"No todo el que me dice, Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos; sino el que hace la Voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése entrará en el Reino de los Cielos". (Mateo, Cap. 7, vs. 21).
El Divino Maestro Jesús, el Mesías enseñó: "Haced la
Voluntad de mi Padre". Sí, por cierto. ¿Pero cuál es la Voluntad
del Padre Celestial? Obviamente no son los falsos dogmas de fe, creados por
los guías de las religiones terrenas, sino que Su Divina Voluntad está
expresada en los Santos Mandamientos, que según la Biblia, fueron establecidos
en la antigua Ley de Moisés.
Sin embargo, estos preceptos sabios y perfectos, adaptados a
civilizar a un pueblo idolátrico durante el Éxodo, fueron actualizados, no por
hombres de la Tierra, sino desde Lo Alto, durante la misión Profética de
Madrecita Laura Antonia, la Mujer Apocalíptica, en el siglo XX de nuestra Era,
en Santiago de Chile.
En efecto, durante varias sesiones mediúmnicas, los Ángeles
Mensajeros del Divino Padre dictaron los Estatutos Espirituales de la
Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén, que expresan la Voluntad de Dios
Todopoderoso Padre Creador, y que son los siguientes:
1.- Amar al Divino Padre Creador por sobre todas las cosas,
con fe viva e indestructible, sin debilidades, a prueba de sufrimientos.
2.- "De Dios la Voluntad", nos ha revelado el
Divino Maestro Jesús, por lo que no debemos rebelarnos jamás contra la Justicia
Divina.
3.- Amar y respetar al prójimo.
4.- Estar plenamente consciente que la duración de la vida
propia y la ajena, no dependen de la voluntad del hombre, sino exclusivamente
de la Voluntad de nuestro Divino Padre Creador.
5.- Ser cortés, respetuoso y de buena voluntad.
6.- Ser humilde pero no servil.
7.- Ser fiel honesto y sincero.
8.- Ser paciente, sereno y observador.
9.- No tener odios, rencores ni impartir justicia propia.
10.- No menospreciar a nadie, por motivo alguno.
11.- No juzgar al prójimo, no blasfemar ni injuriar.
12.- No ser vanidoso, ambicioso en demasía ni personalista.
13.- No ser materialista.
14.- No tener prejuicios de índole alguna, políticos,
culturales ni religiosos; ni discriminaciones raciales ni socioculturales.
15.- No mentir jamás, por motivo alguno.
16.- No comer sangre de cerdo.
17.- Prohibido incinerar los cadáveres.
18.- Prohibida la fecundación "In Vitro".
19.- Prohibido el aborto.
20.- Prohibida la donación de órganos.
¡Esta es la Palabra Sagrada de nuestro Divino Padre Creador!
En el Antiguo Testamento, en el libro Deuteronomio, Cap. X,
V. 13, dice: "Y guardes los Mandamientos del Señor y Sus Ceremonias, que
yo te prescribo hoy, para que te vaya bien".
De modo que el hombre o mujer que practique con obras estos Mandamientos
Sagrados, será considerado justo a los ojos del Padre Todopoderoso, que todo lo
ve y todo lo sabe y que siempre tiene Sus Ojos Divinos sobre los justos y los
oye y los protege.
Y ahora
preguntémonos: ¿Qué es la fe? Fe es creer que el Divino Padre Creador
existe y que Él Es el Supremo Juez cuya Justicia es Perfecta, en la que no
existe el perdón de los pecados, que es injusticia, sino que el Padre da a cada
cual lo que merece, según sus obras. Fe, por lo tanto, es conocer la existencia
del Padre Divino y amarlo y demostrar ese amor con obras, que demuestren que
respetamos y cumplimos Sus Divinos Mandamientos. Pero el hombre de la Tierra es
imperfecto y comete numerosos errores en cada existencia. El Padre no perdona
estos errores, pero en Su Infinita Misericordia nos da miles de oportunidades
para ir pagando estos errores y faltas cometidas contra nuestros semejantes durante
distintas vidas terrenas. Estas faltas se pagarán con la misma cantidad de
sufrimientos infligidos a otros, mediante la Ley de Justicia expresada en el
Karma y la Reencarnación. "Con la vara que mides, será medido", es la
Sagrada Ley del Divino Padre Creador.
