|
1972 – La Hermanita Antonia esperando la Incorporación de un Maestro de la Cosmogonía, en Santiago de Chile. |
Madrecita Laura Antonia, Portaestandarte de la Verdad del Divino Padre Creador en el siglo XX de nuestra Era.
La Verdad del Divino Padre Dios
Todopoderoso llegó a la Tierra a través de Madrecita, el 2 de octubre de 1967,
en Santiago de Chile, desde este confín del mundo y para toda la humanidad.
Quiero
una vez más, expresar en estas líneas, un emocionado recuerdo a la profeta de
Dios, a la que tuve el privilegio de conocer personalmente y a quien el Padre Divino
envió a la Tierra, para anunciar la llegada del Apocalipsis, a la humanidad de
nuestro mundo. Ella reveló que, a mediados del año 1972, empezaban a cumplirse
todas las profecías antiguas sobre el fin de los tiempos de la humanidad
terrena, y cuyo testimonio se encuentra situado en las Sagradas Escrituras de
la Biblia.
Estas
profecías antiguas están en el Antiguo Testamento con los
escritos de Isaías, Jeremías Exequiel, Daniel y los profetas menores, como también
en el Nuevo Testamento, con las profecías y enseñanzas de nuestro Divino
Maestro Jesús, el Mesías; así como también del profeta Juan Evangelista, con su
obra Apocalipsis, que es el último libro profético de la Biblia.
Todas
estas profecías antiguas vaticinan el caos telúrico y meteorológico que hoy
vivimos en nuestro planeta, así como la corrupción moral de la humanidad y la
violencia que llena los ámbitos. Igualmente vaticinaron la emergencia de la
gran Bestia del Apocalipsis y su caída catastrófica; como también anunciaron la
subida de la Bestia segunda, el 666, “que es número de hombre” dice la Escritura
Sagrada, por lo que fue un hombre, que subió, reinó, extravió a la humanidad y
luego, también como señala la escritura, “fue molido sin mano”.
Madrecita
Laura Antonia, en su tiempo confirmó, en el Nombre del Divino Padre, todas
estas profecías Bíblicas, las aclaró, y a su vez emitió nuevas profecías y
revelaciones sobre el Apocalipsis, tanto genéricas como referentes a los acontecimientos
en Chile, en el mundo, en relación a la Tercera Guerra Mundial Nuclear y al Día
Final de la humanidad.
Sus
discípulos hemos podido comprobar como muchas de sus profecías de 1972, se han
ido cumpliendo paulatinamente a través de estos últimos 46 años, en todos los
ámbitos de la Tierra: “Continuarán las
guerras y la violencia, habrá fenómenos meteorológicos que han de traer destrucción
y muerte; habrá hambre y mortalidad, enfermedades de origen radioactivo para
las cuales el hombre no encontrará remedios, habrá fuertes temblores que sacudirán
la Tierra, y la ciudad de la Bestia 666 (nombrada en el Apocalipsis de Juan
Apóstol), que gobierna a los hombres, será destruida, como también las grandes ciudades que son cuna de escándalos y de
inmoralidad. Harán erupción casi todos los volcanes de la Tierra”.
A
la fecha de hoy, septiembre de 2018, muchas de estas profecías se han cumplido
y se siguen cumpliendo casi cotidianamente, de acuerdo a la Voluntad de nuestro
Divino Padre Creador.
Continúa
diciendo la Profecía de Madrecita: “Horrorizados,
los hombres huirán como manadas de bestias heridas; habrá un terremoto de tal magnitud,
como ningún otro ha habido jamás y el Divino Maestro Jesús bajará a proteger a
sus siervos, entre temblores, fuego, rayos y truenos, y marcará en el Éter una
línea divisoria de Este a Oeste. A un lado quedarán la destrucción, el horror y
la maldad del hombre, y al otro, vistiendo blancas túnicas, quedarán los
siervos, los que hoy le sirven y
veneran, porque al venerar al Maestro, se venera, se ama a nuestro Todopoderoso
Divino Padre Creador.
Luego todo cobrará vida, los árboles, las
plantas, el agua, se vestirán de hermosos colores radiantes; entonces bajarán
aves de múltiples y hermosísimos colores y Naves Espaciales de planetas
desconocidos, llegarán en ayuda de los elegidos, y solo entonces reinará para
siempre la paz y el amor. Quizá esto último sea que Dios, en Su infinita Bondad
y Justicia, traslade a sus siervos a planos Superiores del Astral”.
