Los Maestros
de la Cosmogonía Universal nos revelaron, a través de Madrecita Laura Antonia,
que las Leyes de la Vida, creadas por nuestro Divino Padre Creador, son cuatro:
Nacer, Vivir la vida de la Tierra, Desencarnar y Rencarnar. Estas Leyes Divinas
rigen inflexiblemente al espíritu humano. Citaremos aquí textualmente parte de
un Mensaje de los Maestros, donde nos fue revelada la Rencarnación:
…"Nuestra visita a la Tierra,
obedece a un Mandato del Divino Padre Creador, para mostrar a los hombres
profanos de esta Tierra, que el espíritu es inmortal. Después de la muerte
física, continúa viviendo y cambiando materia, todas las veces que son
necesarias, para su evolución espiritual"…
Los Profetas
han sido enviados a la Tierra, desde las épocas más remotas de la Historia, a
los pueblos de las distintas razas y latitudes. Es por esto que en las obras de
antiguos escritores y filósofos, se hace referencia a la Rencarnación. Veamos,
por ejemplo, el caso del poeta romano Virgilio, que nos reveló también la
existencia de esta Ley de la Vida:
(Virgilio vivió en el siglo I AC). Nota: Los
párrafos textuales de la Eneida, han sido citados del libro: La Eneida, de Publio
Virgilio Marón, Ediciones Fermi, Géneve 1974. Sexto libro, págs. 150 y 151.
Publio Virgilio Marón, poeta latino, nacido cerca de Mantua (70-19 Ac)
autor de "Las Bucólicas", serie de diez églogas de inspiración
pastoril; de "Las Geórgicas", admirable poema a la gloria del campo,
y de "La Eneida", gran epopeya nacional y religiosa, que dejó sin
terminar. Imitador constante, pero hábil, de los griegos, particularmente de
Teócrito y Homero, no deja sin embargo, de tener un talento muy personal,
demostrado por su amor a la Naturaleza, la perfección de su estilo y la armonía
de sus versos.
Por la Gracia del Divino Padre, los Maestros nos revelaron, a través de
Madrecita Laura Antonia, que el poeta Virgilio fue una de las rencarnaciones
terrenas de nuestro Divino Maestro Jesús.
En La Eneida,
en el Sexto Libro, relata Virgilio como Eneas, héroe troyano, al guiar a todos
los troyanos sobrevivientes del incendio de Troya, navegando por el
Mediterráneo, han desembarcado en Italia, en el lugar donde se encuentra la
cueva de la Sibila de Cumas. El héroe le ruega lo lleve donde se encuentra el
espíritu de su padre Anquises, fallecido durante la navegación. Ella accede y
lo lleva por espaciosos bosques, donde se encuentran los espíritus de los
desencarnados, esperando el Juicio. Encuentra por fin a su padre Anquises, y
éste le explica sobre la Rencarnación.
Nota: Al citar textualmente los párrafos de "La Eneida", hemos
intercalado nuestras modestas observaciones entre paréntesis.
"Eneas en tanto, ve en una cañada un apartado bosque lleno de
gárrulas enramadas, plácido retiro, que baña el río Leteo. Innumerables pueblos
y naciones vagaban alrededor de sus aguas, como las abejas en los prados
cuando, durante el sereno estío, se posan sobre las varias flores, y apiñadas alrededor
de las blancas azucenas, llenan con su zumbido toda la campiña. Ignorante Eneas
de lo que ve, y estremecido ante aquella súbita aparición, pregunta la causa,
cuál es aquel dilatado río y qué gentes son las que en tan grande multitud
pueblan sus orillas. Entonces el padre Anquises: Esas almas, le dice,
destinadas por el Hado a animar otros cuerpos," (la Rencarnación)
"están bebiendo en las tranquilas aguas del Leteo el completo olvido de lo
pasado"...
...(Dice Eneas): "¡Oh padre!, ¿Es creíble que algunas almas se
remonten de aquí a la Tierra y vuelvan segunda vez a encerrarse en cuerpos
materiales? ¿Cómo tienen esos desgraciados tan vehemente anhelo de rever la luz
del día? "Voy a decírtelo hijo mío, para que cese tu asombro", repuso
Anquises, y de esta suerte le fue revelando cada cosa por su orden:
"Desde el principio del Mundo, un mismo Espíritu interior anima el
Cielo y la Tierra," (El Éter, que es el Espíritu del Padre, fuente de toda
materia, de todo movimiento y de toda vida. El Éter llena todo el Universo sin
dejar vacíos)." y las líquidas llanuras y el luciente globo de la Luna, y
el Sol y las Estrellas, difundido por los miembros, ese Espíritu mueve la
materia y se mezcla al gran conjunto de todas las cosas; de aquí" (ha
nacido) "el linaje de los hombres y de los brutos de la Tierra, y las
aves, y todos los monstruos que cría el mar bajo la tersa superficie de sus
aguas. Esas encarnaciones del alma universal" (que son los espíritus
humanos creados por el Padre, y por lo tanto son hijos del Divino Padre
Creador) "conservan su ígneo vigor y su celeste origen mientras no están
cautivadas en toscos cuerpos y no las embotan terrenas ligaduras y miembros
destinados a morir; por eso" (al estar encerrados en la materia)
"temen y desean, padecen y gozan; por eso no ven la luz del cielo,
encerradas en las tinieblas de obscura cárcel" (los cuerpos físicos). Ni aun
cuando en su último día los abandona la vida, desaparecen del todo las carnales
miserias que necesariamente ha inoculado en ellas de maravillosa manera su
larga unión con el cuerpo; por eso" (al tener que rencarnar muchas veces
por ineludible Ley Divina de la Vida) "arrostran la prueba de los castigos
y expían con suplicios las antiguas culpas". (Los Karmas en los planetas
de expiación como la Tierra)."Unas, suspendidas en el espacio, están
expuestas a los varios vientos; otras lavan en el profundo abismo las manchas
de que están infestadas o se purifican en el fuego" (los Karmas). Todos
los manes" (los espíritus humanos que están rencarnados en los planetas de
expiación pagando sus karmas) "padecemos algún castigo, después de lo cual
se nos envía a los espaciosos Elíseos Campos," (los Planetas Superiores
del Universo, que son el "Reino de los Cielos", anunciado por nuestro
Divino Maestro Jesús) "mansión feliz, que alcanzamos pocos," (el
Maestro enseñó: serán muchos los llamados y pocos los elegidos")"y a
que no se llega hasta que un larguísimo período, cumplido el orden de los
tiempos, ha borrado las manchas inherentes al alma y dejándola reducida sólo a
su etérea esencia y al puro fuego de su primitivo origen. Cumplido un período
de mil años,” (Aquí encontramos una tergiversación o interpolación, pues el
período de retorno a la Tierra varía para cada espíritu, de acuerdo a la Ley de
Justicia Divina) “un dios las invoca a todas en gran muchedumbre, junto al río
Leteo, a fin de que tornen a la Tierra, olvidadas de lo pasado, y renazca en
ellas el deseo de volver nuevamente a habitar en humanos cuerpos." (La Rencarnación).
"Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y
paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad".
SEÑALES EN LOS CIELOS:
Hace algún tiempo atrás publicamos en formato dibujo, unas nubes que presagiaban una catástrofe, al tiempo después los acontecimientos ocurrieron efectivamente (Ver aquí ). Esta es una fotografía tomada por nuestra hermana Carol Morales en el atardecer del día 15 de marzo de 2014, donde claramente se puede apreciar un rostro humano indicando hacia la costa de la ciudad.
Que el Divino Padre Creador proteja a los fieles