Libro de Daniel Profeta, Antiguo Testamento.
(Nota: el rey Baltazar, nieto de Nabucodonosor, reinaba en Babilonia, estando esta gran ciudad sitiada por los medos y los persas. Había hecho un festín para sus nobles y bebían en los vasos de oro y plata que Nabucodonosor había traído desde el Templo de Jerusalén. En medio del festín, apareció una mano con dedos luminosos que escribieron en el muro de la sala del festín).
Libro de Daniel, cap. 5, vs. 5: “en la misma hora aparecieron unos dedos como de mano de hombre que escribían enfrente del candelero en la superficie de la pared de la sala real; y el rey miraba los artejos de la mano que escribía.
6 Entonces se inmutó el semblante del rey, y le conturbaban sus pensamientos y las coyunturas de sus riñones se descoyuntaban y sus rodillas se batía la una con la otra.”
(Nota: el rey hizo comparecer a sus adivinos para que interpretaran las palabras que habían sido escritas en la pared y nadie pudo decir su significado).
Al fin fue introducido el profeta Daniel en la estancia y este dijo:
“24 Por tanto Él (Dios) envió los dedos de una mano que escribió esto que está grabado.
25 Esta es pues la escritura, que allí está dispuesta: MANE, THEKEL, PHARES.
26 Y esta es la interpretación de las palabras:
MANE: Dios ha numerado tu reino y le ha puesto término.27 THEKEL: Tú has pesado en la balanza y has sido hallado falto de peso.
28 PHARES: Dividido ha sido tu reino y se ha dado a los medos y a los persas.
(Nota: Esa misma noche entraron los sitiadores a la ciudad y la tomaron matando al rey y sus súbditos y reinó Darío, el medo y Ciro el persa.
Libro de Daniel Profeta, antiguo testamento.
Capitulo 9 vs. 20 (nota: Daniel estaba orando a Dios y se le aparece el Arcángel Gabriel que le hace una Revelación):
El Profeta y los leones |
21 Estando aun hablado en mi oración, he aquí Gabriel, el Varón a que al principio había visto en la misión, volando arrebatadamente me tocó de la hora del sacrificio de la tarde.
22 y me instruyó y me habló y dijo: Daniel ahora he salido para instruirte y para que tú entendieses…”
Libro de Daniel Profeta, Antiguo Testamento
Capítulo 10 vs. 4: (Nota: El profeta recibe la visita de otro Arcángel)
“4 y el día veinticuatro del primer mes, estaba yo a la orilla del río grande, que es el Tigris.5 Y alcé mis ojos y miré y he aquí un Varón vestidos de ropas de lino y sus lomos ceñidos de oro puro.
6 Y su cuerpo como el crisólito (piedra preciosa de color amarillo verdosa) y su rostro como especie de relámpago y sus como antorchas ardiendo y sus brazos y desde allá abajo hasta los pies como semejanza de bronce reluciente; y la voz de sus palabras como ruido de muchedumbre.
7 Y yo Daniel vi solo la visión, mas los hombres que estaban conmigo, no la vieron, sino que vino sobre ellos un excesivo espanto y huyeron a esconderse.
8 Y habiendo quedado yo solo, vi esta visión grande y no quedó fuerza en mi, sino que se mudó en mi todo semblante y quedé pálido y perdí todas mis fuerzas.
Representación del profeta Daniel visitado por el Arcangel Gabriel |
9 Y oí la voz de sus palabras y oyéndolas yacía postrado sobre mi rostro y mi cara estaba pegada con la Tierra
10 y he aquí una mano me tocó y me alzó sobre mis rodillas y sobre los artejos de mis manos
11 y me dijo: Daniel, varón de deseos entiende las palabras que yo te hablo y está en pié; porque ahora he sido enviado a ti. Y habiéndome dicho estas palabras, temblado me puse de pie.