Esos son los pesados karmas que traemos a cuestas a cada
reencarnación terrena, en este planeta que es un mundo de expiación y
primitivo, de solo tercera categoría, en una escala de progreso del 1 al 9, en
todo el Universo. Estos karmas son ineludibles, de sufrimientos morales o
físicos, de enfermedades o muertes violentas
en guerras o accidentes, etc. O bien desencarnamos de vejez y enfermedades,
todo según estricta justicia para cada cual.
Sin embargo, el Divino Padre Es el único dueño y Señor de
nuestros destinos. Él puede modificar a Su Voluntad los destinos de los
hombres. Y gracias a su Divino Arbitrio, Él puede hacer que experimentemos las
"Evasiones de la Muerte", haciendo que nuestro momento fatal sea
postergado, atendiendo a las obras de justicia y oraciones que pudieran haber
sido realizadas. Pero los impíos recibirán un castigo implacable e inexorable.
Todos es en Justicia, hermanos.
Veamos a continuación un caso de la vida real, donde el
terrible karma de un hombre destinado a morir ahogado en la profundidad del
océano, fue cambiado merced a la Justicia y Misericordia del Supremo Hacedor.
Noticia: Internet,
PrensaLibre.tv. 16 junio 2015.
"Un nigeriano sobrevivió tres días atrapado en un barco en el fondo del océano".
Un hombre de nacionalidad nigeriana ha sobrevivido tres días
refugiado en la cámara de aire que se formó en un barco hundido en el fondo del
Océano Atlántico, informó hoy el diario local "The Nation". (Por
agencia EFE 4 diciembre 2013).
"Lagos. Harrison Odjegba Okene, cocinero de un
remolcador al servicio de la petrolera norteamericana Chevron en el delta del
Níger, fue el único superviviente de una tripulación integrada por doce personas,
todos nigerianos, excepto el capitán, procedente de Ucrania.
La nave se hundió frente a las costas de Nigeria el pasado
26 de mayo, aunque la historia de Okene fue conocida solo hoy.
A las 05.00 hora local de aquel día - 04.00 GMT - el
remolcador "Jascon 4" maniobraba junto a un buque cisterna en una
terminal de carga de crudo de Chevron cuando, tras un giro súbito y violento,
se hundió en el Atlántico, llevándose consigo a los doce hombres que se
encontraban a bordo.
Aquel fue el comienzo de la odisea de Okene, quien se
encontraba en el baño en el momento del naufragio y llegó a enfrentarse a los
tiburones que intentaron penetrar en el barco volcado atraídos por los
cadáveres de sus compañeros.
Hundido el barco en el océano, del revés, el cocinero se
desplazó por su interior tratando de encontrar el lugar más seguro para esperar
el rescate, con solo sus calzoncillos puestos.
"Estaba aturdido y en todas partes estaba oscuro. Fui zarandeado y logré salir del aseo a tientas
hasta un lugar que me pareció la sala de descanso de los oficiales, de ahí fui
al despacho de los ingenieros, sin ver nada", relató.
Okene encontró un
chaleco ligero con dos luces, que le ayudaron a avanzar hasta la parte del
buque donde se sentía más seguro, y comenzó una larga espera de 72 horas hasta
ser rescatado. Mientras tanto, pudo percibir como los tiburones y barracudas
inspeccionaban los espacios colindantes en busca de comida.
"Recé cientos de
veces, empecé a invocar la intervención divina", recordó.
Al tercer día de espera, el náufrago oyó el motor de un
barco y se dio cuenta de que los equipos de rescate lo estaban buscando. Para
atraer su atención, utilizó un martillo para golpear la pared del barco, que
puso sobre aviso a una embarcación.
Salió entonces de la cámara de aire que le había permitido
sobrevivir hasta ese momento y se lanzó al agua helada para pedir auxilio.
"Mis manos y pies estaba pálidos. Cuando lo encontré, fui yo quien tocó al
buceador, le toqué la cabeza y se asustó", dijo del hombre sudafricano que
logró encontrarle.
A pesar de su buena fortuna, Okene aseguró sentirse triste
por la muerte de sus compañeros, que le demostró que no todo el mundo tiene una
segunda oportunidad".
(Fin de la cita).
Así fue como este humilde trabajador superó una grande y
angustiante prueba, orando fervientemente a Dios; y el Padre Divino Justo y Misericordioso lo
escuchó y rescató de las tinieblas de muerte, hacia la luz del sol vivificante.
"Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en
la Tierra a los hombres de buena voluntad".