Sin
embargo, Madrecita debió vivir el destino de los Profetas enviados por el Padre
a este planeta primitivo. Fue perseguida por la Gran Bestia 666, en unión con
la Dictadura en Chile desde el 11 de septiembre de 1973, y fue calumniada ella
y sus discípulos, y puestos en prisión incomunicados, ella, el arzobispo su
esposo y dos discípulos durante seis días, después de los cuales fueron puestos
en libertad “sin cargos”. Pero la dictadura le cerró arbitrariamente su
Laboratorio de Cosméticos, que ella había construido y organizado con todos los
permisos, como su fuente de subsistencia. También la dictadura le impidió
trabajar en otros rubros que ella intentó para ganarse la vida: Una empresa de
comidas caseras para industrias, una tienda de abarrotes, una tienda de ropa en
San Bernardo. Finalmente tuvo que salir diariamente invierno y verano, en su
kleinbus, junto a su esposo al campo, a vender cosméticos y trabajar en los
remates, en la reventa de mueblas y enseres, para ganar su sustento.
Cuando
volvió la democracia a Chile, se recurrió a las autoridades en busca de
justicia. Pero ahí estaba al acecho la gran Bestia 666, para ir contra la
profeta de Dios. Esta demanda de
justicia fue respondida públicamente con un decreto Ministerial, que reprodujo
todas las calumnias de la Dictadura.
En
efecto, en el Decreto N° 426 del 26 de marzo de 1992, en su punto 6°se señalaba:
“que de los informes y demás actuaciones que rolan en estos autos” (las
calumnias que un Agente del Estado, por orden de la dictadura, envió en forma
secreta a la ministra de justicia de la época, y que ahora se reproducían) “se desprende que se trata de una
organización conformada básicamente para explotar la ingenuidad y creencia de
la gente en los poderes sobrenaturales que se atribuye Laura Antonia Alcaíno
Pozo, apodada “Madrecita Laura Antonia”.
A
pesar de todas las dificultades y calumnias, Madrecita siguió adelante en el cumplimiento de su misión religiosa y
profética, acompañada por los discípulos fieles.
Pero
la Bestia volvió al ataque contra la profeta del Padre Divino. Se levantaron
Anticristos, que lideraron a seguidores de la Bestia, en una conjura satánica,
que involucró a tres hijos mayores de 30 años de Madrecita, para que estos
entes desnaturalizados, calumniaran a su madre, pretendiendo falsear su
ministerio profético y a su religión sagrada, en una campaña de prensa y
televisión. Pero los vecinos de la Pintana firmaron una lista a favor de la
Congregación y la campaña de calumnias cayó por su propio peso. Finalmente, los
Tribunales de Justicia de Chile, establecieron la falsedad de las imputaciones,
haciendo justicia a la Profeta del Padre.
Pero
esa campaña de viles calumnias, a la cual fueron inducidos sus propios hijos
por los Anticristos, constituyó una crucifixión moral de Madrecita Laura
Antonia. Como consecuencia, ella sufrió un ataque cerebral que la llevó a la
muerte, después de una larga agonía.
Durante
todos los años que siguieron a esta iniquidad, hemos podido ver como todos
aquellos que participaron en contra de la Profeta del Padre Divino, aunque
quedaron impunes a la justicia de los hombres, no escaparon a la Justicia
Divina.
Es
sí como hemos visto que tanto los instigadores como sus secuaces, desde el más
alto hasta el último de ellos, han sido severamente castigados por el Divino
Padre Creador; cuya Justicia Perfecta a todo y a todos alcanza, en su momento
preciso, cronométrico.
En
efecto, algunos ya han dejado este mundo, aquejados de penosas enfermedades, y
sus espíritus han partido rumbo al planeta prehistórico, mundo horrible, adonde
van los impíos y los herejes. Otros, que aun penan en este planeta, están
aquejados de terribles sufrimientos morales y enfermedades incurables, y sus
espíritus esperan su turno de peregrinar hacia Mercurio.
“Ciertamente
con tus ojos mirarás, y verás la recompensa de los impíos”. (Salmos 91: 8)
“Gloria
al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de
buena voluntad.”
Hermana
Gioconda Verdugo P. de la Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén.
9
de septiembre de 2018, La Pintana, Santiago.