...Año 36 d.C., el
cielo oscurecido reflejaba el doloroso momento que se vivía, se había llevado a
cabo un asesinato; el más terrible, ya que el Hijo Dilecto del Divino Padre
Creador había desencarnado por obra de los enemigos de Dios: El Divino Maestro
Jesús, el Mesías.
Junto a la
cruz el suelo recibía las lágrimas de quien fue su fiel esposa y discípula,
acompañándolo hasta su último aliento, demostrando así su gran amor junto a él.
Con su alma destrozada al ver el cuerpo martirizado de su amado esposo, pero
con una gran fortaleza en su espíritu; ayudó en el traslado hasta la sepultura
donde fue depositado. Tres días habían transcurrido cuando aquella mañana…. ….. Evangelio de Juan Cap. 20 vers.12
“Y vio dos ángeles vestidos de blanco, uno a la cabecera y otro a los pies de
donde había estado el cuerpo de Jesús. 13 Le dijeron: ¿Por qué lloras mujer?..... Vers.16 Dijole Jesús: ¡María! Ella volviéndose,
le dijo en hebreo: Rabboni, que quiere decir Maestro. Vers.17 Jesús le dijo: No
me toques, porque aun no he subido al Padre, pero ve a mis hermanos y dile:
Subo a mi Padre...
Francia,
año 1425 aproximadamente, una humilde
joven recibe revelaciones Divinas para ir en ayuda de su país, el cual
estaba siendo asediado por el ejército inglés.
En 1428 viajó hasta Vaucouleurs con la intención de unirse a
las tropas del príncipe Carlos, pero fue rechazada. A los pocos meses, el
asedio de Orleans por los ingleses agravó la delicada situación francesa y
obligó al delfín a refugiarse en Chinon, localidad a la que acudió la joven,
con una escolta facilitada por Roberto de Baudricourt, para informar a Carlos
acerca del carácter de su misión. Accedió al fin a confiarle el mando de un ejército de cinco
mil hombres, con el que la joven consiguió derrotar a los ingleses y levantar
el cerco de Orleans, el 8 de mayo de 1429. A continuación, realizó una serie de
campañas victoriosas que franquearon al delfín el camino hacia Reims y
permitieron su coronación como Carlos VII de Francia (17 de julio de 1429).
María Magdalena, la esposa y discípula del Divino Maestro Jesús, indicada
calumniosamente como prostituta en el Evangelio de Lucas. El Papa Gregorio I en
el siglo sexto después de Cristo fue quien comenzó la vinculación de María Magdalena con la mujer pecadora que lava los
pies del Divino Maestro, ¡No era una mujer pecadora, sino su esposa y madre de
un hijo de ambos! (Paradójicamente hoy podemos encontrar que es reconocida como
Santa por la Iglesia Católica)
Juana de Arco, la Doncella de Orleans; solo por cumplir con un Mandato
Divino y revelar que Dios le hablaba
mediante sus Mensajeros, fue acusada de hechicería, brujería y que sus conversaciones no eran con Dios si
no con el diablo. Acusada de herejía fue condenada por la Inquisición Católica,
a ser quemada viva en la plaza de la ciudad de Ruán. (También fue nombrada
Santa por la misma institución que la condenó)
Así fue también como en el siglo XX, doña Laura Antonia Alcaino Pozo,
Madrecita Laura Antonia, ciudadana chilena y noble mujer, enviada por el Divino
Padre Creador a la Tierra como la Profeta del Apocalipsis, fue también
perseguida, calumniada y puesta en prisión por la dictadura de Pinochet. Una
vez que cayó el régimen militar, la persecución continuó por la religión de la
bestia 666 del Apocalipsis. Un laico fiel de esta religión, la calumnió
públicamente en un decreto Ministerial, diciendo de nuestra Congregación y de
su Fundadora: ---es una organización conformada básicamente para explotar la
ingenuidad de la gente en los poderes sobrenaturales que se atribuyen a Laura
Antonia Alcaíno Pozo, apodada “Madrecita Antonia” y …”existe la convicción que
esta corporación es una organización de fachada, que permite lucrar con
personas de escasos recursos, abusando de su credulidad”… ¡Aseveraciones
absolutamente falsas! Pero ella en
cumplimiento de su Misión Sagrada y Divina, luchó hasta su último aliento por
dar a conocer la Verdad del Divino Padre Creador.
Tres grandes mujeres que distanciadas por los años, las épocas y las
costumbres pero alentadas por un mismo
espíritu, fueron calumniadas e injuriadas, en términos actuales un
asesinato de imagen, un montaje mediático nefasto y sin límites, cruel y horrendo.
Sus nombres no han sido ni serán olvidados, sus verdaderas historias
paulatinamente han ido siendo conocidas, echando por tierra esa cantidad de
injurias y calumnias. La Justicia del Padre es Perfecta e Infalible, la Verdad
siempre triunfara sobre la mentira.
Hemos escrito estas humildes palabras, como testimonio de admiración y
en memoria de estas valientes y hermosas mujeres, reencarnaciones de Madrecita
Laura Antonia, unidas por el verdadero amor hacia el Divino Padre Creador.