contra las del Oriente, tensión que dará origen a la Tercera Guerra Mundial Nuclear, la última guerra de la humanidad.
b) “Habrán fenómenos meteorológicos que han de traer destrucción y muerte”: Hemos visto recrudecer el Cambio Climático del planeta Tierra, lo que ha traído aparejados todo una serie de catástrofes producidos por ciclones, tornados, lluvias diluviales e inundaciones de una extensión y violencia nunca vista.
c) “Habrá hambre y mortalidad”: Millones de seres humanos han desencarnado por causa de hambrunas derivadas de prolongadas sequías, especialmente en Etiopía, Somalia, Sudeste de Asía y otros lugares del planeta
d) “Enfermedades de origen radioactivo, para las cuales el hombre no encontrará remedios”: Conocidas son las pandemias y epidemias que han azotado a la humanidad en las últimas décadas.
e) “Habrán fuertes temblores que sacudirán la Tierra”: Terremotos y Tsunamis de una violencia inusitada que con frecuencia cada día castigan la Tierra. Estos fenómenos telúricos mortales y terroríficos han producido elevado número de muertos y heridos y extremos daños materiales.
f) “Harán erupción casi todos los volcanes de la tierra”: Esta Profecía comienza a cumplirse es estos días, pues va paulatinamente aumentando la cantidad de erupciones volcánicas, en distintos lugares de la Tierra, tanto en regiones terrestre como submarinas.
g) “La ciudad de la Bestia 666 (nombrada en el Apocalipsis de Juan Apóstol), que gobierna a los hombres será destruida, como también las grandes ciudades que son cuna de escándalos y de inmoralidad”.
Finalmente en esta Profecía, Ella señala el Día Final de la Humanidad, con la llegada del Divino Maestro Jesús y sus Ángeles para castigar a los impíos y proteger y salvar a los fieles, sus seguidores y discípulos, para llevarlos a “los cielos nuevos y a la Tierra nueva”, que será un mundo de paz y amor.