La humanidad deshumanizada.
Carta a David.
Foto: prideandprejudice200years.blogspot.cl |
Escúchame David, querido amigo:
La sociedad hoy en día está cada vez peor, pero no te dejes
arrastrar por la locura colectiva. El levantarse por la mañana con el pie
izquierdo, es problema de los demás. No dejes que tus dificultades te abrumen y
consigan que tu día y el día de las
personas que te rodean se vuelva gris, pues para todo hay solución. Tú bien
sabes que después de un día de lluvia, sale el sol. Debes pensar positivo y
emitir ondas de amor, para así transmitir ese estado de ánimo a los demás.
No debes ser negativo, diciendo a todo que "no",
por principio. Esa actitud negativa te perjudicará aún más.
Tú ves como la gente está cada vez más alterada, irritable,
poco tolerante, menos amable, estresada y de mala voluntad. Descargan su mal
humor con el primero que se les cruza en su camino. En las mañanas, corren para
subir al micro o al metro y una vez arriba, la consigna general es ver quien se
sienta primero. Para lograr esto, empujan a diestra y siniestra, sin fijarse a
quién están pasando a llevar. Tú ves, David, que todos se levantan cansados de
sus lechos y lo único que desean es viajar sentados, en circunstancias que su
día recién comienza.
Por otra parte, los vehículos a motor aumentan cada día,
colapsando el tránsito en la ciudad. Los conductores, empujados por esa fiebre
de la velocidad que impulsa a esta sociedad cibernética, aceleran pasándose
mutuamente en una lucha sin sentido de ir los primeros. El improperio está a flor
de labios. La gente está día a día menos amable y se rechaza al prójimo cada
vez más, sin importar la vida de nuestros semejantes. Bien puedes notar, querido David, que estamos viviendo
en un mundo materialista marcado por la soberbia, una sociedad que solo busca
con afán el bienestar y la satisfacción a corto plazo, que proporcionan los
sentidos y el dinero.
¿No te da la impresión, querido David, que sus espíritus
están cansados de este estilo de vida, sin saberlo? Están cansados de esa
rutina acelerada que los mata día a día. Han perdido la meta y fin de su
existencia. ¡Es que no conocen a Dios y Sus Leyes Sabias! El profeta enseñó en
tiempos remotos: "Cumple los Mandamientos Sagrados para que te vaya
bien". Pero ellos no conocen al Dios Verdadero Viviente y Existente, que
ha creado todo lo que existe. Y no desean, apreciado David, conocerlo tampoco,
pues lo que ellos conocen en su extravío, es un falso dios inventado por los
hombres incrédulos e impíos. Sólo conocen a ese falso dios que hace dones y perdona
los más horribles pecados, con injusticia. Ese fantasma que adoran las
religiones terrenas, es el que propaga la mentira, por lo que la mayoría de los
hombres de este siglo XXI están vacíos y se debaten en la oscuridad, sin
principios y sin moral.
¡Ay, querido David! Si estos hombres pudieran abrir siquiera
un poquito la puerta de sus espíritus, faltos de luz y de amor, para recibir en
ellos la Verdad de la existencia del Padre Divino y de la Moral que emana de
Sus Mandamientos y Leyes perfectas y sabias, tal vez podrían ver la vida con
otro sentido y la mirarían desde otro punto de vista más espiritual y así
serían desterradas de la convivencia diaria tanta maldad y las constantes
faltas de respeto a las personas, porque cada uno vería en el otro a su
hermano.
Que maravilloso sería, querido David, vivir en un mundo de
Paz y Amor, en el que todos los seres humanos amaran al Divino Padre Creador
por sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismos.
Pero hoy esta vorágine deshumanizada en que se debate
nuestra sociedad, es un síntoma inequívoco de que ya estamos viviendo el fin
del Final de los Tiempos de la humanidad. En efecto, todo lo que hoy está
sucediendo en todos los ámbitos de nuestro planeta, estaba escrito en la Biblia
y en las profecías de Madrecita Laura Antonia, la profeta chilena del
Apocalipsis, vaticinando que todo esto sucedería y que el hombre iba a romper
todas las barreras, por su soberbia y por no saber reconocer la Verdad de la
Existencia del único Dios Viviente, nuestro amadísimo Divino Padre Creador.
Hermana María José Rojas.
22 de noviembre de 2015.
"Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en
la Tierra a los hombres de buena voluntad".